jueves, 12 de marzo de 2020

BARDO DE LA TAURINA, UNA PROPUESTA...Pa’ el Aniversario 75 de la Plaza México


Bien valdría la pena que la empresa de la Plaza México, de cara a sus planes inmediatos, intermedios o lejanos que vaya a tener, considerara la alternativa de probar en la que será su Temporada de Novilladas 2020 varias adecuaciones,  entre ellas la del horario de los festejos a darse, situación que se agarra de la mano con aspectos vitales como lo es el clima con su temporada de lluvias y el ambiente propicio, pa’ que el papá e incluso la familia pudiesen asistir a la plaza sin tantos peros.

Pa’ entrar en materia tomemos lo acontecido, lo ocurrido durante la actual administración donde buena parte de los festejos y sobre todo los invernales  llevaron a la gente a salir de la plaza titiritando de frío y acompañados por la oscuridad de la noche la que iba creciendo conforme uno emprendía la peregrinación a casa, no sé, ni creo que la empresa lo sepa, ¿Cuánta de la gente que asiste  o que ya no asiste a los festejos lo hace usando transporte público?, podría ser la mayoría,  y sobre eso no es descabellado pensar, que en un promedio de tiempo se  va cuando menos una hora y si eso lo traducimos en oscuridad,  da igual a; inseguridad, riesgo y peligro.

Yendo a lo inmediato que será la Temporada de Novilladas, valdría la pena que la empresa analizara sus asistencias del año pasado, que fueron bajísimas y cuyo resultado será igual que salvo algunos garbancitos de a libra, no hay novilleros locales de atracción, sin referirnos a los de exportación que pa’ este caso, no cuentan como imán porque no estarán, (salvo que el coronavirus les cierre las plazas de España) así que la ‘sopa de fideo’ va hacer la misma y  por razones de economía empresarial en materia prima  (edad + peso = costo),  además de que los novilleros que actuaran no pueden con novillos que traigan edad y trapío,  porque no están acostumbrados a ellos, resultado de que la anorexia pulula por doquier, pues les echaran bureles de poca atracción en la papeleta, así que ahí se hace necesaria la sagacidad del director empresarial Mario Zulaica, pa’ que como antídoto parcial al desinfle de graderío se activen algunas alternativas, siendo tal vez una de las posibles la del horario el que en  la actualidad ya no debe dejarse avasallar por la naftalina de la ‘tradición’ de las 4 – 4.30 de la tarde, ni por la aplanadora futbolera que ya por razones de mercadotecnia televisiva cambio de horario, además que ningún equipo juega en el Estadio Azul, así que todo está dado pa’ probar los festejos digamos a las doce o una de la tarde.  Y no propongo el típico toro de la once porque a esas horas como que no se antoja chelear o de plano meterle los chíngueres y en esto todo es negocio, así que vayámonos con la propuesta de doce o una, con la ventaja de que los asistentes estarían libres por la tarde, con el beneficio de librar las lluvias que por lo general se presentan durante el horario habitual.

Y sí decir que si esta propuesta del horario tempranero llegase a cuajar incluso en la Temporada Grande, el ambiente se volvería propicio al final de las corridas que sería a la hora de la comida (donde las familias podrían alcanzar al papá) pa’ que ahí se fortaleciera la oferta gastronómica, musical y comercial, de una manera sustancialmente interesante pa’ asistentes, negocios y empresa.

Y no nos desgarremos la ropa y menos si es ‘Totalmente Palacio’ con esto, que más que propuestas novedosas, son una adecuación que exigen  los tiempos actuales.

Una más
Hace mucho y tal vez sin recuerdo en la memoria la Temporada Grande y  la Chica de la Plaza México, no cuenta con un premio oficial, un reconocimiento que avale  el encierro, el toro y  los toreros triunfadores, ante esto y tratándose  de que estamos a las puertas y cuando se dé la temporada invernal, se estará en pleno conmemorando dos fechas trascendentales para la Fiesta Brava como lo son el ‘Setenta y Cinco Aniversario’ de la inauguración de la Plaza México y los ‘Cincuenta Años’ del fallecimiento del más grande  compositor de pasodobles toreros que lo es el maestro Agustín Lara, quien muere un 6 de noviembre de 1970 por lo que como anillo al dedo y nunca más oportuno que la corrida inaugural le sea dedicada bautizando a los toros con los nombres de sus pasosdobles, tocando los mismos durante el festejo y se asume que después del sorteo se le rinda homenaje  mediante un concierto  con la Banda de la Plaza México al genio musical en la explanada del coso donde se halla el monumento al propio maestro, el que pensando en voz alta podría ser engalanado con la expresión musical del tenor Fernando de la Mora al que ya ha recurrido la Plaza México pa’ algún festejo, por cierto sería significativo que el primer pasodoble que se interpretara esa tarde fuera la de; “El Soldado”, esto por ser precisamente el matador Luis Castro, el que inauguró “La plaza México”.

Desde aquí se propone que la próxima temporada sea declarada ‘La Temporada del Arte 75 Aniversario’ y que pa’ ello se convoque desde ahora a los pintores mexicanos pa’ que pinten y sometan a concurso el original de él; ‘Cartel de la Temporada del Arte 75 Aniversario’  cuya pintura original  seleccionada en  imagen   sería la oficial de la temporada, la siguiente pintura seleccionada sería destinada a; ‘El Triunfador de la Corrida Guadalupana’, siguiendo el orden cronológico de los festejos la siguiente obra de arte sería para el ‘El Triunfador de la Corrida  Aniversario’,  y posteriormente se premiaría con seis pinturas originales a los triunfadores de él; ‘Mejor Encierro’, ‘Mejor Toro’  y ‘Triunfador de la Temporada’ en la categoría de Matador, Rejoneador, Picador y Banderillero.

Desde luego pa’ ponerle sabor al caldo en esmero y calidad artística, aparte de  resarcir  los honorarios creativos, tiempo y  costo de los materiales a los artistas profesionales, será bienvenido por ellos una recompensa en parné, que bien podría salir vía patrocinios como esos que otorga GNP  de (gol)  ‘Arte con causa’, además de la difusión de sus pinturas en los promocionales de la empresa, en fin el proyecto tiene sus aristas sobre todo en la forma en que integren un jurado pa’ la designación de los triunfadores panel que pensando en la frescura bien podría emerger de aficionados preclaros que integren el consejo calificador  en número de cinco o siete miembros, excluyendo desde luego a los que ya forman parte de algunos  de los grupos que en lo privado opinan, votan por sus favoritos y luego dan a conocer sus gustos.

En fin, las corridas de toros necesitan de revulsivos y si no se proponen y más aun no se aterrizan los que valen la pena pues la Fiesta Brava seguirá anquilosada, por ello la empresa, los ganaderos,  la torería y la afición deben tomar cartas en el asunto porque en  en lugar de pasodoble estamos en pasotortuga si no es que en pasocangrejo, y es que viendo los toros desde la barrera en otros ordenes echemos un vistazo; los ganaderos  cambian su identificación al verde de la ecología mas no nos dicen con las excepciones éticas, si los toros salen de ese ambiente con la edad reglamentaria pa’ ser lidiados,  y también queda la duda si en esos valles verdes y hermosos  es en el que florecen los llamados ‘zombiebull’ o ‘toros bobos’ y que conste que este calificativo no es mío, es de un ganadero con un hierro de 150 años de antigüedad, se habla de regular las suertes de pica, banderillas y estocadas, sin saber si en realidad quieren llegar a lo incruento, ¿pero a ciencia cierta no sabemos a quién le correspondería la regularización del reglamento?, los jueces cada vez con más frecuencia convierten el coliseo en Ministerio Público y ante eso con total imparcialidad emulando la balanza de la justicia en un platillo “ponemos el supuesto que miles de personas no saben lo que es el trapío de un toro digno de lidiarse y menos evaluar una faena” y en el otro platillo esta la opinión de un solo hombre omnipotente cuyas decisiones le dan rumbo a la Fiesta ¿a quién  le asiste la razón?, nos atosigan con la cantaleta de defender las corridas asistiendo a la plaza y los toreros de arte no los de troquel, los de sello, los de enjundia, los que van camino a figuras y los que se perfilan a la idolatría ¿en dónde están?, ¿entonces a que debería ir la gente a las plazas?, ¿a buscar un milagro?, ¿Qué va a torear el Santo Niño de Atocha o San “Juditas” que son los únicos milagrosos?, ¿Qué la CDMX merece un Museo Taurino que guarde recuerdos? pues mejor aboquémonos a un presente que se pueda admirar, sin descartar un museo digital…etc.

Ante estos ejemplos y muchos más, algo queda claro, la Fiesta Brava aquí necesita de apoyos  que la lleven a ser un espectáculo, hacerla atractiva, de revestirla, de plus,  de fortalecerla desde adentro y desde afuera, de volver a hacerla una realidad y una de las realidades sería comenzar por leer y escuchar la realidad, porque aquí algo es una realidad que la Fiesta que nos quieren vender los pululadores (en la que la empresa es solo una partecilla no es el diablo completo)  no es la real, la real es la del toro bravo al que se sangra y al que se mata, el que da cornadas, produce fracturas y muerte, el que provoca en la plaza que la gente lo admire en conjunción con los toreros y también el que enardece a la maza, no lo disfracemos de inmadurez en el ruedo, ni de temor a los anti taurinos que lo que son, son unos aprovechados, fortalezcamos la Fiesta que es adulta, no le quitemos madurez tratando de ocultar su esencia al grado de querer  ocultar o cancelar las pinturas y las fotografías donde la sangre es sangre, comencemos por un ¡no! a la hipocresía! y con eso habremos ganado mucho, más pa’ ello  primeramente necesitamos decirle, ¡no! al toro que no es toro, ¡no! al torero que no es torero, pero sobre todo ¡no! a no tener interés en la sobrevivencia de la Fiesta Brava que nos atañe a todos, porque de lo contrario algún día a la hamaca se le terminará el vuelo.






















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