Inventó una faena de pasión y sentimiento
y abrió la Puerta Grande de la Plaza México
Decimocuarto festejo de la Temporada Grande
Se inventó una faena de inspiración, de puro sentimiento y pasión ante un toro de poca fuerza que pocos veían. Fue así cómo un visionario Antonio Ferrera abrió la Puerta Grande en la decimocuarta de la Temporada Grande, cortando dos orejas del cuarto de Villa Carmela. Le hubiera acompañado en su salida en hombros un creativo y fresco Luis David, que cortó una oreja tras firmar una importante faena de temple y mano baja al quinto en la tarde de la notable reaparición de Arturo Macías, que se mostró firme y seguro con el lote de menores prestaciones del encierro.
Precioso fue el saludo de Ferrera al cuarto, con dos verónicas afaroladas, para luego torear con torería a la verónica y llevarlo por chicuelinas al paso al caballo. Una faena preciosa, inteligente, de sentimiento y pasión le firmó el genial Ferrera, que ya en el tanteo de arranque, dejó un natural eterno, de gran belleza ante un toro justo de fuerzas. Muy acertado, supo darle tiempos el extremeño, dejando detalles artísticos de sentimiento hasta inventarse un faenón de mucha torería extrayendo muletazos de uno en uno, de mucho temple, entre los pitones. Apasionado e interiorista, puso al público en pie perfilándose muy de largo para entrar a matar -como ya hiciera en aquella otra obra maestra en Las Ventas ante aquel Zalduendo- rematando de una estocada que hizo rodar al toro sin puntilla. Dos orejas ley.
Nuevamente variado de capa, Ferrera brindó la faena aal primero a Arturo Macías, que reaparecía hoy tras la fortísima cornada que sufrió en la Feria de Otoño pasada. Comenzó la faena por alto en terrenos de tablas ante un toro con fijeza pero blando de remos. Esa falta de fuerza condicionó una labor tesonera e incluso con algunos detalles aislados de torería del torero extremeño, que pudo extraer algunas series limpias mientras el toro se lo permitió. Estocada. Silencio.
Saludó con una larga cambiada Luis David al cárdeno sexto, veleto, estrecho de sienes y que enseñaba las puntas, al que toreó con buen aire a la verónica. Romaneó en el caballo. Muy variado de cara de nuevo, quitó con temple por gaoneras atornillando las zapatillas en la arena.
Brindó la faena Luis David a su primo Efrén para comenzar de rodillas una faena muy importante, de enorme estética, calidad, temple y mano baja ante un toro con clase y ritmo al que toreó con largura gustándose mucho por ambas manos, y especialmente por la derecha. Faena muy creativa, en la que también alternó trincherillas y afarolados, personales poncinas y circulares invertidos en un conjunto bien estructurado rematado de un pinchazo hondo recibiendo que hizo rodar al toro sin puntilla. Oreja de ley.
Salió gazapón el tercero, que no se empleó en el capote de Luis David en su salida. Amplio de sienes y de bonitas hechuras, echó la cara arriba en el peto. Con su habitual frescura, quitó por toreras y ajustadas chicuelinas Luis David, haciéndose aplaudir antes de otra faena importante con temple, mano baja y largura que comenzó con emocionantes ajustadísimos pases cambiados por la espalda, con mucha firmeza. Aunque le molestó el viento, estuvo siempre muy fresco, ante un toro con calidad y recorrido y fijeza que tuvo mucha calidad y humillación. Lástima que no anduviera acertado con la espada porque perdió una oreja de peso.
Macías brindó al público la faena de su regreso a los ruedos. Se dobló el hidrocálido con él en el inicio en las tablas ante un toro al que le vino bien que Macías le cambiara los terrenos a los medios. Allí se mostró muy firme frente a un toro con temperamento, que embistió saliendo del embroque con la cara alta. Macías pudo extraerle muletazos con mérito y valor en una labor inteligente y de esfuerzo ante un toro manso que buscó las tablas también en el final de faena. Notable reaparición del hidrocálido. Estocada y dos descabellos. Silencio tras aviso.
El quinto enseñó las puntas en su amplia testa, sin dejarse torear de capa. Se empleó con bravura en el peto y apretó en banderillas. Quite providencial e inspiradísimo con el capote a una mano de Antonio Ferrera al subalterno Cristian Sánchez, que a punto estuvo de ser alcanzado al dejar el tercer par.
Otra labor de esfuerzo tuvo que hacer Macías ante el quinto, al que tuvo que sacarle los muletazos de uno en uno ante un toro con falta de fondo de embestida un tanto incierta y medias arrancadas. Expuso mucho en la cara del toro acortando distancia ante las pocas opciones al final del trasteo con mucho mérito, firmeza y valor en otra faena de largo metraje. Pinchazo y estocada, palmas tras dos avisos.
Plaza de toros Monumental de México (CDMX, México). Decimocuarto festejo de la Temporada Grande. entrada. Toros de la ganadería de Villa Carmela, propiedad de Don Alejandro Arena Torres Landa, de juego variado. Noble pero blando el primero; manso y con temperamento el segundo; bueno el tercero; noble y justo de fuerzas el cuarto; informal e incierto el quinto y muy bueno el sexto.
• ANTONIO FERRERA, silencio y dos orejas.
• ARTURO MACÍAS, silencio tras aviso y palmas tras dos avisos.
• LUIS DAVID, silencio tras aviso y oreja.
Fotogaleria de la 14ª de la Temporada Grande. NTR TOROS
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