domingo, 22 de diciembre de 2019

CRÓNICA DE LUIS CUESTA DE LA NOVENA CORRIDA DE LA TEMPORADA GRANDE Publicada en DE SOL Y SOMBRA

  Puerta Grande para José Mauricio 

por Luis Cuesta

José Mauricio hizo la hombrada nuevamente en la Plaza México, a sus dos toros los lidió sobrado de valor e inclusive con su primero cuajó una faena de alta calidad artística. Al final salió a hombros por la puerta grande entre aclamaciones de “¡torero!”.                

  
 DE SOL Y SOMBRA  

  

El toreo es como lo hizo ayer José Mauricio, qué mas le puedo decir. No sólo cuando templaba y ligaba naturales al segundo toro, sino también cuando ensayaba diversos recursos técnicos para provocar, encelar y someter al quinto toro. Lo uno y lo otro es torear.
Aquellas dos tandas de naturales cargando la suerte en toda su pureza y esa media pinturera que ejecutó en su primero José Mauricio, llevaban la marca del toreo bueno. Con esto tampoco quiero decir que Mauricio interpretara el toreo en su quintaesencia, ni que toda la faena fue de un gran nivel, pues la faena tuvo altibajos, alguna rectificación y ciertos enganchones. Pero hay que señalar que hubo apuntes del toreo tal cual dictan los cánones de la tauromaquia y además rematado con la espada por lo que se llevó una oreja.
La diferencia del toreo clásico y el pegapasismo contemporáneo está en el terreno que se gana y en el que se pierde. La pierna que el buen torero adelanta y la que el mal torero esconde es la diferencia entre los que hacen el toreo verdad y los otros.
Con su segundo no hubo tanta estética, pero hubo toreo de poder a poder por bajo, ya con la noche entrando. En estos tiempos el toreo de poder a poder constituye una importante novedad en los jóvenes aficionados, y José Mauricio lo ejecutó muy bravamente, pero también muy toreramente. El toro toreado de poder a poder no es cualquier cosa. La tarde ya se le iba sin un triunfo apostólico y decidió recuperarla imponiendo la regla de oro de la tauromaquia que es -lo dijo Cúchares– parar, templar y mandar. Pero no la impuso por lo fino y despacio -imposible con ese toro-, sino por lo recio y lo bravo, incluso en un momento de la faena el toro hizo por él y lo prendió feamente pero sin consecuencias. Maltrecho regreso al toro e inició por bajo y a la antigua -que también es otra forma de torear- por cierto perfectamente lícita en estas circunstancias, y que si se hace bien llega al tendido como sucedió en esta ocasión en la que puso al público de pie. Después abatió al de Montecristo de un estocada en el hoyo de las agujas y le cortó una oreja de mucho peso que le permitió abrir por segunda vez la Puerta del Encierro en tan solo una semana.
Otro torero que sacó partido de sus toros -estos mansos a diferencia de los de Mauricio– fue Fermín Rivera, ayer convertido en un buen lidiador, y además ejecutando todos los cites con la verdad por delante especialmente en su segundo toro. No tuvo material para el triunfo que anhelaba, pero demostró que es un torero revitalizado y que se merece otra oportunidad en la segunda parte del serial.
Juan Pablo Sánchez le realizó al tercer toro una faena evidentemente voluntariosa y estuvo muy valiente en el sexto, pues siendo un toro incierto, puso mucho coraje para obligarle a que tomara el engaño.
Los toros de Montecristo en líneas generales decepcionaron, pero hubo un toro bravo que produjo sentimientos contradictorios y se corrió en segundo lugar. La calificación de que si el toro era o no bravo quedará abierta a debate. Pero la calidad con la que embistió en la muleta y la manera con la que metió a fondo los riñones cuando recargó en el caballo, si existiera un ‘bravurómetro’ estricto, seguramente este nos diría qué si.
Es lo que digo yo.
Twitter @LuisCuesta_


MONTECRISTO / RIVERA, MAURICIO y SÁNCHEZ
Plaza de Toros México, 22 de diciembre. Novena Corrida de la Temporada Grande. Seis toros de Montecristo, desiguales de presentación, y deslucidos en líneas generales, entre los que desatacó el lidiado en segundo lugar.
Fermín Rivera: Palmas y ovación tras aviso.
José Mauricio: oreja y oreja. Al final salió en hombros.
Juan Pablo Sánchez: Palmas y silencio.
Entrada: Un cuarto de plaza.
Incidencias: Destacaron en banderillas Diego Bricio, Ángel González y Gustavo CamposJosé Mauricio pasó a la enfermería después de lidiar al segundo de su lote, pero regreso al final del festejo para ser llevado en hombros por la afición.

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