miércoles, 31 de julio de 2019

ES LO QUE DIGO YO Por Luis Cuesta

 Temporada de Novilladas 

Diego San Román, una de las promesas mexicanas más sólidas.
Por Luis Cuesta – De SOL y SOMBRA.

Se dice que en la actualidad no tenemos novilleros, ni el número de novilladas para asegurar el futuro de la fiesta brava. Y que mientras no se arregle este capítulo, el asunto es muy delicado. Se queja la afición ante el silencio de las empresas, y prevén una posible deblaque de la fiesta en muy poco tiempo si no salen toreros nuevos y con fuerza, que en definitiva puedan revolucionar o revitalizar el panorama.
El problema no es fácil y la realidad es que las oportunidades son muy escasas para que la cantera se forme y se proyecte ante la afición.

Afortunadamente gran parte “del sistema taurino”, es consciente de esto y en algunos casos esta tratando de poner remedio a esta situación. Por lo pronto se están celebrando con éxito los seriales de Tijuana y de Arroyo, y están por comenzar Guadalajara, Monterrey y La Plaza México.
Esperemos que en la selección de novilleros que se haga para estas temporadas estén únicamente aquellos que de verdad demuestran las condiciones óptimas y la ambición necesaria para poder caminar en esta profesión con solvencia. Y aquí me preguntó ¿quién o quiénes pueden ser los novilleros protagonistas de un renacimiento de la novillería nacional?
Sin pensarlo mucho se me vienen a la cabeza nombres como los de Héctor Gutiérrez, Diego San Román, Miguel Aguilar y José María Hermosillo para compartir o encabezar los carteles.

Todos los novilleros mencionados tendrán sin duda muchas oportunidades, pero si para nuestros prospectos más interesantes la situación es difícil, para el resto del escalafón se traduce en una misión imposible. Y es ahí adonde quiero ir.

El verdadero problema que atraviesa el escalafón de novilleros en la actualidad son los elevados costos para formarse, ante esto el número de oportunidades son mínimos y la mayoría de los novilleros que llegarán a las tres principales plazas del país no lo harán con más de diez festejos toreados.

Y aunque es importante el trabajo que realizarán en los próximos meses empresas como ETMSA con sus seriales de Monterrey, Guadalajara y la Plaza México, el resto de los empresarios no quieren apostar ni sumarse, por eso vemos plazas tan importantes como las de Zacatecas, Tlaxcala, Puebla, Juriquilla, la Santa María de Querétaro y Morelia cerradas durante el verano, cuando podrían estar invirtiendo en la formación de toreros.

También hay que reconocer que la organización de un festejo menor no es fácil y que el problema viene de muchos frentes, por lo que es necesario buscar una solución, o soluciones para ello, pues las dificultades para programar una novillada picada son muy difíciles. Si enumeramos los gastos, llegaríamos a la conclusión de estos son prácticamente los mismos que los de una corrida de toros con el numero de subalternos que exige la Unión, la cuadra de caballos, servicios médicos, publicidad, sueldos, hotel, viaticos, cuotas de las asociaciones, burocracia y papeleo en general, más el costo del ganado, estos son algunos gastos que hacen prácticamente inviable para muchas empresas el montaje de un festejo menor con picadores, principalmente en las plazas de primera categoría.

Hacer a un novillero hoy en día cuesta mucho declaró el empresario de Las Ventas de Madrid Simón Casas y es cierto, pero también para que estos surjan se necesitan empresarios con visión, descubridores de toreros con talento, apoderados profesionales y veedores en el campo con buen ojo para que los novilleros puedan formarse con éxito.
Hoy más que nunca hace falta que se mueva con mucha inteligencia y talento el escalafón de los novilleros, pero para ello es absolutamente necesario que este nazca bajo el áurea de la competencia y que se programen novilladas con lógica y sensatez, para que todos los novilleros que participen en ellas puedan aspirar a formarse en un marco digno y equitativo en donde aquellos que de verdad se jueguen la vida y tengan aptitudes, puedan aspirar a cumplir en un futuro no muy lejano el anhelado sueño de convertirse en matadores de toros.
Es lo que digo yo.
Twitter: @LuisCuesta_

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