ALBERTO LOPERA
Después de soportar varios meses una delicada enfermedad, ha fallecido en la madrugada de hoy domingo en Madrid, el que fuera gran picador de toros colombiano Anderson Murillo.Varilarguero destacado que sobresalió a las órdenes de César Rincón y Luis Francisco Esplá, entre otros, con el que dio una histórica vuelta al ruedo en 2001.
Nacido en la ciudad de Montería, desde muy joven incursionó en el ambiente taurino pues su hermano mayor, Melanio Murillo, fue un gran picador en la década de los años sesenta, y su hermano menor, Emerson Murillo matador de toros, ahora en retiro.
Anderson Murillo estuvo colocado con el maestro César Rincón durante los años dorados del gran torero colombiano. Luego actuó a las órdenes de varios diestros españoles, especialmente con Luis Francisco Esplá. Precisamente actuando a las órdenes del torero alicantino en Las Ventas de Madrid el 9 de junio del 2001 colocó dos varas excelentes a un toro de Victorino Martín, que se arrancó de largo en dos ocasiones.
Por ello, recibió una gran ovación de los exigentes aficionados madrileños. Ovación que se prolongó hasta ser obligado a dar la vuelta al ruedo junto al diestro Esplá al finalizar su actuación el matador. Caso único hasta hoy en la plaza de Madrid.
Desde el equipo que realiza a diario Mundotoro, queremos transmitir nuestro más sentido pésame a toda la familia y amigos del reputado picador cafetero. Descanse en paz.
Nota de Redacción.- Anderson Murillo, como bien apunta Loperita, surgió una dinastía de toreros colombianos cuyos miembros, indudablemente,le insuflaron desde niño la afición de Anderson por los toros. Fuera con su ejemplo, su vocación o porque aquella Bogotá de su infancia y juventud era un hervidero taurino donde cada años se reunían grandes figuras de la fiesta y porque sus hermanos, profesionalmente, se relacionaban con los importantes visitantes.
Corría la década de los años setenta y el maestro Jerónimo Pimentel era el gran capitán entre los empresarios taurinos y ganaderos neogranadinos. Pimentel, que tuvo mucho que ver con el desarrollo de las temporadas de novilladas organizadas en Caracas, - Taurivenca, Gregorio Quijano -, se encargo junto a El Poli de abastecer con ganado el mercado de Venezuela donde apenas existía una ganadería en funciones y varias en desarrollo. El Poli conducía un camión con cajones donde venían nos novillos procedentes aquellas ganaderías pioneras que como Pepe Estela, Clara Sierra, Isabelita Reyes, José del Carmen Cabera, los hermanos Gutiérrez, Nicasio Cuéllar y Ernesto González que formaron los carteles de aquella época dorada del toreo en Caracas.
Anderson Murillo acompañaba a El Poli en los viajes del transporte, y un día cuando estalló una huelga de subalternos que capitaneó Rafael Cavalieri en contra de Gregorio Quijano, no había picadores en la escuálida nómina remanente de subalternos para el festejo del domingo en el Nuevo Circo. Quijano, sabiendo la relación de Anderson con Pimentel y a sabiendas de su afición aunque sabía que nunca antes había picado en un festejo público le propuso picar la novillada del domingo. La situación de conflicto laboral entre la Unión de Subalternos y la Asociación de Banderilleros le dio la oportunidad a Anderson para que diera sus primeros pasos en una carrera brillante. Fue la presentación profesional de quien más tarde sería un gran picador de toros.
Anderson Murillo se hizo en Caracas, a la vera de Mario González, Rigoberto Bolívar, Vicente Aray Camacho, tres toreros venezolanos que abrieron el camino de los sudamericanos triunfadores en la Monumental Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid como más adelante ocurriría con Nahir Zambrano convertido hoy en destacado mayoral de la ganadería del Puerto de San Lorenzo.
Tuvimos la fortuna de verle en Bogotá, la tarde del homenaje al maestro Botero, a las órdenes de Césas Rincón en tarde de toros de La Carolina con Miguel Espinosa "Armillita Chico" y Manuel Caballero. Le vimos en Madrid, con César Rincón y en la tarde histórica de los toros de Victorino Martín aclamado por el público de Las Ventas junto a su matador Luis Francisco Esplá.
Hace poco coincidimos en Madrid junto a Oscar Montesinos El Yaracuy y Antonio Briceño El Valor cuando fuimos a visitar en el Hospital de Toledo al matador de toros venezolano Manolo Vanegas ya que era muy amigo de los toreros venezolanos en España, ya que su cercanía y orígenes le hicieron un hermano para los espadas criollos que se forjan en los duros y difíciles caminos de la fiesta de los toros. El Valor y Murillo compitieron en los fogones, Antonio con una paella soberbia y Anderson con sus recuerdos, protestas e ilusiones de torero.
Además de acompañar a numerosos toreros hasta su retirada, a Murillo se le recordará también por ser uno de los picadores que actuó en la primera corrida de toros celebrada en China, concretamente en la ciudad de Shanghai, en el año 2004, un espectáculo en el que sufrió una aparatoso derribo, que, a la postre, fue lo que más impresionó al público oriental. Murillo, natural de la ciudad colombiana Montería, pertenecía a una familia de mucha tradición taurina, pues su hermano mayor, Melanio Murillo, fue uno de los picadores más importantes de Colombia y América en los años 70, y que llegó a formar parte de las cuadrillas de toreros tan importantes como Manuel Benítez «El Cordobés», Paco Camino, Pedrés o Pepe Cáceres. También su hermano menor, Emerson Murillo, fue matador de toros, aunque su influencia en el mundo taurino fue mucho menor que la de sus dos hermanos varilargueros, ambos fallecidos a causa de esta penosa enfermedad como es el cáncer.
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