Hace 65 años el debut en Sevilla de César Girón en la Maestranza de Sevilla preocupaba a su apoderado Fernando Gago. Entendía el hermano de don Andrés la dimensión el significado la presentación del venezolano en plaza tan importante.
Aquel 27 de abril estaba marcado como la fecha del cartel de la temporada con toros de Juan Cobaleda y de Salvador Guardiola. El 29 de aquel glorioso abril, César Girón volvería a cortar un rabo. Caso único en los anales de la historia de la Feria de Sevilla. Un hito impuesto por Girón, como una rabiosa ola del Caribe que penetró en tierras del Mediterráneo.
Aquella tarde reaparecía ante la afición sevillana Manolo Vázquez. Volvía el hermano de Pepe Luis a su tierra. Llegaba envuelto en el perfume de sus éxitos en Madrid.
El tercer hombre del cartel era Pedro Martínez, “Pedrés”. La novedad ante la que se santiguaba la afición de España, rendida por el valor del torero de Albacete. Lo llamaban “torero de las cercanías”, por lo cerca que se pasaba los pitones de los toros. Era Pedrés la tauromaquia hecha realidad a dos centímetros de los pitones, del valor seco y desgarrado, valores como el de Pedrés que lacran las agrestes tierras albaceteñas.
Todas estas circunstancias que rodeaban a los rivales de César, las consideraba Fernando Gago. El apoderado no lograba sentarse en la habitación del Hotel Colón, caminaba, iba de un lado a otro, encendía un cigarrillo detrás de otro, se asomaba a la ventana, preguntaba por el aire, si hacía viento, si estaba el cielo despejado... hasta que César Girón enojado le dijo:
–¡Cálmese usted don Fernando, que me tiene nervioso!...
–Nervioso me tienes tú con tanta tranquilidad, ¿cómo que no te has enterado lo que tenemos por delante?
–¡El que todavía no se entera quién es César Girón es usted, don Fernando!
Manolo Vázquez y Pedro Martínez se fueron “de vacío”, como se reseña en el periodismo taurino moderno cuando no se cortan las orejas. César Girón le cortó las dos orejas y un rabo a un toro. Los despachos de las agencias se desbordaron para con Girón. En la reseña de la United Press se dijo textualmente:
-El encierro de Cobaleda –remendado en el apartado con dos mansos de Guardiola– traía en su lote dos toros bravos de muy distintas características. Uno de ellos era por su brío y codicia un animal peligroso, con mucho que torear antes de rendirse a las exigencias del espada encargado de pasaportarlo. Entonces vimos lo que es capaz ese gran torero de Venezuela, que se llama César Girón, cuando tras endilgarle media docena de muletazos de verdadero asombro, se hizo con él, lo desengañó y se lo llevó con valor y arte de muchísimos quilates por el camino de una verdadera apoteosis triunfal. Todo fue perfecto de principio a fin en la labor de César Girón. Desde las verónicas de salida, echando las manos abajo y cargando la suerte con estilo de capotista maravilloso, hasta la estocada en la yema, pasando por los tres pares de banderillas de antología –uno de ellos de adentro hacia afuera que no lo mejora nadie– y la faena, la extraordinaria faena, en la que todo fue tan bello, tan artístico –los naturales se recordarán siempre en Sevilla por su suavidad de seda, su temple y su mando– que desde ahora ya se puede calificar como la mejor faena de la feria y de muchas ferias. Cómo sería la cosa que, aparte de las dos orejas, se le concedió a Girón el rabo, trofeo que no se otorga en la Maestranza desde hacía muchos años.
Sus temporadas brillaron con luz de figura del toreo y a pesar de haber sido César un tipo de difícil carácter, tuvieron que tragarlo por su calidad profesional.
De él escribieron los grandes críticos y literatos de la fiesta, de manera laudatoria, porque su vida ha sido un ejemplo para los hombres que tienen suficiente valor de abandonar el techo que les vio nacer para abrirse camino en tierras extrañas.
Cito a Filibero Mira, biógrafo de la Maestranza, cuando se refiere a Girón y sus éxitos en Sevilla en abril de 1954:
- Toreo variado, impetuoso, agresivo, el del vitalísimo César Girón que era un lidiador completo con valor y recursos. Conocedor profundo del toro y sin ignorar ninguna suerte pues todas las realizó con destreza ejemplar y plena entrega. Su estilo era el del
toreo ciclónico que dinamizó Carlos Arruza; que fue precisamente el padrino de su alternativa.
Como veremos más adelante, fue otras tardes rival en noble y reñida competencia, nada menos que de Antonio Ordóñez. Existió una rivalidad, muy acentuada, en el coso sevillano, entre el de Ronda y el venezolano, que dio esplendor y grandeza a la década de los cincuenta. Incomprensiblemente esa torera lucha no fue ni reconocida ni estimada lo suficiente por la crítica taurina de esos años. Han escaseado –también esto incomprensible– los escritores que han valorado en la medida que se merecieron las grandes virtudes de este caribeño que fue un gran torero de cuerpo entero y en grado superlativo.
Aunque César Girón no superó sus éxitos de los días 27 y 29 de abril de 1954, agrega Filiberto a su opinión de Girón: “No contabilizó ni una sola corrida deslucida de cuantas toreó en La Maestranza, que fue la plaza que lo encumbró”.
César Girón en Sevilla
TEMPORADA 1952
7 de septiembre
Novillos de Marceliano Rodríguez.
Alternó con Lorenzo Guirao “Morenito de Córdoba” y Paquito Ruiz. Una oreja.
5 de octubre
5 toros de Juan Bautista Conrado y 1 toro de Curro Chica. Alternó con Juan Silveti (hijo) y Manolo Carmona.
No actuó en 1953.
TEMPORADA 1954
27 de abril
4 toros de Juan Cobaleda y 2 toros de Salvador Guardiola. Alternó con Manolo Vázquez y Pedro Martínez “Pedrés”. Dos orejas, rabo.
29 de abril
7 toros, 1 para rejones, de Salvador Guardiola.
Alternó con el rejoneador Ángel Peralta, Manolo Carmona y Juan Posada.
Dos orejas, rabo.
Récord de César Girón al convertirse en el único torero americano que corta dos
rabos en la Feria de abril.
TEMPORADA 1955
18 de abril
Toros de Manuel Sánchez Cobaleda.
Alternó con Antonio Ordóñez y Pedro Martínez “Pedrés”. Una oreja.
20 de abril
Toros de Eduardo Miura Fernández.
Alternó con Rafael Ortega y Antonio Ordóñez.
21 de abril
4 toros de Clemente Tassara y 4 toros de Carlos Núñez. Alternó con Antonio Ordóñez, Paco Mendes y Pepe Ordóñez. Una oreja.
TEMPORADA 1956
18 de abril
Toros de Manuel Sánchez Cobaleda.
Alternó con Antonio Ordóñez y Joselito Huerta. Una oreja.
19 de abril
Toros de Carlos Núñez.
Alternó con Rafael Ortega y Antonio Ordóñez.
21 de abril
5 toros de Clemente Tassara y 1 toro de Curro Chica. Alternó con Antonio Ordóñez y Joselito Huerta.
No actuó entre 1957 y 1967.
TEMPORADA 1968
27 de abril
Toros de Germán Gervás.
Alternó con Miguel Mateo “Miguelín”, Gabriel de la Haba “Zurito” y Manuel Cano “El Pireo”.
28 de abril
1 toro, para rejones, de Antonio y Carlos Urquijo y 6 toros de Eduardo Miura Fernández.
Alternó con el rejoneador Ángel Peralta, José Martínez “Limeño” y José Luis Capillé.
Novilladas: 1 Corridas: 11 Total: 12
Orejas: 10 Rabos: 2
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