De niños nos costaba trabajo resolver la pregunta: ¿Qué pesa más, un kilo de algodón o un kilo de plomo? La respuesta era simple, pero nuestro entendimiento todavía no nos permitía resolverla. ¡Uno de plomo, ¡ era la respuesta rápida. Al tiempo comprendimos la definición de peso específico. El especial valor o influencia que se le reconoce a algo en un entorno determinado, es una de las muchas interpretaciones de éste.
Ayer ese algo que tuvo el peso específico fue Mexicano, el segundo de la tarde. El toro cumplió con lo que varias veces he escuchado a su criador decir: un toro bravo es aquel que embiste humillado y en los medios. El toro cumplió cabalmente con esa definición. Y Ernesto Tapia lo aprovechó sin importar su poca experiencia. La plaza llena pesa y Tapia pudo con la responsabilidad de la carga. Largas series hicieron rugir a la Monumental como se merecía en una tarde así, ante un toro que entregó largamente su bravura. Sin embargo, habrá que esperar. Lo difícil de esta profesión, la de torero, es poder con el peso de forma integral. Las puertas del triunfo y del acceso a ser reconocido como alguien determinante se abren pocas veces. Y será la suerte o el destino, pero no se pueden dejar ir. De Madrid al cielo, salió catapultado Rincón el día que se le abrió esa puerta. Faltan más tardes, ojalá no muchas para el joven torero.
Joselito con más de 400 corridas toreadas en México y en España tiene el peso específico que le corresponde y lo hace sentir cada tarde. Quizá es menor que el que muchos le quieren dar. Ayer con un buen primer toro y un descastado segundo lo hizo sentir. Los años dan piso y peso.
Los dos mexicanos estuvieron dando el pecho y el público lo disfrutó y agradeció. Sin embargo, algo pasa que no hemos podido producir una figura a nivel mundial desde Carlos Arruza. Habría que analizar causas, circunstancias y condiciones. ¿Será que pocas veces hay que cargar específicamente con el peso?; ¿Qué muy pocas veces los nuestros se ven exigidos a hacerlo?, ¿Qué el público y el toro nacionales no tienen la fuerza para generar ese peso?.
Roca Rey sigue la senda de los Girón y Rincón como la figura americana en España. Si alguien dudó de su capacidad técnica en sus inicios, la discusión está ampliamente superada. Ya abrió la puerta. Camina en la cima del toreo como caballo de su patria. Viendo hacia adelante con armonía en su movimiento. Ya llegará el gran triunfo en nuestra plaza. El ya no tiene prisa.
Tarde de lleno en la cual se disfrutaron la experiencia de un torero ya hecho, la personalidad de una figura y el esfuerzo de una promesa y sobre todo la alegría de un bravo toro embistiendo humillado, por derecho y en los medios.
Carlos Castañeda Gómez del Campo
5 de febrero de 2019
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