Víctor José López
EL VITO
Si nos preguntan qué torero tiene el perfil de figura responderíamos que Curro Girón. Responderíamos sin reparos. Lo encarnaría, de las zapatillas a la castañeta. Sin necesidad de improvisados ajustes. Todo en Curro Girón era natural, porque era él.
EL VITO
Si nos preguntan qué torero tiene el perfil de figura responderíamos que Curro Girón. Responderíamos sin reparos. Lo encarnaría, de las zapatillas a la castañeta. Sin necesidad de improvisados ajustes. Todo en Curro Girón era natural, porque era él.
Tan natural era su actitud, que siempre se distinguió entre sus competidores, porque fue figura en Europa como en las plazas importantes de nuestra América.
Hombre de simpatía genuina que con su gracia natural que se colocaba en el centro de la atención en cualquier reunión. Hablar de toros con Curro, era delicioso. Además del ingrediente de su experiencia, salpicaba la plática con anécdotas por él vividas.
Viene hoy a estas páginas su recuerdo, porque hoy conmemoramos su partida, cuando teniendo varios contratos firmados para actuar en México bajo el apoderamiento de nuestro paisano Rafael Báez se fue de este mundo, dejando inconclusa la temporada de 1988. La partida fue aquella noche del 28 de enero, en el Hospital Clínico de la Ciudad Universitaria de Caracas.
Curro Girón ha sido uno de los grandes toreros de América y una auténtica figura de la fiesta. Una jerarquía respetada por España. Fundamentamos esta jerarquización en que, si un torero se califica por sus triunfos, deben evaluarse las plazas donde actúa y con quien actúa en la medida de la estatura y de su jerarquía profesional, con quienes ha realizado su carrera y, sobre todo, con quienes ha competido.
Cuando Curro entra en la escena histórica del escenario de su brillante carrera, encuentra en el escalafón de matadores de toros a Pepe Luis Vázquez, Luis Miguel Dominguín, Manolo González, Rafael Ortega, Pepín Martín Vázquez y Antonio Ordóñezcomo capitanes del grupo español de figuras del toreo, que contaba además con Pedrés, Litri, Julio Aparicio, Antonio Chenel “Antoñete”, Manolo Vázquez, Diego Puerta, Paco Camino, Curro Romero y su hermano César Girón, y sin olvidar el imbatible Manuel Benítez“El Cordobés”.
Su hermano César vivía la intensidad de su legítimo estrellato. Su competencia conLuis Sánchez Olivares “El Diamante Negro”, Joselito Torres y César Faracollenaban el momento más importante de nuestra historia taurina.
Cuando Curro Girón daba sus primeros pasos en la profesión, en México, nación taurina por excelencia siempre muy ligada a Venezuela por sus toros y sus toreros, tenía una baraja variada de toreros importantes. Era la época de Manuel Capetillo, que le marcaba el paso a grandes figuras del toreo universal. Eran los días de Juan Silveti, torero consagrado en España por sus triunfos en Madrid. Eran los días de la moda impuesta por el maestro Alfonso Ramírez “El Calesero”, Rafael Rodríguez “El volcán de Aguascalientes”, Humberto Moro, Antonio del Olivar... y más tarde le abrirían las plazas para el caudal de pasiones queprovocarían Manolo Martínez, Eloy Cavazos, Mariano Ramos y Curro Rivera.Eran ellos los que cortaban el bacalao, y Curro Girón alternó y pudo con todos.
Lo mismo ocurrió con la gran figura de Colombia, el maestro Pepe Cáceres, que vivía su rivalidad local con Joselillo de Colombia, sembrador de la fiesta de los toros en muchas ciudades de Venezuela y que aún espera la justicia del reconocimiento. Cáceres y Curro tuvieron encuentros llenos de pasión en Maracay, Caracas, Tovar y diversas plazas venezolanas. Cada uno sembró peñas alrededor de sus nombres, como nunca antes había ocurrido.
En Cali este par de auténticos maestros llenó toda una época inolvidable para los aficionados. En aquella época Portugal estaba representado por sus dos grandes toreros, Manolo dos Santos y Paco Mendes. Figurones del toreo a los que el de Maracay puso firmes en el terreno de la competencia que abarcaba desde Madrid a Lima cruzando Sevilla, Bogotá y México.
Con todos estos grandiosos toreros compitió el irreverente venezolano, y lo hizo en las plazas de ellos y ante sus aficiones y frente a los toros de aquellas latitudes ya que en Venezuela no existía el toro de lidia.
Curro Girón vivió como figura que fue. Tuvo los mejores coches, habitó en las mejores casas, las más bellas mujeres escribieron apasionantes páginas en su vida y los mejores toreros estuvieron en su cuadrilla, como su hermano Rafael, Carlos Saldaña, Rigoberto Bolívar, Vicente Aray “Camachito” y Mario González, en Venezuela, porque en España Andrés Luque Gagole acompañó en sus temporadas como puntero. Más tarde Enrique Bernedo “Bojilla”.Al picador “Chavito”lo bajó del caballo y lo convirtió en su apoderado, sustituyendo a Fernando Gago.
Aquellos que sostienen la jerarquía de un torero en cifras o acontecimientos satisfarán sus exigencias y no dudo de que han de calificar el rango a Curro, con sus cinco salidas a hombros en Las Ventas, los triunfos en la Maestranza de Sevilla. Éxitos continuados en Pamplona. En Lima, durante dos, años recibió el Escapulario de Oro del Señor de los Milagros. Tardes de cuatro orejas y dos rabos en la Feria de Cali, una pata entre los muchos éxitos en Manizales y triunfos arrolladores en Medellín.
En Venezuela no tuvo rivales entre los nacionales o los visitantes: fue el amo de La Pluma de Oro en el clásico de la temporada nacional, la Corrida de la Prensa y fue triunfador permanente de San Cristóbal,
Maracaibo y Valencia donde escribió páginas muy destacadas en los anales de la Historia de la Monumental de El Palotal.
Ángel Escobar “Bola de Nieve”, célebre Mozo de Espadas venezolano que de joven se dio el lujo de vestir y servirle las espadas al maestro vallisoletano Fernando Domínguez, vistió por primera vez a Curro Girón en el Hotel Potomac de San Bernardino cuando reapareció como matador de toros en el Nuevo Circo el 3 de febrero de 1957. Fueron toros del doctor Manuel Labastida, toros berrendos de Santo Domingo. Cuenta en la biografía Curro, Yo, Girón, que “esa fue la corrida de toros más importante de mi vida.” Fue el triunfador: cuatro orejas y un rabo y salida a hombros en compañía de César y de Rafael, una oreja cada uno. Allí se encontraron sentimientos, recuerdos e ilusiones.
El 17 de febrero del 57, Curro Girón toreó una corrida de toros de Santacilia con Antonio Ordóñez y Alfonso Ramírez “Calesero”. Cartelazo con dos grandes, dos históricos de la fiesta. “El Calesero”, torero de Aguascalientes al que anunciaban como “el poeta del toreo”, tuvo a su servicio, antes de esta su reaparición en Caracas a “Bola de Nieve”. El Calesa, como Fernando Domínguez, fueron muy aficionados al flamenco, el de Valladolid lo bailaba casi tan bien como toreaba con el capote y el de México con su improvisación de coplas y fandangos competía en ingenio de improvisación con el negro “Bola de Nieve”. Los íntimos disfrutaban de las cosas de estos artistas, ante los que Ángel Escobar no se quedaba corto.
Luego de triunfos que consolidaron su condición de matador de toros de jerarquía en España, Curro confirmó su alternativa en Madrid. Ha sido la Plaza de Madrid, ya fuera la antigua de La Carretera de Aragón o la actual de Las Ventas del Espíritu Santo, un bastión incuestionable para poder ser considerado el torero una figura de la fiesta o, Maestro del Toreo. Bastión que debe ser tomado por el triunfo, éxito subrayado con la salida a hombros por la Puerta Grande. Nelson Arreaza, apreciado e infatigable investigador de los números en la Fiesta de los Toros, ha sido considerado como el ordenador del toreo nacional. Especie de “disco duro” de los toros en Venezuela, a quien recurrimos con frecuencia para ordenarnos en nuestras apreciaciones, comparaciones y reportajes. A continuación cifras y datos suministrados por este distinguido investigador, referidas a las actuaciones de Curro Girón en Las Ventas de Madrid.
Fue su debut en Las Ventas, arena que no pisó de novillero, el 12 de junio de 1958 con una corrida del ganadero salmantino Antonio Pérez de San Fernando. Tarde de debut, día de consagración. Curro Girón, ese día tan importante para un torero, cortó tres orejas. Una al toro de la alternativa, y dos en el sexto; además, abrió la Puerta Grande. Trofeos y reconocimiento que consagran a un gran torero. Aquella tarde de San Isidro el rejoneador Josechu Pérez de Mendoza abrió plaza con el sevillano Manolo Vázquez y el madrileño Ramón Solano “Solanito”, que meses antes había tomado la alternativa con Manolo Vázquez de padrino. “Solanito” terminaría su carrera de banderillero a las órdenes de Efraín Girón. Manolo Vázquez, gran figura del toreo y aunque sevillano de cuna fue un madrileño de corazón.
Otras tardes memorables de Curro en Las Ventas de Madrid fueron:
15 de mayo de 1959. Dos orejas al segundo toro de la ganadería del duque de Pinohermoso. Alternó esa tarde con Antonio Bienvenida y Luis Segura. Curro Girón salió a hombros por la Puerta Grande.
30 de mayo de 1959.Feria de San Isidro. Toros de Juan Cobaleda. Una oreja a su primero y vuelta al ruedo, en su segundo.
21 de mayo de 1961. Toros de Pablo Romero, Curro Girón cortó una oreja, alternando con Gregorio Sánchez y Jaime Ostos.
8 de junio de 1961. Corrida de la Beneficencia, con la presencia del Jefe de Estado, Generalísimo Francisco Franco y su esposa Carmen Polo de Franco. Toros de Samuel Flores. Triunfo grande una oreja en el primer toro y las dos orejas del segundo. Curro Girón fue el triunfador, saliendo a hombros por la Puerta Grande.
22 de junio de 1961. Corrida del Montepío de Toreros, toros de Barcial Cobaleda. Alternaron Gregorio Sánchez, Curro Girón y Santiago Martín “El Viti”. Los tres toreros fueron premiados cada uno con una oreja, fueron ovacionados y sacados a hombros. Curro Girón cortó una oreja en su primero y escuchó palmas en su segundo.
06 de julio de 1961. Corrida de la Prensa con Diego Puerta y Curro Romero, lidiando reses de la ganadería de Doña María Teresa de Oliveira.
14 de junio de 1962. Plaza Monumental de Las Ventas de Madrid. Corrida a beneficio del Montepío de Toreros. Se lidiaron toros de la ganadería de don Antonio Pérez de San Fernando para los diestros Gregorio Sánchez, Curro Girón y Santiago Martín “El Viti”. Curro Girón le realizó una gran faena al quinto toro, cortándole una oreja, siendo el triunfador esa tarde. Los tres espadas torearon de manera desinteresada apoyando esa noble causa. Curro Girón siempre estuvo dispuesto a torear a favor de los más necesitados, colaborando con las instituciones benéficas.
4 de julio de1963. Corrida de la Prensa. Toros de Alipio Pérez- Tabernero Sanchón para César Girón, Pedro Martínez “Pedrés”, Curro Girón y Curro Romero. Los toreros escucharon ovaciones toda la tarde. Curro Girón cortó una oreja a cada uno de sus toros, saliendo a hombros de la multitud por la Puerta Grande.
14 de junio de 1962. Corrida del Montepío de Toreros, toros de don Antonio Pérez de San Fernando para Gregorio Sánchez, Curro Girón y Santiago Martín “El Viti”. Curro Girón le realizó una gran faena al quinto toro, cortándole una oreja, siendo el triunfador esa tarde.
15 de mayo de 1967. Toros de Pablo Romero para Rafael Ortega, Curro Girón y Manuel Cano “El Pireo”. Curro Girón, a su primer toro, le cortó una oreja. Luego, al quinto toro de la tarde lo toreó muy bien, matándolo de una gran estocada, sin puntilla, premiándose su labor con una oreja. Fue el triunfador esa tarde, saliendo a hombros por la Puerta Grande.
En el registro de Nelson Arreaza tenemos que Curro Girón toreó 33 tardes en Las Ventas, cortó 22 orejas y mató 66 toros. Curro Girón salió cinco veces a hombros en Madrid.
Con semejante pergamino ¿Habrá quien dude que Curro Girón tuvo bien ganada la jerarquía de figura del toreo?
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