El Tribunal Constitucional ha
dictado una sentencia en la que anula los artículos más restrictivos de la ley
de regulación de las corridas de toros y de protección de los animales en las
Islas Baleares, coloquialmente conocida como la ley de toros «a la balear».
Dicha norma había sido aprobada por el Ejecutivo que preside la socialista
Francina Armengol.
Según ha podido saber ABC de
fuentes del tribunal, la sentencia ha contado con los votos particulares
de Cándido Conde-Cumpido, María Luisa Balaguer, Juan Antonio Xiol y Fernando
Valdés.
La sentencia -con fecha del 13 de
diciembre-, a la que ha tenido acceso este periódico, indica que «la ley de las
Illes Balears efectúa una regulación con tal grado de divergencia o separación
del uso tradicional que hace imposible reconocer las características nucleares
de la corrida de toros que ha protegido el Estado». Y añade: «La Ley 10/2015,
de 26 de mayo, para la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial,
establece como principio general de las actuaciones de salvaguardia la
evitación de "las alteraciones cuantitativas y cualitativas de
sus elementos culturales" (art. 3, letra h). La desaparición de dos
de los tres tercios de la lidia tradicional, unida a la obligación de devolver
al toro a los corrales sin darle muerte, hacen de los preceptos impugnados, a
los que se atribuye carácter imperativo, un ejercicio competencial no ajustado
a la Constitución en cuanto menoscaba la competencia estatal».
Cabe recordar que el 28 de
noviembre del pasado año, el Constitucional había admitido a trámite el recurso
presentado el 10 de noviembre por el Gobierno central contra «determinados
preceptos» de la citada ley. Dicha norma, que fue aprobada en julio del pasado
año y entró en vigor un mes después, no prohibía expresamente las corridas de
toros en el Archipiélago, si bien establecía que no se podía maltratar, herir o
matar a las reses.
El propósito implícito de la ley
promovida hace un año y medio por el PSOE, MÉS por Mallorca, MÉS por
Menorca y Podemos era, esencialmente, desnaturalizar el sentido de la
Fiesta. Las citadas formaciones confiaban en que los aficionados, poco a poco,
acabarían desistiendo de ir a presenciar los espectáculos taurinos en los
restrictivos términos fijados por la Cámara autonómica y avalados luego por el
Gobierno de Armengol.
Cabe recordar que al comienzo de
la actual legislatura autonómica el propósito inicial del PSOE, MÉS y Podemos
era prohibir por vía legislativa las corridas de toros en Baleares. Con ese
objetivo, el Parlamento regional comenzó a tramitar una reforma de la Ley de
Bienestar Animal, que había aprobado el PP en 1992.
Esa incipiente iniciativa
legislativa fue abandonada tras conocerse en octubre de 2016 el dictamen del
Constitucional contrario a la prohibición de los toros en Cataluña. Fue en ese
momento cuando el PSOE, MÉS y Podemos decidieron empezar a redactar una ley
completamente nueva, que es la que fue aprobada en julio del pasado año, con la
oposición del PP y Ciudadanos.
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