Arturo Macías, un torero que evolucionó hacia la maestría y la madurez. (FOTO EDMUNDO TOCA) |
Aunque
los toros no se lidien con el nombre de Reyes
Huerta, tampoco hierro y divisa, ayer recordamos a don Reyes Huerta Velasco y a nuestro muy apreciado Abraham Ortega. Alquimistas de aquellos toros que, gracias al
atrevido Cayetano Pastor, crearon la
plataforma taurina sobre la que se erigió el edificio que habitó por casi medio
siglo la Fiesta de los Toros en Venezuela.
José Arturo, o Pepe Huerta, como lo conocí cuando vino a Caracas con don Reyes y
Abraham, sabe lo que me refiero. Gracias a los toros de Reyes Huerta, Pastejé, Garfias,
Torrecilla, El Rocío, La Laguna, Piedras Negras, Santo Domingo … En fin, gracias a un variado puñado
de ganaderías que le abrió las puertas a Manolo Martínez, Eloy Cavazos, Curro Rivera que entre otros, los toreros de México lograron entronizarse
como no pudieron haberlo hecho antes Armillita, El Soldado, Procuna o Silverio,
Ases de la Edad de Oro del toreo mexicano que se introdujeron en el ánimo del
aficionado criollo escribiendo su historia con ganado colombiano de Vistahermosa, Mondoñedo, Aguas Vivas, Clara
Sierra ...
Fueron los
toros de las ganaderías mexicanas los que pusieron sobre el paño de la
competencia a los toreros de México, frente a sus rivales españoles y
venezolanos. Toros que hicieron de las plazas venezolanas escenario de reñida competencia
y fueron clave para el desarrollo de plazas de toros monumentales. Gracias a la
pasión taurina que sembraron en el surco de la afición venezolana. Se sembraron
ganaderías de bravo, más de 30 llegaron
a integrar la cabaña brava venezolana.
Su base
no fue de la vacada mexicana, porque el egoísmo, o la avaricia, no sé cuál
sería el pecado de los propios ganaderos de México, creyeron que España no se
interesaría en sembrar sus toros en suelo sudamericano y por ello no se interesaron en el surco en tierras
de Sudamérica para sembrar la maravillosa semilla del toro azteca.
España sí
lo hizo, y sembró sus toros en Colombia, en el Perú, en Ecuador y Venezuela.
Ayer en
la México la competencia se vivió con los toros del encaste de Saltillo
mexicano. Cuatro toros de Reyes Huerta y
dos de procedencia parladé, Salvador Domecq, de Arturo Gilio. Interesante competencia que sí llegó a los
aficionados … Por cierto, ayer también en Venezuela recordamos a Rafael Muñoz
“Chito”, uno de los muchos toreros mexicanos que torearon en Caracas, pero
Chito lo hizo impuesto por los ganaderos mexicanos como una especie de impuesto
a la empresa venezolana y en esa forma satisfacer a la ASsociación de
Torferos. Antes del festejo de ayer nse
guardó un minuto de silencio como homenaje a Chito Muñoz, que una tarde toreó con
El Cordobés en el Nuevo Circo.
El Cordobés lidiaría en segundo y cuarto lugar
sus toros. Era la formula para poder
bajar a tiempo al aeropuerto y tomar el
vuelo de Viasa a Lima. “Chito” en su toro estuvo bien, no le cortó la oreja
pero dio una vuelta al ruedo, luego otra y, cuando comenzaba la cuarta Benítez
lo detuvo y le dijo que si le hacía perder el vuelo al Lima “le voy a dar dos
ostias”.
Ayer en
la México el rejoneador Andy Cartagena
fue recibido con justificado afecto porque reaparecía tras aquella tarde histórica,
cuando se convirtió en el primer rejoneador en indultar un toro en la Monumental.
Un toro de Reyes Huerta, aquel bravo cárdeno, Copo de Nieve, que pastará hoy,
imaginamos, en cerrados poblanos. Cartagena le cortó una oreja a su segundo
toro, también con el hierro y divisa de José Arturo Huerta.
La
rivalidad se centró en Arturo Macías y Leo Valadez, dos toreros que representan
dos generaciones diferentes: Macías se hizo a trancazos en su emocionantes
inicios, llegando a abrir la Puerta Grande de la Plaza México en distintas
oportunidades. Valadez, de íntegra formación española representa una generación
diferente a las tradicionales en México, como bien lo demostró ayer.
Gratamente
nos impresionó Arturo Macías. Cuajado, expresando reposo en su toreo como el
artista en que se ha convertido. Faena
reposada, de impacto desde que se abrió
de capa con el toro de Pepe Huerta que toreó estupendamente, dejando naturales
sembrados y templados. Escuchó un aviso, porque se excedió con la muleta y el
toro poblano quedó como andariego desorientado apencándose en tablas de donde
no lo pudo sacar Arturo. Buena la impresión.
A Valadez
le vimos el año pasado, y entre aquel y el de ahora hay un trecho de formación.
Lapso aprovechado por un torero interesante, que es variado injertando sus
letras españolas con su convicción mexicana. Le cortó la oreja al buen toro de
Arturo Gilio, un toro que aprovechó intensamente y al que le cortó una oreja
muy importante.
FICHA DEL FESTEJO
25 de
noviembre, Plaza de Toros México. Tercera corrida de la Temporada Grande
Internacional 2018 – 2019
Toros
de Reyes Huerta y Arturo Gilio; justos de presentación entre los
que destacó el lidiado en segundo lugar, de José Arturo Huerta y de nombre ‘Bien
Querido’
Andy Cartagena, rejoneador; Silencio y
Oreja.
Arturo Macías; Ovación tras aviso y
Silencio.
Leo Valadez; Palmas y Oreja.
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