lunes, 26 de noviembre de 2018

MÉXICO Y LA GRATA COMPETENCIA Por EL VITO DirecTV / Caracas

Arturo Macías, un torero que evolucionó hacia la maestría y la  madurez. (FOTO EDMUNDO TOCA)



 Aunque los toros no se lidien con el nombre de Reyes Huerta, tampoco hierro y divisa, ayer recordamos a don Reyes Huerta Velasco y a nuestro muy apreciado Abraham Ortega. Alquimistas de aquellos toros que, gracias al atrevido Cayetano Pastor, crearon la plataforma taurina sobre la que se erigió el edificio que habitó por casi medio siglo la Fiesta de los Toros en Venezuela.
José Arturo, o Pepe Huerta, como lo conocí cuando vino a Caracas con don Reyes y Abraham, sabe lo que me refiero. Gracias a los toros de Reyes Huerta, Pastejé, Garfias, Torrecilla, El Rocío, La Laguna, Piedras Negras, Santo Domingo  … En fin, gracias a un variado puñado de ganaderías que le abrió las puertas a Manolo Martínez, Eloy Cavazos, Curro Rivera que entre otros,  los toreros de México lograron entronizarse como no pudieron haberlo hecho antes  Armillita, El Soldado, Procuna o Silverio, Ases de la Edad de Oro del toreo mexicano que se introdujeron en el ánimo del aficionado criollo escribiendo su historia con ganado colombiano de  Vistahermosa, Mondoñedo, Aguas Vivas, Clara Sierra  ...

Fueron los toros de las ganaderías mexicanas los que pusieron sobre el paño de la competencia a los toreros de México, frente a sus rivales españoles y venezolanos. Toros que hicieron de las plazas venezolanas escenario de reñida competencia y fueron clave para el desarrollo de plazas de toros monumentales. Gracias a la pasión taurina que sembraron en el surco de la afición venezolana. Se sembraron ganaderías de bravo, más de 30  llegaron a integrar la cabaña brava venezolana.

Su base no fue de la vacada mexicana, porque el egoísmo, o la avaricia, no sé cuál sería el pecado de los propios ganaderos de México, creyeron que España no se interesaría en sembrar sus toros en suelo sudamericano y por  ello no se interesaron en el surco en tierras de Sudamérica para sembrar la maravillosa semilla del toro azteca.
España sí lo hizo, y sembró sus toros en Colombia, en el Perú, en Ecuador y Venezuela.

Ayer en la México la competencia se vivió con los toros del encaste de Saltillo mexicano. Cuatro toros de  Reyes Huerta y dos de procedencia parladé, Salvador Domecq, de Arturo Gilio.  Interesante competencia que sí llegó a los aficionados … Por cierto, ayer también en Venezuela recordamos a Rafael Muñoz “Chito”, uno de los muchos toreros mexicanos que torearon en Caracas, pero Chito lo hizo impuesto por los ganaderos mexicanos como una especie de impuesto a la empresa  venezolana y  en esa forma satisfacer a la ASsociación de Torferos.  Antes del festejo de ayer nse guardó un minuto de silencio como homenaje a Chito Muñoz, que una tarde toreó con El Cordobés en el Nuevo Circo.
 El Cordobés lidiaría en segundo y cuarto lugar sus  toros. Era la formula para poder bajar a tiempo al aeropuerto  y tomar el vuelo de Viasa a Lima. “Chito” en su toro estuvo bien, no le cortó la oreja pero dio una vuelta al ruedo, luego otra y, cuando comenzaba la cuarta Benítez lo detuvo y le dijo que si le hacía perder el vuelo al Lima “le voy a dar dos ostias”.

Ayer en la México el rejoneador Andy Cartagena  fue recibido con justificado afecto porque  reaparecía tras aquella tarde histórica, cuando se convirtió en el primer rejoneador en indultar un toro en la Monumental. Un toro de Reyes Huerta, aquel bravo cárdeno, Copo de Nieve, que pastará hoy, imaginamos, en cerrados poblanos. Cartagena le cortó una oreja a su segundo toro, también con el hierro y divisa de José Arturo Huerta.
La rivalidad se centró en Arturo Macías y Leo Valadez, dos toreros que representan dos generaciones diferentes: Macías se hizo a trancazos en su emocionantes inicios, llegando a abrir la Puerta Grande de la Plaza México en distintas oportunidades. Valadez, de íntegra formación española representa una generación diferente a las tradicionales en México, como bien lo demostró ayer.

Gratamente nos impresionó Arturo Macías. Cuajado, expresando reposo en su toreo como el artista en que se ha convertido.  Faena reposada, de  impacto desde que se abrió de capa con el toro de Pepe Huerta que toreó estupendamente, dejando naturales sembrados y templados. Escuchó un aviso, porque se excedió con la muleta y el toro poblano quedó como andariego desorientado apencándose en tablas de donde no lo pudo sacar Arturo. Buena la impresión.
A Valadez le vimos el año pasado, y entre aquel y el de ahora hay un trecho de formación. Lapso aprovechado por un torero interesante, que es variado injertando sus letras españolas con su convicción mexicana. Le cortó la oreja al buen toro de Arturo Gilio, un toro que aprovechó intensamente y al que le cortó una oreja muy importante.



FICHA DEL FESTEJO

25 de noviembre, Plaza de Toros México. Tercera corrida de la Temporada Grande Internacional 2018 – 2019
Toros de Reyes Huerta y Arturo Gilio; justos de presentación entre los que destacó el lidiado en segundo lugar, de José Arturo Huerta y de nombre ‘Bien Querido’ 

Andy Cartagena, rejoneador; Silencio y Oreja. 
Arturo Macías; Ovación tras aviso y Silencio. 
Leo Valadez; Palmas y Oreja. 


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