En el marco del aniversario de la
capital yaracuyana
Vanegas y Currito, cartel de ambiciones
en San Felipe
Con ansias de triunfos regresa desde la capital madrileña Curro Ramírez, tras su paso triunfal en agosto pasado en Táriba. Foto: RDV |
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
En el desierto de festejos que vivimos
desde hace un par de años, cuando por estos días era común estar enfocados a lo
que sucedía por ruedos tan trascendentales como Valencia y Maracaibo, en un no
lejano pasado, este domingo otra capital toma el relevo protagónico de las
mencionadas anteriores, como es San Felipe, que este año ha vuelto ver fiesta
brava en sus adyacencias, en lo que ha sido un gran triunfo para el toreo
yaracuyano, tras poco manos de tres años cerradas sus opciones, por cacicadas
del alcalde anterior, que poco o nada le ha valido.
Esta tarde hacen el paseíllo en el
portátil ruedo El Progreso, dos espadas andinos de estilos muy distintos, pero
con el común denominador de la ambición de transcender con un triunfo que llame
la atención a las empresas que poco o nada le han tomado en cuenta en los
últimos meses en las ferias de mayor relevancia. Un claro llamado de atención
saldrán a demostrar, lo que le avale la veteranía del fornido Vanegas, quien
tuvo su tiempo y momento; y el arte, clase, y profundo concepto de Curro Ramírez,
macerado por el paso del tiempo y la madurez de quien ha sabido mantener la
afición y paciencia en poco más de diez años de su doctorado. Plazas como
Tovar, Mérida y San Cristóbal son la meta del menudo coleta de Tovar, de quien
los taurinos estaremos pendientes.
Remata cartel la actuación del novillero
tachirense Rando Miguel, savia nueva que debe igualmente aprovechas las escasas
opciones que hay en el circuito taurino venezolano para dejarse ver, y más para
los novilleros nuestros en este instante.
Los toros a lidiarse serán del hierro
local de Don Juan Campolargo, divisa que se ha mantenido con el paso de los
años en el gusto y regularidad de toreros y aficionados, que supone la
selección el trabajo arduo y meticuloso de sus responsables, entiéndase criador
y mayoral, en la persona del siempre afable Gilberto Álvarez. Esperemos que los
pupilos suyos embistan y ofrezcan la emoción que esperemos anhela la masiva
presencia de aficionados que se harán presentes.
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