miércoles, 10 de octubre de 2018

EL TOREO TRIUNFÓ EN VALENCIA EN HISTÓRICA JORNADA DE LA FUNDACIÓN TORO DE LIDIA

 

Histórica jornada para la Fundación Toro de Lidia. De la pasión de los recortadores al exitoso compromiso de Bohórquez, Ponce, El Juli, Manzanares, Román, Lorenzo y Borja Collado.

Pese a la lluvia y las bajas cainitas, la plaza de toros Valencia registró un entradón. A nada del lleno. El festival organizado por la Fundación del Toro de Lidia fue más exitoso en el ruedo, en los tendidos y en los despachos políticos que en su bochornosa intrahistoria. Los beneficios irán destinados a la entidad organizadora y a la Fundación de Oncohematología Infantil.

En torno a la cita vespertina con las máximas figuras del toreo -Enrique Ponce, El Juli y Manzanares-, se dieron muchas cosas: una mañana vibrante con los recortadores a cuerpo limpio con su amor al toro. Y en torno al espectáculo popular las apabullantes cifras de los bous al carrer en la Comunidad Valenciana de un estudio elaborado por la Universidad de Valencia.

Los representantes de la FTL mantuvieron estos días reuniones con políticos del PSOE, PP, Ciudadanos y Compromís. Todo ha sido un triunfo. 

Fermín Bohórquez descorchó la tarde cortando la oreja de un toro cinqueño de su propio hierro. Templada, clásica y torera la actuación del jerezano.

Enrique Ponce acarició a la verónica a un cinqueño de Daniel Ruiz, con clase pero sin fuerza. Preciosa la media y la larga cordobesa del broche. Firmó un hermoso quite por chicuelinas. Con la muleta, suavidad suprema del maestro, sedoso y sutil. (Dos orejas). 

El Juli hizo rugir la plaza con las lopecinas. Prologó con estatuarios y un pase del desprecio colosal. Mando y lentitud en redondo. Una serie al natural, en una baldosa, fue cumbre. Hegemonía absoluta del mandamás. Torería y repertorio. Clarividencia del toreo dilucidado. Bueno y a más siempre el garcigrande, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. (Dos orejas). 

Manzanares logró sobreponerse al flojo novillo de Cuvillo, que fue a más en buena parte por el buen trato del alicantino. (Oreja). 

Román firmó un quite notable y frondoso. Chicuelinas, tafallera, caleserina, media y larga. Quieto como un palo. Bravo de verdad el toro de Juan Pedro. A veces faltó limpieza pero siempre hubo intensidad y variedad. Ceñidísimas las bernadinas finales. Su espada no funcionó como las de sus compañeros. (Oreja). 

Álvaro Lorenzo evidenció el clasicismo de su buen corte. Muleteó con templanza y cadencia. Torero de excelso gusto, novillo de dulce nobleza de Daniel Ruiz. Faena de delicada sutileza y una espada contundente. (Dos orejas). 

El novillero Borja Collado se fue a portagayola. Luego una larga y un farol, de rodillas. Asunción de su rol con un complicado utrero de Fuente Ymbro. Emotivo el brindis a sus compañeros de cartel, la gente en pie. Era la imagen del triunfo de la unión del toreo que selló Valencia. Irreprochable su actitud con las duras embestidas. (Dos orejas). Tiene todo el presente para perseguir su sueño, el futuro y las Fallas de 2019. Cuando querrán estar todos. Los que dieron la cara este martes y los que no.

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