Víctor José López
EL VITO
Esta madrugada falleció en Caracas un adalid de la Fiesta de los Toros. Se ha marchado Clementina Octavio, guía de la causa taurina y valiosa ciudadana venezolana que dedicó su vida, sin estridencias, a sembrar patria en los corazones de los niños y de los abandonados por la justicia víctimas de la persecución política.
Clementina Octavio infatigable luchadora por los derechos de la mujer, vivió hasta conquistar junto a un ramillete de patriotas venezolanas el Derecho al Voto para la Mujer Venezolana. Fundó escuelas, condujo movimientos en defensa de los animales sin contradicciones por ser taurina cabal. Aficionada apasionada y entendida…
En fin, una venezolana sin tacha, un ejemplo de vida.
En fin, una venezolana sin tacha, un ejemplo de vida.
Clementina, simplemente Clementina como gustaba le llamaran, desde muy niña abrazó causas en pro de una sincera y auténtica Justicia Social. Lo hizo desde su cuna larense cuando de niña descubría en las plazas de toros de su Barquisimeto la Fiesta, hasta la formación de su hogar caraqueño en compañía de su esposo, compañero y amigo, Andrés Octavio.
Taurina "hueso colorado", paladín de la causa de la defensa de los Animales. Tomó posiciones de combate sin falsas posturas y sí con actividad permanente y sincera porque fue mujer de avanzada yendo mucho más allá más allá del fanatismo en el que hoy se sumergen los hipócritas que abrazan la persecución de la fiesta de los toros.
Como aficionada apoyó a los hermanos Girón, siendo Curro su consentido, siguió en España y América los pasos de Manolo Vázquez, su amigo, y de Antonio Ordóñez, por quien vivió su más pintoresca aventura taurina. Organizó el maestro Ordóñez en Ronda la primera de las históricas Corrida Goyesca en la Maestranza. Clementina que estaba ella en Madrid, se puso al frente del volante de un viejo auto y sin levantar sospechas abandonó el Hotel Velázquez donde se hospedaba con su padre. Eran los días del Verano Sangriento, quella época terrible para la comunicación entre los pueblos de España. Con su corazón redoblado en emociones cruzó la piel del toro de noche y de madrugada, manejando sin detenerse, hasta llegar a Ronda. Fue la tarde de César Girón de Venezuela. La tarde de la Goyesca de 1954, que se recuerda por haber sido la primera y por el triunfo del caraqueño que fue base de cartel junto a Antonio Bienvenida y Cayetano Ordóñez. Tarde recordada con una placa en Ronda, y por el relato enterado de Clementina a quien la travesura le valió una reprimenda sin que pudiera evitar que por el resto disfrutar de su recuerdo de emociones.
Hoy sus amigos, los de la Tertulia de Clementina en Los Chorros, sentimos profundamente su partida. Es un sentido adiós a una gran mujer, extraordinaria venezolana, ciudadana de acción y de ejemplo que nos deja en el disparate contra el que luchó infatigable en el en el ruedo de la política que se ha convertido Venezuela.
Mañana lunes 17 de octubre será el sepelio de los restos mortales de un alma que hoy se habrá sentado a la diestra del Dios Padre.
No me cabe la menor duda.
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