El pobre trapío
de San Antonio
Orellana y Luque colocan contenido a una
Goyesca salvada in extremis
Ambos toreros saldrían
en hombros tras desorejar los últimos dos toros del envío, los más potables,
ante un público eufórico por la gran actuación y entrega de los mencionados matadores.
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Fotos: RDV
TOVAR, Mérida (Enviado
Especial).- La corrida que había despertado mayor expectación no defraudo en la
taquilla. Se registraría una de las mejores entradas de feria que se recuerden
en los últimos años, y eso que la cosa no está muy buena económicamente que
digamos por esto predios. Pero la gente apostaba por el cartel más llamativo en
el papel, como era la singularidad de ver la Goyesca que por vez primera se
realizaba en el ruedo tovareño.
EL ARMA DE LOS ANTITAURINOS |
Los toros a lidiar eran
de una de las ganaderías que mayores expectativas había levantado los últimos
años en la cabaña brava nacional. Venía a debutar en la Sultana del Mocotíes para
quitarse el mal sabor de los encierros lidiados en San Cristóbal y Mérida,
donde literalmente este año fueron un petardo sus pupilos. Y no serían la
excepción si para tal efecto ayer salvaron el honor de la divisa «Lanzador» y
«Granada», los últimos dos ejemplares de la función, pues los demás fueron un
muestrario de falta de raza, fuerzas y en especial el trapío escrupuloso que
debe de imperar en tardes de tanta transcendencia como estas, donde todas las
miradas están centradas en el ruedo.
Una pena que quienes
deben de mantener el honor y respeto de esta fiesta primordialmente, como es el
ganadero de reses bravas (palabras mayores) parece ser no que tome en
consideración ni le importe esta circunstancia. Vendrán el rosario de
justificaciones, que no valen cuando al aficionado le exigen que pague
completo, por adelantado en taquilla por un espectáculo que debe ser pulcro con
el rey de la fiesta primordialmente.
La tarde la abrió
Rafael Orellana con un animal el cual tuvo que cuidar más de la cuenta, ante
las endebles fuerzas con las que sostuvo su escaso esqueleto y musculatura. Por
alto, en suaves tandas por la mano diestra ligaría series cortas Orellana,
aliviando las embestidas del animalito, al que no le pudo ligar serie por la
zurda, en la única que intentó, pues más acentuada era sus limitaciones, corto
de viaje y a la defensiva. Al cuarto viaje con el acero le despachó sin mucho
eco.
Similar historia
sostuvo su dilatada e insípido trasteo con el segundo del lote, ejemplar al que
le quiso lucir con la ambición del triunfo, pero que poco o nada transmitía su
desangelada condición para embestir a las telas, donde se pasó de metraje por
ambos pitones, en labor más a la galería que ortodoxa en su estructura.
Pero lo más completo y
meritorio de actuación vino en el que cerró lote, animal generoso en la
distancia, temple y especial firmeza de terrenos con la que el espigado diestro
se jactó en pasárselo por ambos pitones, en especial por la mano diestra, en
series de hasta 7 u 8 muletazos, ligados en un palmo de terreno, a la vera del compás
del pasodoble torero y las ovaciones de los presentes. Desde su mismo recibo de
capa, en sedosos lances a la verónica, para luego en banderillas compartiendo
buen tercio con Luque, hasta la completa y larga faena de muleta, fue una
actuación donde se ha visto la dimensión de un torero maduro y sobre todo más
asentado como lo demostró ante sus paisanos Rafael Orellana. El volapié con la
que se fue tras la espada, dejando media fulminante ligeramente trasera, valió
para el corte de las dos orejas, pedidas por unánime voluntad del soberano.
Por su parte Daniel
Luque venía con la “mosca en la oreja” tras la tarde anterior habérsele ido el
triunfo por la espada. Su primero, sobrero tras inutilizarse el titular, no
sería un dechado de fuerzas, observándosele a Luque sobrado, relajado, como si
estuviera entrenando de salón. Y con tal genero bovino poco fue su eco en los
tendidos a la espera de un poco más de emoción.
Tras el ecuador del
festejo, mayor voluntad y en especial inspiración se le vio al espada de Gerena
tras pechar con las nobles, dulces y pastueñas embestidas del astado al que
llevo por donde quiso, tanto por la diestra como por la zurda, imprimiendo
muletazos de gran plasticidad, con entradas y salidas entre tanda y tanda
propias del repertorio sevillano, molinetes, trincherazos, pases de las flores,
y las personales luquecinas, formaron parte del menú muleteril, para luego
dejar espadazo trasero y tendido, serle premiado con una oreja, con sus
reticencias por parte de los más puristas.
El que cerró función
puso en evidencia el gran bagaje, técnica y sobremanera dimensión artística de
un torero de abrumador recorrido para toritos de este calado. Lució fácil, en
series preñadas de arte, llevándole a las alturas, distancias, temple y
terrenos propios para exponer y exponenciar las bondades de un astado noble de
manera superlativa por ambos pitones, desatando pasiones y ovaciones en los
tendidos. No lo pensó para cuadrar, perfilarse e irse en corto y por derecho
con la espada, para dejar estocada entera, ligeramente traserita, cortando las
dos orejas y dársele la póstuma vuelta al ruedo al torito, entre la algarabía
de un público emocionado con la capacidad y torería de ambos espadas por
ofrecer lo mejor de sus tauromaquias.
LA REINA DE LA FERIA Y EL GRAN JOHAN SANTANA, TODO UN CABALLERO Y UNA HERMOSA TOVAREÑA |
Finalizaba así una
tarde de toros, donde tal vez el único pero fue eso, el toro… una pena que
muchos no le den importancia a quien quita y pone en este apasionante arte,
donde precisamente el de las cuatro hierbas, el que impone respeto, se le falte
inmisericordiosamente eso… y al aficionado, que es quien se retracta también.
FICHA DEL FESTEJO
Con poco más de tres
cuartos de plaza (aproximadamente 5500 personas) en tarde agradable soleada y
ventosa, se han lidiado siete toros de las ganaderías trujillana de San Antonio
(Edgar Varela) el 2º como sobrero de uno de sus hermanos tras inutilizarse en
el ruedo, en su conjuntos anovilladados, faltos de remate, escurridos de
carnes, descaradamente manipulados de pitones, el cual han adolecido de fuerzas
en distinto grado, acompañados de nobleza, destacando los corridos en 5º y 6º
lugar, este último premiado con la vuelta al ruedo, de nombre «Granada» N°58 de
465 kilos.
Rafael Orellana, de
malva y pasamanería azabache, silencio, silencio y dos orejas.
Daniel Luque, de blanco
y pasamanería azabache, silencio, una oreja y dos orejas.
Destacaron en las
banderillas Carlos Pizutto y en la puntilla Eliecer Paredes.
Plaza de Toros Coliseo
El Llano de Tovar. Segunda corrida la Feria de la Virgen de Regla 2018. *** La
corrida comenzó nuevamente con un retraso de 30 min a lo estipulado. *** Previo
al festejo se hizo reconocimiento a los diestros retirados Tomás Campuzano y
Nerio Ramírez “El
Tovareño”, quienes integraron el cartel que hace 26 años inauguró esta plaza.
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