Cornada de 20 centímetros a Javier Castaño al entrar a matar en Pamplona
Se encuentra fuera de peligro; también resultó cogido Gonzalo Caballero. Emilio de Justo corta una oreja
Segunda corrida y segunda cornada: las dos, al entrar a matar. Esta tarde, Javier Castaño sufre una herida de 20 centímetros en la fosa ilíaca derecha, de pronóstico grave, con destrozos; felizmente, no afecta a órganos vitales. Los toros de Escolar, de encaste Albaserrada, cárdenos, serios, de juego variado; en general, con dificultades.Emilio de Justo corta una oreja, en una seria actuación, roza el triunfo grande. Con el peor lote, Gonzalo Caballero se libra por poco de otro percance.
Javier Castaño alcanzó justa fama por su empeño de mostrar la lidia completa; luego, por el coraje con que ha superado una grave enfermedad. El primero le raja de arriba abajo la banda de la taleguilla, como con una cuchilla de afeitar, en el segundo capotazo. (Saluda, en banderillas, Joao Ferreira, en sus dos toros). Por la derecha, el toro es noble, le permite templados muletazos. Faena clásica, medida, de un diestro maduro, mal rematada, porque el toro se ha lesionado en una mano. El cuarto va y viene, no se entrega. Castaño muestra su oficio pero, a la hora de matar, el toro le espera, lo hiere, con varios derrotes, y lo desnuda. Logra la estocada Emilio de Justo.
Debuta aquí este torero, que está triunfando, con hierros duros. En el segundo, impone su mando al segundo, rebrincado, en una labor de mérito, refrendada por una gran estocada: sólo ella merece ya la oreja. Lidia bien al quinto, que corta mucho en banderillas: valentísimo, Ángel López. Brinda a El Fundi. Vuelve a estar firme y capaz, con un toro complicado, que no le deja pasar, con la espada. No redondea el triunfo pero deja muy buena impresión.
Gonzalo Caballero posee un estoico valor, ha sufrido no pocos percances. El tercer toro flaquea, parece lesionado, se raja, a tablas, no permite lucimiento. Mata bien a la segunda: es lo único que ha podido aplaudir su amigo Felipe Froilán, en una contrabarrera. El último, alto y serio, pega arreones, es muy complicado. Caballero se queda quieto y sufre una fuerte voltereta (quizá, un puntazo). Se la juega de verdad, sin brillo, y logra una buena estocada.
Más allá del bullicio de los mozos, la seriedad de los toros que aquí se lidian da verdadera importancia a lo que sucede en el ruedo: sangre y triunfo, en este caso. La noticia del percance de Padilla ha causado especial sensación en Pamplona, donde tanto se le quiere: aquí nació su leyenda de «Pirata». Está anunciado para despedirse de esta Plaza el viernes 13; si consigue torear, esa tarde, el acontecimiento será extraordinario.
Tuvo que acabar con el toro Emilio de Justo, que antes había cortado una oreja al segundo de la tarde. Completa el cartel Gonzalo Caballero, que acaba de sufrir una cogida mientras torea de muleta al sexto.
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