MURIÓ NUMERITO ARREAZA por Víctor José López EL VITO

LA FOTO DE VIELMA LO DIBUJA EN LOS ÚLTIMOS DÍAS EN SU CASA

EL VITO

Anoche falleció en Caracas quien sin haber pisado un ruedo le entregó la vida a la Fiesta de los Toros. Murió Nelson Arreaza, “Numerito”, a quien la fiesta de los toros, los aficionados, toreros ganaderos y empresarios, jamás tendremos cómo pagarle la deuda generada por su arduo y frenético trabajo en la investigación y el ordenamiento de la melé, la confusión del planeta taurino, su apasionada labor de investigador que, con brillantez, fracasó en su intento por ordenar la pasión que en Venezuela viste de indiferencia.

Venía Nelson muy delicado de salud. Guardaba reposo en su hogar materno, allá en Santa Fe. Lo hizo bajo el atento cuidado de su madre y de su hermana , quienes con amoroso carácter, siempre buscando su beneficio le impedían continuar en su afán de poner en orden cada festejo que se realizara en el mundo.

Fue esta mañana, hoy 27 de junio, día del periodista, mancillada profesión en Venezuela, que muy temprano nos enteramos del deceso del amigo gracias a un mensaje de su primo Diego Gil.  Diego, días atrás nos había anunciado la precaria situación de salud de Nelson.

El recordado periodista Oswaldo Pérez Esteves “K-pitalino” le bautizó como “Numerito” -porque Nelson fue el primero en ordenar el desorden de fechas y de números que es el toreo en Venezuela. Apostillaba K-pitalino su ocurrencia con aquello de “Todo Arreaza o es loco o es funcionario público” … 

El loco “Numerito” comenzó sus andadas taurinas a finales de los años sesenta como integrante de diversas peñas taurinas de mucha actividad en Caracas como Los Curracos, La Girondina, la Caracas. Una de ellas, la “Eleazar Sananes” que  organizaba publicaciones, reuniones y sembraba polémica e ideas como nunca antes una peña lo había hecho en Venezuela. 

Y lo hizo con mucha frecuencia,  y lo realizó ordenando la historia ya escrita, Abrió Arreaza caminos, imponiendo un orden a su estilo que fue más que ignorado desatendido por la siempre festiva afición venezolana.

NELSON, EL FUNDADOR DE LA NUMEROLOGÍA EN LA FIESTA DE VENEZUELA

Números “en ristre” Nelson no le hizo caso a la indiferencia, pues para él bastaba con su verdad, la verdad verdadera, para limitar al mundo de los toros que fue su universo. 

Aquellos días, nuestros primeros días como periodistas, abrimos tablas de situaciones en el diario El Nacional. Hablamos de 1967, y nos referíamos a los próximos carteles, los festejos realizados, las ganaderías y sus ejemplares lidiados y lo más importante el escalafón de la temporada. De matadores y de novilleros.  Fue entonces cuando conocimos a “Numerito”. Nos propuso agregar datos y referencias a nuestros humildes escalafones. Lo que aceptamos de inmediato y que hicimos con mucho gusto.

 En la simbiosis nació una gran amistad entre dos personas, lo reconozco, difíciles y tozudas intentando imponer diversos sentidos del toreo.

A partir de 1969 Nelson Arreaza formó parte de la página taurina de Meridiano, incursionando como articulista en  el semanario  Meridiano Magazine, dos informaciones únicas en la historia del periodismo taurino de América por la cotidianeidad de sus reportajes.  Nelson creció y aportó su vocación, disciplina y conocimiento a la Fiesta. Formó parte del equipo  que integramos con Federico Núñez en Venezolana de TV en el programa semanal A los toros en el que participó brevemente como comentarista y, de alma vida y corazón, como productor. 

En las temporadas de 1979 a 1982 trabajó con don Antonio Aragón en la revista Venezuela Taurina y fue para nosotros apoyo fundamental para los libros  Yo Girón, Fragua de Toreros, Solera Brava, las dos biografías de César Girón: “Venezuela vestido de luces” y “Girón” en aquellos días que se desempeñó como corresponsal de la Agencia EFE en Caracas. fue permanente colaborador del Círculo de Periodistas Deportivos de Caracas , aportando datos para los importantes boletines del CPD. Colaboró y fue parte importante de los boletines editados por la Comisión Taurina del Municipio Libertador del estado Mérida con  el manual A los toros los años  1989, 1993, 1994, 1995, 1996, 1997 y 1999). 

Igual ocurrió con festejos como los de la Feria de La Chinita de Maracaibo, La PTJ en Caracas, Feria de La Naranja en Valencia o la historia de la plaza de toros de Maracay resumida en un libro ordenado por un Gobernador sin par, Joseíto Casanova Godoy: Fragua de toreros. En ese libro la participación de “Numerito” fue importantisima.   

En 1985 colaboró en el libro “César Girón entero”, editado por la Peña Taurina “El Gran Girón”, de Maracay. Formó parte del staff del programa taurino “A Los Toros”, de Venezolana de Televisión (1985-1987) junto a Federico Núñez y Víctor José López “El Vito”. ). “A Los Toros” (Manual del Aficionado Taurino: 1989, 1993, 1994, 1995, 1996, 1997 y 1999). Dirigió la desaparecida revista “Clarín Taurino” de Caracas (1990). Fue corresponsal del programa de radio “Clarín”, de Radio Nacional de España (1990-1994). Colaboró en el anuario francés (“Annee Taurine”) y en la revista francesa “Le Courrier de Ceret” (1989, 1990, 1991, 1992, 1993), de Marc Lavie.

Colaboró con el capítulo “Síntesis de año taurino en América” publicado en el libro “En corto y por derecho”, de la colección “La Tauromaquia” de Espasa-Calpe publicado en 1991. Ese mismo año realizó el resumen taurino de la temporada venezolana de 1991 en el “Anuario Taurino” de Bilbao, de Esteban Sánchez y en el Superanuario’92 (El año taurino 1991), de José Luis Carabias.

Pues amable lector, este gigante de la Información Taurina Universal se ha marchado. Hemos perdido un amigo, un soporte, un apoyo cuando la Fiesta de los toros en Venezuela –parafraseando a Ángel Escobar “Bola de Nieve” – es “un barco sin rumbo”.

A la espera que su ejemplo de vida, dedicación y trabajo de Nelson Arreaza “Numerito” nos guíen en la peor de las noches que hemos vivido los venezolanos en la historia de la nación se convierta en una luz más que de esperanza, mucho más que vana ilusión, en ejemplo a seguir para lograr la realidad que hemos perdido.

Gracias por haber vivido, amigo apreciado y admirado.