Muere a los 93 años Ángel Peralta, 'El Centauro de las Marismas'
Desaparece un hombre polifacético que fue capaz de destacar en todo lo que se propuso: Figura cumbre del rejoneo, poeta, caballista, criador de toros y de caballos, apoderado, entre otras ocupaciones
El maestro Ángel Peralta ha fallecido en Sevilla tras una repentino desplome del ritmo cardiaco. Se va un genio que supo disfrutar de una extensa trayectoria plagada de éxitos y muy variados proyectos. Desde el rejoneo, su principal vocación, hasta su amplia obra literaria pasando por destacadas actuaciones como actor protagonista en películas como La Novia de Juan Lucero junto a Juanita Reina y Cabriola con Marisol. Un genio polifacético que será recordado por su brillante carrera y su grandeza humana.
En el mundo del toro se le consideró siempre un señor por lo que se le conocía como don Ángel. Nació en la Puebla del Río (Sevilla) en 1925, municipio bañado por las marismas del río Guadalquivir. Allí comenzó su pasión por el caballo que en seguida ligó a la atracción que sentía por el toro bravo. Su carrera como torero a caballo arrancó en 1945 en la plaza de La Pañoleta de Sevilla.
Se presentó en Las Ventas en el año 48, a partir de ese momento se posicionó en la cumbre de los rejoneadores logrando ser el rejoneador más importante del siglo XX por la intensidad de su larga carrera (55 temporadas en activo) y por el ingente número de suertes que aportó a la lidia a caballo. En los años sesenta logró encabezar el escalafón en varias temporadas, en los setenta comenzó a torear con su hermano Rafael formando collera (que fue una invención suya) y descubriendo a otro rejoneador que marcó un antes y un después: Manuel Vidrié a quién arropó en sus inicios.
La Maestranza disfrutó de su arte en más de cuarenta ocasiones y la afición aún recuerda la faena cumbre de 1971, premiada con un rabo, y la de 1979 por su emoción. En la década de los ochenta continuó alcanzando cifras importantes ya que sumó más de setenta festejos en algunas temporadas. En 1990 sufrió un fuerte percance del que no pudo reaparecer en una corrida pero que no le impidió continuar con su afición ya que participó posteriormente en festivales y montó a caballo hasta que cumplió 88 años.
A lo largo de su trayectoria recibió innumerables galardones y homenajes, los más importantes fueron la Cruz de la Beneficencia en 1979, la Cruz al Mérito Civil en 1992 y la Medalla de Oro a las Bellas Artes en 2013. El escultor Luis Sanguino le inmortalizó con un busto en bronce que se encuentra en el Museo Taurino de La Maestranza de Sevilla.
Si el toreo a caballo ocupó la parte más pública de su vida, el Centauro de Las Marismas también destacó en su obra literaria. Sus inquietudes como escritor alcanzaron una gran variedad de obras. Compuso junto a Manuel Pareja Obregón coplas y soleas así como letras de sevillanas que se han popularizado. Entre sus libros publicados encontramos: Cabriolas (1960), Caballo torero (1971), escrito en colaboración con el pintor Capuletti, Cucharero, Mi sueño con el Pájaro y el Toro(1995), La sabiduría de un jinete (2011), El mundo del caballo y del toro a cielo abierto (2012) y El Centauro de Las Marismas, en el que se relata la historia que Peralta escribió para que Ava Gadner interpretase pero que nunca se llegó a rodar.
Las personas que le trataron disfrutaron de su sensibilidad. Una forma de ser que plasmó en toda su composición poética, como se reconoce en estos versos: "En la distancia te sigo y en la distancia te encuentro / Porque te llevo tan dentro que es así como consigo / Tenerte siempre conmigo abrazada al sentimiento / Te siento en cada momento alimentando ilusiones / Espero las ocasiones que muchas se lleva el viento".
Una forma de ser que no sólo recoge su obra si no también detalles cotidianos como cartas, dedicatorias, etc. En una de las fincas más emblemáticas del campo charro, en San Fernando, impresiona a cualquier visitante una fotografía de Ángel Peralta saltando a caballo una valla de palos de forma espectacular. La dedicatoria, de su puño y letra, dice lo siguiente: "Para don Antonio (Pérez Tabernero) en primavera vida en las camadas sueños de conquista rompen alambradas. Su representante en Andalucía, Ángel Peralta".
Su última ilusión fue la rejoneadora francesa Lea Vicens que lleva más de ocho años instalada en la finca del maestro en Sevilla (Rancho El Rocío). La acompañó a todos sus compromisos profesionales hasta el mes de agosto del año pasado dando un auténtico ejemplo de afición. Y con 87 años llegó a hacer el paseíllo en Nimes a caballo para darle la alternativa de forma simbólica. El mundo del toro despide a un caballero, en la más amplia definición de la palabra.
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