“SI MATAS AL TORO TE PEGO DOS TIROS” / CONDENAN A JULIO APARICIO POR AMENAZAR AL PRESIDENTE DE UN FESTEJO TAURINO
Por SERGIO LORENZO. Cáceres.
«Ten cojones a matar al toro, que como lleguéis a matarlo, te juro que voy para allá y te pego dos tiros, niñatos». Esta es una de las frases que, en tono amenazante, dijo el torero Julio Aparicio al presidente de un festejo taurino.
Ocurrió en la última feria de verano de la localidad cacereña de Madrigalejo. Era la tarde del 19 de agosto de 2017, y hubo un festejo taurino que se componía por dos toros lidiados por el diestro cacereño Emilio de Justo, otros dos para un rejoneador portugués y dos vaquillas para ser toreadas por el público. La sorpresa surgió en el segundo toro de Emilio de Justo, un hermoso ejemplar que dio un juego espectacular al diestro, que se lució con faenas redondas.
Fue tal la calidad del animal que se decidió indultarlo, para regocijo del ganadero, que no era otro que Julio Aparicio, el torero nacido en Sevilla en 1969 que tomó la alternativa a manos de Curro Romero en 1990, con Espartaco como testigo. Julio Aparicio tuvo una gravísima cogida en la Plaza de las Ventas en mayo de 2010, cuando un toro le empitonó por el cuello. Tras cortarse la coleta en mayo de 2012 se ha dedicado a criar toros con su ganadería de Torrealta.
La tarde del 19 de agosto estaba contento con el toro indultado, pero la alegría se convirtió en disgusto cuando hubo que sacrificarlo al no poderlo llevar de regreso a su ganadería. Eso hizo que se enfrentara al presidente del festejo taurino, que era el mando del puesto de la Guardia Civil de Madrigalejo.
Aparicio ha sido condenado por el Juzgado de Instrucción número 1 de Logrosán a 45 días de multa, a razón de 10 euros de cuota diaria. En el caso de que no pague esos 450 euros puede ingresar en prisión 22 días. También se le condena a abonar las costas del juicio. El exmatador recurrió la sentencia a la Audiencia Provincial, que la acaba de confirmar.
En la sentencia a la que ha tenido acceso el diario HOY, se indica que una vez que el toro fue indultado, el animal fue devuelto al camión en el que vino, para ser llevado a la ganadería de Torrealta; pero el conductor se negó al no tener guía de retorno del animal. Julio Aparicio dijo que él se responsabilizaba del traslado, pero no encontró un camión que pudiera llevarlo.
Ante esta situación, los veterinarios de servicio y el presidente del festejo decidieron sacrificar al animal, siguiendo el Reglamento Taurino de Extremadura. El extorero se enfadó y empezó a amenazar al guardia civil que presidía el festejo. Cuando éste le advirtió que estaba cometiendo un delito, y que se dirigía a una autoridad, dijo: «Me importa unos cojones. No sabes con quién estás hablando, niñato, y como tengas huevos a tocar el toro, voy por Trujillo y me acerco a Madrigalejo para pegarte dos tiros. Me da igual que seas guardia civil».
Una vez que se sacrificó al animal, y el presidente se lo comunicó, Aparicio le dijo:«Has matado al toro, espérame que en media hora estoy en la localidad y esto se arregla pegándote dos tiros, hijo de puta, no tienes ni puta idea quién soy, niñato». Contra esta sentencia no cabe ulterior recurso.
Al final, Emilio de Justo recibió las orejas y el rabo del toro.
Publicado en Hoy.es
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