JESÚS ENRIQUE COLOMBO:
Esto no es de recetas,
es cuestión de sentimiento
EL VITO
Cuando le
conocí se elevaría dos palmos del suelo. Vivaz, cordial, avivado, afable y atento
al movimiento del mundo que le rodeaba, entendiendo que el asunto era cosas de preparados.
Fue César Faraco quien nos presentó,
“…es hijo de Colombo y quiere ser torero”.
Fue en el
patio de caballos de la Monumental de Mérida. El comentario de El Cóndor lo hizo mientras la gente se
acomodaba para retratarse con los toreros, o chequeaba dónde estaban los amigos en los tendidos o
quedaba con otros para verse después de la corrida. No le prestaban atención al
carricito, que sí les veía y sí les escuchaba. Le observé al niño torero que el
Maestro me presentó con tanto afecto, él es Jesús Enrique y este te lo brindo para figura.
Mientras le
observaba, recordaba lo que había sido Faraco. Aquel gochito que llegó de Lagunillas como estudiante en los
talleres salesianos en Caracas. Desbordante en su afición a los toros, tanta
que prefería torear de salón que a jugar pelota en el patio de los Salesianos.
El propio
César me contaba de cómo Luis Procuna y Diamante Negro influyeron en su formación como torero. Iba todos los días a la plaza. Eran los días
de Joselito Torres, El tesoro de Charallave como promesa, de
Luis Sánchez y de Alí Gómez como las figuras. Fue en el
Nuevo Circo donde Faraco aprendió armar una muleta, instruido por Villena que apostaba a Joselito, Magdaleno decantaba por los boxeadores
yo Bola de Nieve que terminaría en
casa del más grande, de César Girón.
“El Bola” quien aprendió el oficio con el propio don Manuel Mejías en el patio de la pensión de La Gaona enfrente del Majestic. Fue cuando le hablaron para que
toreara una novillada en Maracay.
Era 1950,
pero en 1951 se presentó en Caracas con Guayabita
Pedro Pérez, Hilario López, Eduardo Melgar, Gabriel
Rodríguez y Eustoquio Sánchez.
Por Maracay
comenzó el largo camino torero de César Faraco, el gran torero de Los Andes que
con su Escuela Taurina ha logrado desplazar de la fiesta de los toros a la
hegemonía de Aragua imponiendo la hegemonía de los andinos en el poder taurino.
Manolo Vanegas y Jesús Enrique con sendos bastones de mando logrados por sus
triunfos en Madrid, Nimes, en plazas de Francia y de España, son los líderes
del pelotón de toreros venezolanos que se imponen en nuestras plazas. Orellana,
César Vanegas, Alexander y Jonathan Guillén, Maravilla y ese lote que encabezan
los novilleros José Antonio Salas, El Táriba y el hijo de Manolo Fuentes que también tienen su parte en este arte.
Todos son
andinos, ya no se ven los caraqueños y muy escondidos los de Maracay y de Valencia
César
Faraco ha sido la gran figura, el torero andino histórico. Madrid se le entregó
siendo el merideño un novillero casi sin caballos. Inexperto y con escasa
presencia ante los caballos. Fueron los Bienvenida
los que le dieron cancha al de Lagunillas, en especial El Papa Negro jugándoselo un todo por todo ante el embaucamiento
organizado en contra del venezolano por Julio
Aparicio y Litri en un
tentadero. Recogió el guante del suelo y ordenó don Manuel a su torero se
preparara para jugarse la vida. Y lo hizo Faraco y salió a hombros de la
Monumental de Las Ventas.
Hoy, por
coincidencias o cosas de la vida, Jesús Enrique Colombo llega a la estelaridad
con la que le recibe Lima en su plaza de Acho gracias a un camino trazado por
el Círculo de Amigos de la Dinastía
Bienvenida. Llega allí por hacer las cosas por saber cómo se hacen. Es como
el cuento al que con frecuencia recurre mi amigo ganadero Carlos Castañeda, cuando me explicaba la teoríade las maneras de preparar el arroz.
-“No hay
receta, cuenta que decía la abuela. Los granos de arroz piden más o menos fuego, su salecita, el ajo,
la cebola, y su chilito. Todo es cosa de ver como están los granos en la olla,
es cosa de ver y escuchar. Sencillo, nada más.”
-Otros,
agrega Carlos, lo llevan todo apuntado.
Está la receta. Es como para apuntar sin entender, que es torear sin sentir..!
Y la junta
con los Bienvenida le ha arrimado a Colombo a maestros con Enrique Ponce
reuniéndose con el en predios de Jaén. Hoy Jesús Enrique pisará la arena de
Acho sobre las huellas de César y de Curro
Girón. Zapatillas que marcaron caminos al andar, como los explica don
Antonio Machado en su Caminante. Son los mismos senderos que un día, un muy
lejano día anduvieron Rubito también y que Manolete,
Armillita y Ortega que hicieron el camino de Acho.
Colombo
llega a Lima, ciudad Virreinal con documentos apostillados en el Reino que lo
consideran Triunfador de la Temporada de Novilladas 2017, con relevante
actuación en tres tardes en Las Ventas del Espíritu Santo en Madrid. Es decir
que junto al francés y al sevillano el criollo lleva la autoridad para reunirlos con un vosotros esta tarde del 26 de noviembre en la Plaza de Acho,
espaldas al Rimac que sorteará cruzando el Puente sobre el Río camino de La
Alameda su andar hacia la Temporada Grande de Europa .
No hay comentarios:
Publicar un comentario