La Plaza de Toros de Mérida al igual que Tovar esperan nuevos nombres en quienes rijan sus destinos en los próximos años. Foto: Sky Dronic
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RUBÉN
DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Era evidente que tras la “movida de mata”
que se viene en los despachos de la Gobernación de Mérida se tendría el plan B de
los actuales regentes de los destinos del estado. Pasar a dependencias
nacionales los entes de mayor importancia estadal para su gestión desde Caracas
o en su defecto, por órdenes superiores.
Y así ha pasado con lo que se ha conocido
“madrugonazo” que este pasado jueves se supo en cuanto a la decisión de la
actual directiva de COREMER (Complejo Recreacional Mérida) de entregar la
gestión y destinos de la Plaza de Toros “Román Eduardo Sandia” de Mérida al
Ministerio del Poder Popular para el Turismo, haciendo valer COREMER su mayoría
accionaria con la que se conforma. En pocas palabras, una estrategia para
seguir llevando la arena emeritense, pero desde la óptica de la centralización
que hace gala el gobierno nacional en los estados los cuales el soberano se ha
pronunciado en su contra.
No solo es la Plaza de Toros de Mérida,
también se cargan en la mudanza al Coliseo El Llano de Tovar y el Parque de
Exposiciones “Rolando Sandia” de Chiguará, lo que supone una argucia jurídica
que lleva el nombre y apellido del actual Presidente de COREMER, Abogado César Alarcón,
y que de una u otra manera se incluiría en el apartado de gestión como lo
tienen asumido al Sistema Teleférico Mukumbari de la capital emeritense.
A todas estas, lo más interesante del caso
es que la Plaza de Toros de Mérida y Tovar el próximo año estarían a oferta
para licitarse, tras el vencimiento de los respectivos contratos de
arrendamiento que tanto las empresas Ramguertauro C.A. y Toricantano C.A. han
hecho en los últimos años, hecho administrativo que toma matiz de interés para
aquellos que apostaron en su momento por el derrotado candidato oficialista.
Favores y apuestas que no salen gratis dirían por allí.
Para este próximo viernes se estaría
convocado a los accionista que conforman COREMER, contando con la mayoría de
peso representativo hasta los momentos por la actual Gobernación de Mérida,
para lo que sería la ya sentenciada decisión de pasar a manos del Ministerio
del Poder Popular para el Turismo, y con ello sentenciarse los destinos por los
próximos cuatro o cinco años de las principales arenas taurinas del estado.
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