Se le puso color
de hormiga
panzona
a la empresa
En tardes como la del domingo pasado,
en un México que marcha por su principal avenida la del Paseo de la Reforma, que era por la que
un emperador marchaba, más bien era transportado en lujosa carroza hace siglos llevando
en su muleta la encomienda de meter en la canasta a un pueblo que por una o por
otra causa no iba franco, para el devenir de una historia que seguía un curso
natural o no, pero que ahí estaba, ahora desde el tendido de enfrente que tiene
barras y estrellas, el toro grande no dobla contrario, lo que hace es hacer
surcos en favor de su cosecha y como eso no gusta y hasta afecta a los de acá
abajo geográficamente, pues el albero parece descomponerse y se agita
socialmente, sin que haya alguna seguridad de que los pañuelos blancos de la
marcha contra el presidente ‘Trumpeta’ se hayan visto en la torre neoyorquina o
en esa casa que también lo es blanca y que esa sí, es casota, no la distractora
que tenemos aquí. ¡Con que poco nos inquietamos!
El caso es que alguien que no marchó,
como millones de personas, que tampoco lo hicieron me dijo, que iba a ser un
cero a la izquierda en el tendido, no bien tendido de la Plaza México, las
horas o más bien los horarios no coincidían en nada de nadita, como que no
entendí ni una, ni otra causa pa’ no asistir a ambos eventos o cuando menos a
uno, pues quise averiguar si realmente estaríamos ante sendos desaires y que
mejor que pa’ estar seguro de lo que sucedería, que recurrir al tianguis
dominguero, y cual no va siendo mi sorpresa primero que en la tienda del
‘Chino’ no había jamón pata negra o jabugo, con el que me hago mis tacos a los
que acompaño con queso de oveja y aguacate.
¡Ah! pero en el tianguis en cambio
había de todo, incluyendo fayuca pirata como esa que venden en la Plaza del Sol,
a los pies del monumento del Oso y el
Madroño, o a la entrada del Corte Ingles, lo primero que se antojaba era lo que
más gusta, según el gusto de cada quien, vi a la gente animadona y pregunte; -
¿Qué tal los chapulines pa’ botanear? ¿O que usted señora mía no botanea frente
a la tele mientras su marido se va a la plaza? ¿O acaso le pone los cuernos, en
lugar de poner salsita borracha a los chamorros?, los de cerdo claro, no los de
usted, que a decir verdad se ven más sabrosos que los de la señora esa que sale
en la tele, que ya es mucho decir- ¿Cuál?- pues la Matilde Obregón que estoy
seguro a esa si le hace la faena el lorquiano murciano Paco Ureña, quien tiene
todo pa’ torear en alberos de seda y satín, nada más que a la mera hora como
que le pasa lo que a mi compadre, al que
le dicen ‘el ya merito’ por aquello que a la mera hora a un teniendo a la maja
jariosa transpirando cachondería, luciente de trapío, entregada sin bragas, digo
sin trampas, noble y ardiente en deseos, sin quererse brincar las trancas, por el
contrario, buscando la entrega y el éxtasis total, desde esa untada de cuerpo al estilo de
Gaona, luego fue a buscar la puya, una comodita no la ‘leona’ que así le llaman
por el tamaño y que aquí creo que oficialmente esta censurada y que ni falta
que hace, pues casi todos los de los cuernos con un piquetito como jeringazo
mágico, de esos de vitamina B 12, que en realidad es un complejo, quedan listos
pa’ la faena.
Luego otro torero bien majo que se
llama Arturo Saldívar ante un testigo aromático como Sergio Flores, convidaron
al buen torero español, que ya dije se llama Paco Ureña a que le bordara un
faenón corriéndole la mano por el lado bueno, que creo que era el derecho pa’
que después de acariciarlo fuese reconocido con estruendosos oles, ya que lo
que hiciera tenía mérito, pues además los pitones los traía aunque no bien
acomodaditos como es propio en esos ejemplares que tienen edad, pero eso sí en
puntas pezoneras retrecheras...
¡Ándele Paco! que si ya vino de tan
lejos cruzando el océano entre aires y esperamos no nubarrones, pues ‘atásquese
que hay jamón’, bríndese, toree sobre los riñones, que con el capote ya
demostró en lanza que sabe cómo hacerlo, además tiene figura perfecta pa’ ser
torero, su seriedad no es ficticia y si elegante, se ve que tiene academia como
esa que por acá se adquiría en la calle del Órgano, donde estaban las mejores
buñis que eran unas maestras como las de la calle de la Montera en mi Madrid
del alma, ¿Qué no quiere que le den una peluda? o hasta dos, ¿Qué no se ha dado
cuenta que el de Barralva está aquí pa’ complacerlo?, ¡carajo! Ya ve por andar
con indecisiones el fogón no termino de prender y usted se fue con las manos
vacías, ¡Qué pena! pues su menda es un torero pa’ plaza grande.
Lo del título o cabeza de esta
columna viene porque pa’ el próximo domingo la empresa tiene anunciados a un
figurón navarro, a un toreador aguascalentense
y pa’ rematar la marquesina, a dos triunfadores que solo lo serían algunos de
los españoles, pues paisanos, ni maíz palomas con ese grado, es decir,
deberemos de ver un cartel con tres ibéricos, pero no creo que sea así, por eso
la empresa la tiene color hormiga para cumplir con lo anunciado.
Moraleja; El prometer no empobrece,
sino dar es lo que aniquila.
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