Caracas ciudad taurina
sólo vive de sus recuerdos
Diamante Negro, ídolo popular de los
caraqueños, la tarde que confirmó en Madrid con los ases del torero español
Pepín Martín Vazquez y el caraqueño Antonio Bienvenida. (FOTO CANO)
El historiador Manuel Landaeta Rosales,
cuenta en su relación que la ciudad de Caracas, la urbe de mediados del siglo XIX, tuvo varias plazas de toros y que fueron muchos los toreros nativos que con sus actuaciones, triunfos y fracasos,
sostuvieron la afición a los toros por el espectáculo preferido por los caraqueños.
Las plazas
de La Glorieta y La Candelaria en Caracas, fueron los escenarios donde los
toreros nativos Fabiano Martínez, José Flores, Enrique Flores, Prudencio Pino,
José Vera El Ronquito y José Salinas El Catire, cubrieron las temporadas
desde 1840 a 1870, con ganado criollo.
Toreros en trajes de luces
En 1863 el
empresario Sergio Ruiz contrató al matador de toros español José Romero Andaluz, para que actuara en la plaza de
La Candelaria, donde "se montan
espectáculos taurinos al estilo español", presentándose por primera
vez en Venezuela toreros en trajes de luces el 3 de diciembre. Andaluz hizo su debut el 26 de junio de
1864 en la cual, como rezaba el cartel de calle "todo el aparato será de estilo español”.
Un
acontecimiento histórico fue la presentación en Valencia, del matador de toros
español Vicente Méndez, El Pescadero,
el 30 de agosto de 1885: y el motivo para considerarlo acontecimiento fue el
que en esta fecha se picaron, por primera vez, los toros en una corrida en
Venezuela.
Rivalidad criolla en los ruedos
Dos toreros criollos que los primeros años del
siglo XX hicieron campaña por ruedos de los andes y el llano venezolano fueron
Pablo Mirabal, "El Rubio", Vicente Mendoza "El Niño".
Toreros muy importantes, El Niño fue el padre de Julio Mendoza, que más tarde
alcanzaría el grado de matador de toros en Salamanca, España, y confirmaría en
Madrid. Era el año de 1912 el año de un personaje muy importante en Caracas, el
torero Joaquín Briceño El Trompa,
primer torero de masas en Venezuela, insustituible en las corridas de la
capital venezolana. Un par de años más tarde, el 11 de enero de 1914, se lidió
en Caracas el primer toro español, a muerte. El astado procedía de las dehesas
del duque de Veragua y el lidiador que le dio muerte fue Manuel Rodríguez,
Manolete padre. En 1918 llegó a Caracas procedente de Lima, el trianero Juan
Belmonte. El 10 de marzo alternó con Rufino San Vicente "Chiquito de Begoña" y el 31 de
marzo toreó su beneficio matando cuatro toros de los potreros del general Juan
Vicente Gómez, en Mariara.
El Nuevo Circo cuna de la historia
El 23 de
agosto de 1920, ya inaugurado el Nuevo Circo de Caracas -la plaza más
importante de Venezuela -, como consecuencia de un palotazo en el pecho, que le
produjo intensas hemorragias internas, falleció el torero Isaac Olivo "Meri”.
Julio Mendoza,
hijo de Vicente "El Niño", debutó en Caracas el 31 de octubre de
1920. Al año siguiente, 31 de octubre de 1921, llegó a Caracas procedente de
Lima el caraqueño Eleazar Sananes "Rubito". Rubito y Mendoza, se enfrentaron en el
primero de muchos manos a mano. Había nacido la pareja angular del toreo
nacional. Sananes y Mendoza con su rivalidad ganaban dinero en Venezuela. Tanto
que Rubito, en 1919, viajó a Madrid con su mozo de espadas y su banderillero.
Llevó morocotas suficientes para hacer temporada de novilladas en Madrid y
plazas de Andalucía. Fue histórica su presentación en Algeciras, ante una
novillada de Miura de la que salió triunfador. Alcanzó el grado de matador de
toros el 22 de mayo de 1922, en Corrida Regia, completando el cartel su padrino
Julián Saínz, Saleri II, Marcial Lalanda y Juan Anlló Nacional. El toro de la
alternativa, como toda la corrida, fue de Gamero Cívico. Siete años tardó El
Negro Julio en seguir los pasos de Rubito, pues el 11 de septiembre de 1927 se
convertiría en el segundo venezolano en alcanzar el grado de matador de toros
en España. Lo hizo en La Glorieta de Salamanca con una corrida de toros de
Samuel Hermanos, de manos del bilbaíno Martín Agüero con el testimonio de Curro
Puya. Mendoza confirmaría el grado en la plaza de la Fuente del Berro a los
pocos días, el 18 de septiembre de 1927 con Luis Fuentes Bejarano y el mexicano
Juan Espinosa "Armillita" y
toros portugueses de Martinho Alves do Río. Pasó mucho tiempo para que el
ejemplo de estos precursores cundiera.
El Diamante hizo el camino
Y los Girón lo asfaltaron
Hubo de cerrar
sus puertas el Circo Metropolitano, donde se había convertido en torero de
cartel el joven novillero Luis Sánchez Olivares Diamante Negro, quien encontraría una incipiente rivalidad que, lamentablemente,
no dio frutos con el valenciano Alí Gómez. Diamante Negro ha sido el torero
ídolo en la historia venezolana. Novillero puntero en España, tomó la
alternativa en Granada con toros de Saltillo de manos de Paquito Muñoz y de
Manolo González el 29 de septiembre de 1948.Granada, España. La confirmó en la
Monumental Plaza de México 2 de enero de 1949 y el 18 de junio de 1950 en Las
Ventas de Madrid. Su rival, Alí Gómez acicateado por los éxitos españoles de
Luis Sánchez, tomó la alternativa en la Plaza México de manos del mítico
Lorenzo Garza con toros de Coaxamalucan. La rivalidad, que puso ser productiva,
se diluyó ante los apetitos crematísticos de los representantes de los espadas,
sobre cuyos hombros se sostuvo el toreo en Venezuela hasta que apareció en
nuestro firmamento la gran figura universal en el toreo nacional, César
Girón. Girón,
muerto trágicamente en un accidente de carretera en 1971, dejó la más rica de
las herencias a la fiesta en Venezuela, pues además de su trayectoria legó una dinastía
de soberbios toreros que integraron sus hermanos Rafael, Curro, Efraín, Freddy
y Pepe Luis, sus sobrinos Marco Antonio y Juan José y su nieto César Vargas
Girón.
Luego de las
brillantes páginas que escribieron Joselito Torres y los hermanos Girón,
surgieron espadas importantes como César Faraco, Adolfo Rojas, José Nelo
Morenito de Maracay, Bernardo Valencia, Carlos Osorio Rayito, Rafael Ponzo,
Celestino Correa, Leonardo Benítez, Erik Cortéz
quienes defendieron la época en la que surgieron las ganaderías de reses
bravas como Guayabita, Los Aranguez, Tarapío, Tierra Blanca, Bella Vista,
Rancho Grande, La Cruz de Hierro que coincidía con la construcción de
importantes escenarios como fueron las plazas monumentales de San Cristóbal,
Mérida, Maracaibo y Valencia.
Vestidos de esperanza e ilusión
Hoy el toreo
en Venezuela se viste de ilusión y de esperanza, y lo hace con novilleros
surgidos del Táchira, donde la Escuela César Faraco da frutos importantes como
son Manolo Vanegas y Jesús Enrique Colombo, dos muchachos que este año han
tenido una actividad destacada por su importancia en plazas como la de Madrid y
la Plaza México donde están anunciados para actuar próximamente.
Ya los toreros
venezolanos, salvo las anteriores excepciones, no hacen carrera en México ni en
España. Ahora hacen campaña en El Perú, se forman como emigrantes ya que hasta las
novilladas en Venezuela han
desaparecido.
Excelente Vito esa faena de la historia del toreo venezolano,alimenta esperanza porque el tiempo siempre y cambia y ya en nuestra mente vemos glorioso nuevo circo asegurándose con estos 2 nuevos muchachos que Dios lo ayude y los lleve por buen camino para verlos en su patio.Ole
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