CIUDAD DE MÉXICO. Viernes 5 de febrero (Especial).- Feliz final ha tenido la décima séptima
corrida de la Temporada Grande Internacional 2015-2016, la del LXX Aniversario
del coso, con el triunfo del galo Sebastián Castella en un buen toro de regalo,
de la dehesa de La Joya, al que le cortó las orejas y por ello ser izado en
hombros y así ser apeado por la Puerta Grande de “El Encierro”. Sus
alternantes, Ignacio Garibay, ha tenido una importante tarde a pesar de que el
juez de plaza, Jorge Ramos, le negó una oreja bien ganada; y Arturo Saldívar,
quien trajo el “santo de espaldas”.
Ante una muy buena entrada en la Monumental
Plaza México, en noche fresca, se lidiaron tres toros de Manuel Martínez,
siendo noble el primero pero débil y complicados segundo y tercero. Tres de La
Estancia, dando regular juego el cuarto, malo resultó el reserva que sustituyó
al sexto que se lidió en quinto al correrse el turno, y el sexto que era quinto
fue también problemático. Y un séptimo de regalo, de La Joya, de buen juego y
que mereció la vuelta al ruedo a petición de Castella.
El diestro mexiqueño IGNACIO GARIBAY
en el toro que abrió plaza, de la dehesa de Manuel Martínez, lanceó con
plasticidad a la verónica. Con la muleta empezó dando pases vaciando por alto a
un ejemplar de poca fuerza pero que tenía clase en su embestir para luego
realizar una faena a media altura por ambos lados de manera meritoria pues
había que obligarle al astado y por ende aguantarlo. Le hizo el toreo en
redondo y le acortó la distancia para sacarle momentos de mucho valor y
torería, sobre todo por el pitón derecho aunque por naturales le robó
prácticamente una brillante serie. Mató de estocada tendida para que le fuera
tributada una fuerte ovación en el tercio con nutrida petición de oreja que
inexplicablemente el juez Jorge Ramos no concedió.
A su segundo, de la ganadería de La Estancia,
lo veroniqueó con empeño. Su quehacer de muleta lo comenzó doblándose para
continuar Garibay con evidente torerismo y disposición con las dos manos a
pesar de la poca trasmisión y sosería del “socio”. Persistió en su intento y en
ese afán logró cristalizar su deseo al estructurar una faena que fue de menos a
más y de forma intensa por las dos vías, sobresaliendo la largueza y el temple
que logró por la derecha. Hizo el toreo en redondo, arrebatándole estupendos
muletazos al astado que terminó entregado. Terminó de pinchazo y lavó el error
con más muletazos toreros para volver a entrar a matar y dejar otro pinchazo y
una estocada entera para ser llamado a saludar desde el tercio una sonora
ovación.
En el primer astado que le tocó en suerte,
del hierro de Manuel Martínez, el espada francés SEBASTIÁN CASTELLA se
dejó ver empeñoso con el capote. Su labor muleteril, a un astado complicado y
con genio, a base de aguantarle en un palmo de terreno le cuajó varios lances
importantes por los dos pitones. Siguió en ese tenor de valentía el torero
hasta que en un natural lo prendió por la ingle para descubrirle todo el
aparato genital y resultar en la zona escrotal. Se le asistió, remendándole la
taleguilla, volvió a la cara del toro para torear por el derecho con mucho
mérito en varias series y visiblemente dolorido entró a matar para dejar una
estocada trasera y contraria para ser ovacionado en el tercio e irse a la
enfermería.
En su segundo, el quinto que se jugó en
sexto sitio, regresó de la enfermería Castella para veroniquear con soltura a
pies juntos pero el toro no se prestaba para nada, a pesar de que intentó el
lucimiento. Se vio en la necesidad de abreviar, mató certeramente para hacerse
aplaudir.
Regaló un séptimo, de La Joya, de nombre
“Seda de Oro”, para dar lances a la verónica y quitar mejor por chicuelinas y
una tafallera para cosechar fuertes aplausos. En el segundo tercio se despidió
de los ruedos el banderillero Rubén Ávila, quien fue ovacionado en el tercio.
Con la muleta, Castella inició en los medios con cambiados por la espalda,
pases por alto y los de pecho para seguir en la estructuración de un trasteo
parsimonioso por los dos pitones. Sus derechazos tuvieron largueza y tersura,
en tanto que sus naturales destacaron por su firmeza en cada trazo. Sin
embargo, su quehacer derechista fue la parte fundamental en lances de mano baja
y mucha intensidad, con verdadera emoción pues pisó también terrenos
comprometidos. Vino el toreo en redondo y mucho aguante, intercalando adornos
muy toreros. Acabó de estocada entera y desprendida entre gritos de ¡torero!,
por lo que le fueron concedidas las orejas y a los restos del toro se les dio
la vuelta al ruedo a petición del propio Sebastián Castella, quien al final fue
sacado en hombros por la Puerta Grande de “El Encierro”. Terminada la lidia de
este astado, ante la presencia del propio Castella, el nieto de Rubén Ávila le
cortó el añadido y dio emotiva vuelta al ruedo.
El matador aquicalidense ARTURO SALDÍVAR
en el primer ejemplar de su lote, de Manuel Martínez, dio tres largas cambiadas
de rodillas al hilo de las tablas para después de pie lancear con empeño y
quitar ajustadamente por chicuelinas. Con la sarga empezó en los medios con
cambiados por la espalda y los de pecho para continuar ejecutando una labor más
que meritoria y dispuesta por los dos perfiles a un ejemplar muy difícil, manso
e incierto. Acabó de pinchazo y otro hondo para escuchar palmas.
En su segundo, de La Estancia, que salió
como quinto al correrse el turno, terminó despitorrándose desde la cepa tras
rematar en el burladero de matadores y entonces ser devuelto a los corrales. En
su lugar salió otro de la misma divisa al que lanceó bien a la verónica. Con la
franela, Arturo derrochó muchas ganas por querer agradar ya que su antagonista
no se prestaba para ningún lucimiento. Aun así le logró dar meritorios
muletazos sueltos. Concluyó de tres pinchazos y descabello para tener silencio
tras un aviso.
FICHA: CIUDAD DE MÉXICO. LXX Aniversario de la Monumental Plaza México. Décima
séptima corrida de la Temporada Grande Internacional 2015-2016. Festejo
nocturno. Entrada: Muy buena bajo un clima fresco. Tres toros de Manuel
Martínez, siendo noble el primero pero débil y complicados segundo y tercero.
Tres de La Estancia, dando regular juego el cuarto, malo resultó el reserva que
sustituyó al sexto que se lidió en quinto al correrse el turno, y el sexto que
era quinto fue también problemático. Y un séptimo de regalo, de La Joya, de
buen juego y que mereció la vuelta al ruedo a petición de Castella. Ignacio
Garibay: Al tercio con fuerte petición de oreja y al tercio. El francés
Sebastián Castella: Al tercio resultando herido en la zona escrotal, palmas y
dos orejas en el de regalo. Arturo Saldívar: Palmas y silencio tras un aviso.
INCIDENCIAS: El subalterno de a pie Rubén Ávila, tras 25 años de ejercicio, dijo adiós
a la profesión tras el segundo tercio en el toro de regalo siendo ovacionado en
el tercio. Y terminada la lidia de este astado, ante la presencia de Sebastián
Castella, el nieto de Rubén le cortó el añadido y dio emotiva vuelta al ruedo.
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