Ese hombre del toro que lo es Don José Zavala,
quien más allá de haber vestido de luces y de ser padre de un novillero pleno
de percha, que lo es el chaval del mismo nombre, nos alerta sobre una vertiente casi en extinción y que es el
saber ver, apreciar y entender una corrida de toros, como verbo y gracia la que
se libró el domingo último, en la plaza que se disfrazó de soledad y que no es
otra, que la más grande del mundo, en la cual Don José nos dice fuimos testigo
del torear de la A a la Z de un torero preclaro y artista llegado de Sevilla y
que responde al nombre de Daniel Luque y el que inexplicablemente le paso de
noche prácticamente a toda la prensa y con más
razón a la gente del tendido, esto lo constatamos con focos rojos que
nos llevan a preguntarnos ¿y entonces a
quien leer? y la respuesta es corta, a los periodistas calados, pero también
hagamos un llamado a formar o instalar mesas de diálogos antes conocidas como
tertulias y en las cuales los jóvenes puedan tener acceso a taurinos de cepa
como el referido Don José Zavala, quien por lo pronto nos convoca a no
ensañarnos con los novilleros que son el futuro de la fiesta, por ello esta
columna reitera su apertura a la difusión de los chavales, con la única
condición de que sean ellos los primeros que respeten la profesión.
ALMA HERIDA
En esta
época en que las letras y voces profesionales están más tilicas que nunca y
paso a subrayar o hasta aclarar lo del
calificativo de profesionales el que estoy usando para diferenciar las palabras
que son debidamente remuneradas por los
editores o medíos mediante el venero de lo económico lícito, y las otras expresiones que lo son las de auto
complacencia, entiéndase por ello quienes en el caso de los libros,
publicaciones o programas, se autofinancian sus gustos y los cuales en el
casillero de las clasificaciones caen en el apartado del término de
'Aficionados Prácticos', los que a la vez además nada tienen que ver con
quienes suben sus opiniones a las redes sociales sin alcanzar siquiera el título de amateurs muchos
de ellos y se quedan en la línea de entusiastas y hasta ahí, y esto es oportuno
aclararlo por si alguien cree que es lo mismo, lo uno que lo otro. Y esto viene
muy al caso ahora que hay que referirse a un libro, dije LIBRO, aclaro que
desde el momento de su aparición en Europa está causando verdadero furor, por
supuesto acompañado del letrero de 'Agotado' y que lo es el titulado 'Alma
Herida' de la autoría de Josephine Douet editado por Bellaterra, la obra
literaria que ya imaginará usted lo impecable de su impresión en donde aborda
sin desperdicio el tema torero frente a la muerte, a las heridas, a los dramas
que sufren y por los que pasan los toreadores, encarnados en los testimoniales
escritos y desnudos faciales y corporales de matadores de la talla de: Alberto
Aguilar, Alejandro Talavante, Antonio Ferrera, Cristina Sánchez, Fernando Cruz,
José Ignacio Uceda Leal, José Miguel Arroyo “Joselito”, Juan José Bellido,
Julián López “El Juli”, Luis Blázquez, Luis Bolívar, Miguel Ángel Perera, Raúl Gracia “ El Tato”,
Rafael González, Serafín Marín, letras e imágenes de arte rematadas de igual
manera, fotografías que van de las llamadas 'cornadas de espejo' pasando por
las de pescuezo, de pecho, de vientre, de ingle, de muslo, de nalgas, algo
dramático y a la vez precioso y qué decir del letrado veraz y pulcro, aquí os
dejo algunas frases; ' Si es tan hombre para jugarte la vida...' 'Juli' ,
'Recuerdo el cuerno entrando en mi pecho y esa mirada loca del toro sobre mi
cara' Sebastián Marín, ‘La piel que habitan los toreros', joya ésta editada en
español, francés e inglés, libro presentado en Madrid que cuesta caro, porque
el arte no se hizo pa' regalarse y el
que quiera azul celeste que le cueste.
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