Ambos vienen de haber realizado una de las campañas
novilleriles más prometedoras de los últimos años para torero venezolano
alguno, lo que les coloca en sitial de privilegio en momentos de difícil tránsito
para la fiesta brava en el país.
COLOMBO, PALADÍN DEL REBELDE TÁCHIRA EN SU RECLAMO TAURINO |
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
VALENCIA (Enviado Especial).-
Esta tarde puede marcar el
nacimiento de una época para el toreo nacional. Sí celebres y recordadas fueron
las duplas nacionales que formaron en su momento toreros como Eleazar Sananes “Rubito”
- Julio Mendoza / Luis Sánchez Olivares “Diamante Negro – Ali Gómez / César Girón
– Joselito Torres / Rafael Ponzo – Celestino Correa / Bernardo Valencia –
“Morenito de Maracay”, la de este domingo, entre los tachirenses Manolo Vanegas
– Jesús Enrique Colombo, puede convertirse en el acicate para el nuevo
despertar de pasiones entre aficionados venezolanos, quienes poco identificados
con ídolos locales ansían el un motivo más que suficiente para volver, al eco
de sus nombres, llenar las plazas de toros.
No son perogrulladas. Es la realidad de una fiesta
brava a la que la falta de identidad nacional la ha ido transmutando en un
vulgar adefesio de espectáculo ajeno a la realidad y verdad que debe de imperar
en el toreo, Es por ello que la novillada de esta tarde en Valencia, con dos
jovencitos que apenas comienzan su transitar por el toreo, que desde ya han
tocado la campana mágica de haber despertado del letargo a muchos en los
tendidos, es el mejor bálsamo para de una buena vez colocar en punto de partida
la recuperación de un sentir como es la fiesta brava venezolana a la que urge
ídolos de referencia nacional, esos que sin necesidad de elementos exóticos
foráneos llenen nuestras plazas.
VANEGAS – COLOMBO: PRIMER
CAPITULO DE UNA RIVALIDAD
Para eso esta tarde el habilidoso diestro y empresario
Erick Cortés ha sabido tomarle el pulso al momento en que vivimos, y que mejor
ocasión que colocar en “bandeja de plata” en plaza de pomposa responsabilidad
las habilidades y aptitudes de dos de los toreros nacionales que en este
momento han dado la talla con el utrero en España y Francia, que para muchos
vendría siendo mucho más que el toro que se lidia en nuestras plazas.
Manolo Vanegas, de Seboruco. Jesús Enrique Colombo, de
Táriba. Ambos saldrán al ruedo de El Palotal con la firme responsabilidad sobre
sus hombros de representar el futuro de una tauromaquia, el cual requiere
drásticos acontecimientos que dignifiquen el torero, el toro y enorgullezcan al
aficionado, ese que se retrata en taquilla en circunstancias de enorme recesión
económica para el lio del toro.
Para tal efecto, los hierros de Campolargo y Laguna
Blanca han presentado un encierro con el trapío y la seriedad que se requiere y
exige el taurino en general, para de esta manera dar trascendencia a lo que se
haga en el ruedo.
Esperemos que embistan, porque con ello, el triunfo
estaría asegurado.
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