Así luciò el paseíllo en la plaza marabina a las 5:00 pm cuando Escribano, Esaú y Califa recorrieron el redondel. Foto: Jorge Cepeda
César Omaña
Director de venezuelataurina.com
La primera de Feria en Maracaibo, celebrando sus 50 años no contó con una asistencia que superara la media entrada; el festejo comenzó a las 5:00 p.m.
Se dio el paseíllo con Escribano, Esaú y Califa. La entrada alcanza cerca de una media plaza.
Manuel Escribano, burdeos y oro: Oreja y palmas
Esaú Fernández, azul noche y oro: Tres avisos y silencio
Califa de Aragua, rosa y oro: Palmas tras aviso y arrastre lento al toro El Parral, No 53 de 467 Kgs. y silencio
Manuel Escribano
El español salió entregado para agradar a la poca asistencia pero con buenos aficionados que incluso llegaron de otras partes del paìs. Invitó a banderillas al Califa dando bonito espectáculo. En la faena de muleta le sonaron la charanga aunque no pudo ligar una buena faena ante las dificultades que le ofreciò el ejemplar soso. se vió enredado con una voltereta sin consecuencias y luego dejò estocada entera y trasera. Le solicitaron trofeos y le concedieron una oreja.
Se vió estrellado con el cuarto de la tarde perteneciente a La Consolación que tuvo buena estampa pero cortas arrancadas. en banderillas ejecutó tres justos pares de banderillas pero no tuvo material para la lidia. Palmas
Esaú Fernández
El espigado torero sevillano debutante en esta plaza no tuvo la suerte al pechar con el peor lote de la tarde: uno de Rancho Grande y otro de La Consolaciòn. Su primero fue un toro bien presentado pero manso y de extrañas embestidas. Se complicó con el acero y le sonaron los tres avisos.
En el quinto, de La Consolación, no le mejoró la suerte y debió lidiar un ejemplar sin recorrido que le hacía extraños por el pitón derecho. De estocada contraria se quitó el compromiso saliendo silenciado.
Califa de Aragua
Corrió con suerte al corresponderle un cómodo ejemplar de Rancho Grande, el mas bajo de peso, pero que iba a la muleta; se lució con la capa y agradó; luego tomó los rehiletes y devolviò la invitación de Manuel Escribano. Inició por doblones la faena de muleta aunque una brisa fuerte molestaba la lidia. Sin embargo, la faena se vino arriba por la nobleza en las embestidas sonando la mùsica; sin embargo, pronto solicitaron indulto desde el tendido y el torero alargó la faena buscando aliviarse pero se le complicó la espada; la estocada fue de medio espadazo que tuvo que apoyar con no menos de siete descabellos tras aviso. Palmas
En el sexto debiò enfrentar a Catatumbo de Rancho Grande, cuyo peso discutieron los entendidos que no parecía corresponder a lo anunciado; el ejemplar se volvía pronto como su nombre; en banderillas se llevó un golpe con un derrote que le diò en la cara. Silencio
Se dio el paseíllo con Escribano, Esaú y Califa. La entrada alcanza cerca de una media plaza.
Manuel Escribano, burdeos y oro: Oreja y palmas
Esaú Fernández, azul noche y oro: Tres avisos y silencio
Califa de Aragua, rosa y oro: Palmas tras aviso y arrastre lento al toro El Parral, No 53 de 467 Kgs. y silencio
Manuel Escribano
El español salió entregado para agradar a la poca asistencia pero con buenos aficionados que incluso llegaron de otras partes del paìs. Invitó a banderillas al Califa dando bonito espectáculo. En la faena de muleta le sonaron la charanga aunque no pudo ligar una buena faena ante las dificultades que le ofreciò el ejemplar soso. se vió enredado con una voltereta sin consecuencias y luego dejò estocada entera y trasera. Le solicitaron trofeos y le concedieron una oreja.
Se vió estrellado con el cuarto de la tarde perteneciente a La Consolación que tuvo buena estampa pero cortas arrancadas. en banderillas ejecutó tres justos pares de banderillas pero no tuvo material para la lidia. Palmas
Esaú Fernández
El espigado torero sevillano debutante en esta plaza no tuvo la suerte al pechar con el peor lote de la tarde: uno de Rancho Grande y otro de La Consolaciòn. Su primero fue un toro bien presentado pero manso y de extrañas embestidas. Se complicó con el acero y le sonaron los tres avisos.
En el quinto, de La Consolación, no le mejoró la suerte y debió lidiar un ejemplar sin recorrido que le hacía extraños por el pitón derecho. De estocada contraria se quitó el compromiso saliendo silenciado.
Califa de Aragua
Corrió con suerte al corresponderle un cómodo ejemplar de Rancho Grande, el mas bajo de peso, pero que iba a la muleta; se lució con la capa y agradó; luego tomó los rehiletes y devolviò la invitación de Manuel Escribano. Inició por doblones la faena de muleta aunque una brisa fuerte molestaba la lidia. Sin embargo, la faena se vino arriba por la nobleza en las embestidas sonando la mùsica; sin embargo, pronto solicitaron indulto desde el tendido y el torero alargó la faena buscando aliviarse pero se le complicó la espada; la estocada fue de medio espadazo que tuvo que apoyar con no menos de siete descabellos tras aviso. Palmas
En el sexto debiò enfrentar a Catatumbo de Rancho Grande, cuyo peso discutieron los entendidos que no parecía corresponder a lo anunciado; el ejemplar se volvía pronto como su nombre; en banderillas se llevó un golpe con un derrote que le diò en la cara. Silencio
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