El matador de toros Manuel Escribano ha sido el gran protagonista de un acto socio cultural organizado por el Capítulo del Circulo T. A. Dinastía Bienvenida y la hermanada Peña Aficionados de Caracas, que se ha celebrado en la noche de ayer en el restaurante La Castañuela de la capital venezolana.
El presidente del Capítulo bienvenidista caraqueño, Miguel Guía, presentó el acto dando la cordial acogida a los numerosos invitados entre los que se encontraban socios y directivos de otros Capítulos venezolanos, y haciendo una somera semblanza del torero de Gerena destacando su estrecha vinculación desde el inicio de su carrera con la afición de Venezuela y sus ferias donde sus constantes y triunfales actuaciones fueron cimentando su alta categoría ya alcanzada en ruedos españoles y franceses y que la han colocado en primera línea del escalafón profesional.
La intervención central de este evento en honor de Escribano corrió a cargo del Dr. Leopoldo Córdoba con una magistral conferencia biográfica del matador, ilustrada con imágenes con las que apoyaba su descripción técnica y artística de sus faenas, al tiempo de destacar sus excelsas cualidades personales dentro y fuera del ruedo que le hicieron acreedor de la admiración y cariño en tierras venezolanas donde lo adoptaron fraternalmente como torero propio.
Acto seguido Roger Moncada, quizás su partidario más acérrimo y afiliado al Capítulo de Mérida, le impuso a Manuel Escribano el botón honorífico de la Dinastía Bienvenida fundiéndose ambos en un sentido abrazo.
Emotivas al máximo fueron las palabras de gratitud del homenajeado, y de superior interés taurino al expresar el concepto de su toreo de lidia total abarcando todas las suertes con el mayor sentido de pureza no exenta de la natural alegría que imprime a sus actuaciones con el mayor sentido de responsabilidad y respeto hacia los públicos.
El discurso de Manuel Escribano dio lugar a un animado e interesante coloquio sometiéndose a las preguntas de algunos de los presentes, tales como Fortunato García, histórico fundador de la Peña Aficionados de Caracas, el entusiasta trotamundos caraqueño, José Castañeda, puntual cada año en las ferias españolas; la adoradora de Sevilla y su feria de Abril, Aida Castellanos, que ostenta la presidencia del Capítulo de Valencia-Carabobo; Antonieta Cabrera, distinguida aficionada del Capítulo de Mérida; y los caraqueños bienvenidistas, Miguel Herrera yEdgar Castellanos.
La intervención de Juan Lamarca, vicepresidente 1º del Círculo Bienvenida de España, precedió a la finalización del acto, manifestando su satisfacción de participar en un acto de esta naturaleza en el seno del movimiento internacional bienvenidista, y con ocasión y en honor de un torero tan querido y valorado al que recientemente le fue entregado en Madrid el máximo trofeo del Círculo Bienvenida como es la ‘Fábula Taurina de San isidro’.
No pasó por alto a dos acompañantes de lujo de Manolo Escribano, y su representante y matador de toros, César Vargas Girón, nieto del gran César Girón, e hijo del rejoneadorAntonio Ignacio Vargas, y el banderillero de su cuadrilla Antonio Manuel Punta, glosando la meritoria trayectoria de cada uno de ellos.
Juan Lamarca apeló al sentido de unidad que debe reinar en el asociacionismo taurino para mantener el espíritu y la acción de divulgación de los valores de la Fiesta y la imprescindible defensa de las corridas de toros, y para plantear tajante ofensiva hacia los numerosos frentes abiertos contra la Fiesta, afirmando que es nuestra cultura y razón de ser como aficionados en el más amplio marco de hispanidad. En estos tiempos de arbitraria e injusta hostilidad contra los toros, continuó diciendo, en cuando más debemos sentir y vivir nuestra afición sin complejos, y mostrando y ejerciendo con orgullo y naturalidad nuestra noble y legítima condición.
Naturalmente que Juan Lamarca glosó la persona y la figura de Manuel Escribano, manifestando que su triunfo tardío en el toreo, más que una sorprendente revelación, constituye un acto de justicia a un hombre con profunda fe en sí mismo, viviendo siempre en torero atesorando las excelentes condiciones de valor, técnica y arte que salieron relucir en cuanto tuvo la oportunidad –negada durante tanto tiempo- de mostrarlas y que le puso en la senda del triunfo que aun recorre luciendo su característica sonrisa de la ilusión cumplida.
Dos aportaciones importantes a la Fiesta habría que reconocer a Manuel Escribano, continuó Lamarca, como son la de rescatar para los toreros la imagen de héroes, y la reivindicar el TORO de lidia como base fundamental del toreo.
No podría faltar la invitación de Leopoldo Córdoba al padre del matador, Paco Escribano, y como artífice de la vocación de su hijo, para que contara sencilla y cordialmente la historia compartida y su vinculación a la tierra venezolana.
Cabe destacar la presencia, además de los ya citados, del Dr. Luis Medina, presidente del Capítulo de Maracay, y los socios caraqueños Fredy Flores, y Arnold Miranda, y Filipo M. y de los españoles, el Comisario del CNP Santiago Bernal, y el InspectorArturo Martínez, en servicios destacados en la Embajada de España en Venezuela.
Miguel Guía clausuró el acto aunque prolongándose en amena y divertida tertulia taurina entre los asistentes, no sin antes convocar a todos al próximo acontecimiento taurino que supone el anunciado mano a mano en la plaza de Valencia-Carabobo entre los dos novilleros nacionales, Jesus Enrique Colombo y Manuel Vanegas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario