Pulcritud sin eco en el tendido de parte
del francés Juan Bautista, mientras que voluntad y entrega para el venezolano
“Maravilla”.
RUBÉN
DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
La única oreja de la tarde ayer en Pueblo Nuevo la cortaría el salmantino Javier Castaño, ante toros dispares de Hugo Domingo Molina. Foto: EFE |
Corrida del Lic. Hugo Domingo Molina de
mixtura en cuanto a comportamiento se refiere. Un corolario de nobleza, así
como de falta de raza en algunos ejemplares, fue lo demostrados por los hierros
del ganadero de bravo taribeño en el ruedo de la monumental tachirense en el
estreno formal de la Feria de San Sebastián, considerada por muchos, todo un
acontecimiento.
En lidia ordinaria estrenó feria el francés
Juan Bautista Jalabert, aprovechando la nobleza y recorrido del burel, llevándole
muy templado y limpio en el trazo del muletazo, ayudándole a embestir, nunca
mejor dicho. Le despachó de estocada caída, para ser silenciado. Serio y más
cuajado su segundo del lote, el cual dosificó sus endebles fuerzas, labor que
no conectó en el interés de los aficionados. Fue silenciado tras despacharlo a
las mulillas.
Javier Castaño aprovecharía a plenitud la
dulzona embestida del berrendo en negro que cupo en suerte en primer lugar, del
hierro de La Consolación, de nombre «Tunante» N° 184 de 460 kilos, animal de
generoso recorrido, exprimiendo a placer por ambos pitones su nobleza, incluso
excediendo más de la cuenta su trasteo. El espadazo tendido y un descabello
para el corte de una oreja, además de vuelta al ruedo al toro, los premios
asomados desde el palco presidencial. Poco pudo hacer ante el complicado
jabonero que completó su lote, donde hizo alarde de voluntad con escaso
lucimiento, siendo silenciado.
Gran ambición de triunfo y enorme
facultades lo demostrado en capote y banderillas por parte del venezolano
Gregorio Torres “Maravilla” a lo largo de la tarde. Muy artístico ante el
cuarto astado de la función, en la medida de lo permitido por el astado de
Rancho Grande, el cual supo meter en la muleta, pulseándole con tino lo
realizado por ambos manos. El espadazo perpendicular dejo su trasteo en sonoras
palmas, tras petición de oreja. En el que cerró plaza, nuevamente alardes y
efectividad en banderillas, para iniciar trasteo muleteril por estatuarios, y
poco más pues el toro no colaboraría ante su corto recorrido. Fue silenciado
tras espadazo tendido.
Abrió plaza el rejoneador yaracuyano
Francisco Javier Rodríguez, quien pechó un ejemplar de la ganadería española de
“El Niño de la Capea”, astado de escaso recorrido y distraída atención a las
grupas de los caballos y jacas toreas del jinete venezolano, donde a pesar de
su intenciones por agradar poco transcendió de cara al tendido, siendo
silenciado tras aviso.
Este jueves, la segunda corrida de feria,
donde se estarían lidiando astados españoles del hierro de Hermanos García Jiménez,
para el rejoneador Diego Ventura, y los coletas españoles El Fandi e Iván
Fandiño, así como el venezolano Fabio Castañeda.
FICHA
DEL FESTEJO
Feria de San Sebastián 2015. Miércoles 28 de
enero. Toros de Rancho Grande (2º, 4º y 6º), El Prado (7º), La Consolación (3º)
y para rejones (1º) de San Mateo, dispares de presencia y juego. Pesos: 520,
440, 460, 445, 465, 445 y 446 kilos.
Francisco Javier Rodríguez, silencio tras
aviso. Juan Bautista Jalabert, silencio en ambos. Javier Castaño, oreja y
silencio. Gregorio Torres “Maravilla”, palmas tras petición y silencio.
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