“Petro
fue derrumbado, los toros no”: Corporación Taurina de Bogotá
El gerente de la Corporación Taurina
de Bogotá le ganó, vía tutela, el mano a mano al Alcalde de la Capital, tras el
fallo de la Corte Constitucional que dejó en pie el espectáculo de los toros.
Dice que ahora solo aspira a ir a los
tendidos de la plaza de siempre para estar con la misma gente. Al lado de sus
dos hijos, aficionados en ciernes. Pero pocos se lo imaginan en ese simple plan
de aficionado. Y es que acaba de hacer la faena más importante de su vida en
ese mundo que se le volvió vida: la fiesta de los toros. Esa misma en la que
terminó siendo arte y parte, porque sacar una Feria o una temporada de toros
necesita tanto de pincel como de calculadora. Entonces, es probable que vuelva
a estar ahí, en un burladero del añejo, y robusto, coso bogotano, oteando los
tendidos y, al mismo tiempo, con la mira puesta en el ruedo, la bravura y el
temple.
El País habló con Felipe Negret Mosquera,
gerente de la Corporación Taurina de Bogotá, sobre lo que más le gusta, los
toros, y lo que, dice, menos le va: la arbitrariedad.
Lo dijo y se cumplió: primero se cae Petro que la Santamaría… La
Santamaría sigue en pie, como escenario taurino. Y Petro dirá que él también
¿Qué piensa de eso?
Que la Corte Constitucional ha sido
muy clara, la Administración Distrital no puede obstruir, impedir o dilatar el
restablecimiento de la plaza de toros como escenario para espectáculos taurinos
en Bogotá. La Santamaría plaza de toros sigue en la 26 y a Petro se le
derrumbaron su prestigio y su discurso populista.
¿Quién ganó y quién perdió con la decisión de la Corte Constitucional?
Ha sido un triunfo del Estado de
Derecho. Este fallo es un triunfo de los derechos de los colombianos, a los que
una alcaldada pretendió pisotear. Se recuperó la libertad que Petro puso en
peligro con sus arbitrariedades.
¿Por qué cree que hubo tanta demora en un fallo que muchos consideraban
cantado?
Los magistrados de la Corte Constitucional
son juristas juiciosos y cuidadosos de los tiempos. Debemos respetar a los
altos tribunales en sus fallos y en sus tiempos de decisión. Eso sí, a quien no
le gustó la sentencia fue a Petro. Pide nulidad o que se considere
improcedente. En cambio, nos tenemos que aguantar su desastrosa gestión ¡quince
meses más!, aunque no nos guste su nula gestión.
¿Qué le gustó del fallo y qué no?
Me gustó todo. Debemos resaltar la
claridad con que, una vez más, la Corte Constitucional reiteró las líneas
doctrinales que sobre la tauromaquia ya había expresado en cinco sentencias
previas. A un ciudadano que cree en la justicia no puede dejar de gustarle un
fallo que protege derechos y libertades. Si el fallo nos hubiera sido adverso,
lo estaríamos respetando igual, porque acatamos la Ley sin discusiones.
¿Cuánto le va a costar a la ciudad esa decisión de Petro de cerrar la
plaza de toros de Bogotá?
Ya le ha costado. Se han dejado de
presentar dos temporadas, 2013 y 2014. Cada temporada le hubieran representado
a las arcas de la ciudad por lo menos mil cuatrocientos millones de pesos, es
decir, dos mil ochocientos millones de pesos para los maltrechos parques de la
ciudad.
¿Y cuánto le costó, y le sigue costando esto mismo, primero, a la
empresa privada y, luego, a la generación de empleo?
Más de mil millones de pesos para el
comercio que funciona alrededor de la plaza. Hablo de vendedores de comestibles,
manzanilla, bebidas en general, botas, cojines, ponchos, sombrillas. Y más de
tres mil millones de pesos para la actividad de hoteles y restaurantes del
sector de San Diego. Cifras invaluables para una ciudad como Bogotá,
considerada la meca del toreo en América.
¿Se tomaría un café con Petro? ¿De qué le propondría que hablaran?
Soy un demócrata y un convencido de
que la humanidad solo consigue grandes objetivos mediante el diálogo. Me gusta
hablar de todo con todo el mundo. Me gusta hablar de la libertad, del respeto
por los demás, de la cultura, de nuestro pasado, de nuestro presente y de
nuestro futuro. Pero para dialogar se necesitan dos y a Petro solo le gustan
los monólogos. Él habla, pero no sabe escuchar. El Alcalde es un individuo
extraño, que cambia de opinión con mucha facilidad. Sus aliados huyen de él
porque una cosa piensa en la mañana, otra diferente por la tarde y todo lo
contrario por la noche.
¿Qué hay de cierto y qué no lo es, en torno al estudio que contrató la
Alcaldía y que dice que la Santamaría presenta fallas que la hacen riesgosa
para quienes ocupen sus tendidos?
No conozco el estudio, más allá de lo
que han dicho los medios. Se lo solicitamos a la Secretaria General de la
Alcaldía, pero todavía no hemos recibido respuesta. Puede ser cierto que
algunos lugares específicos requieran algún mantenimiento. Pero no es aceptable
que, con la excusa del reforzamiento estructural, se pretenda modificar y
destruir las dependencias necesarias para el manejo de los toros dentro de la
plaza.
Hemos pedido asesoría a una entidad
tan seria como la Sociedad Colombiana de Ingenieros para que nos oriente. La
duda que le surge a uno es por qué en estos dos años la administración no ha
adelantado estos trabajos y ahora saca el tema para pretender evadir los
fallos.
Usted cazó esta pelea y la ganó en el terreno legal. ¿Pero vio al
taurinismo unido en torno a esta causa, sintió respaldo? ¿Qué lecciones deja a
los taurinos este capítulo?
El mundo está cambiando y la fiesta
brava con él. Soy de los que piensa que este espectáculo debe ir girando con
los tiempos, además siempre ha sucedido así. Este es un tema de nicho y de un
segmento en particular. Pero los que conformamos ese nicho de mercado tenemos
derechos que se nos deben respetar.
¿Usted va de nuevo por la plaza de toros de Santamaría? ¿Cree que es
posible que se la entreguen a la Corporación Taurina de Bogotá?
Lo que quiero es ejercer el derecho
de acudir a la taquilla para comprar mis boletas y sentarme en el tendido en
compañía de mis hijos. Y de esta forma, poder transmitirles los valores y la
cultura heredada de nuestros antepasados.
¿Cuándo vuelven los toros a Bogotá?
Pues esperamos que la administración
de la ciudad acate la sentencia de la Corte Constitucional y cumpla con los
tiempos allí señalados. Además, los toros son eternos y este Alcalde ya tiene
el sol a sus espaldas, la puerta lo está esperando. Pero tenga la seguridad que
no es ni la Puerta Grande ni la Puerta del Príncipe. Es la puerta que da a la
calle.
¿Y cuál debería ser el cartel de la reapertura?
Seis toros de distintas ganaderías
para César Rincón, José Tomás y Luis Bolívar.
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