Lleno total en tarde accidentada
Víctor Ramírez “Vitico”
La fiesta de
los toros regresó a El Vigía con una excelente respuesta del público que llenó
la plaza de toros portátil “La Esperanza”, en el marco de la corrida de feria
organizada por la empresa taurina “Hermanos Manfredi López”. En el aspecto
artístico destacó Rafael Orellana que cortó la única oreja de una tarde con
varios incidentes que deben servir para mejorar en futuras oportunidades.
La corrida
de Juan Campolargo, desigual de presentación, contó con astados de juego
interesante, pero la tardanza en salir de los toros del camión y la poca
iluminación con la que terminó el festejo fueron factores que jugaron en contra
del espectáculo.
Rafael
Orellana lanceó bien a la verónica al primero, un astado muy terciado que fue
noblote. Con sobrado oficio, el diestro tovareño le toreó con suavidad y temple
en las primeras series de muletazos, dejando el engaño un poco retrasado para
aprovechar las medias arrancadas del toro. El trasteo, correcto y decoroso, lo
adornó el torero con desplantes, para cobrar una entera que caló al terciado
ejemplar, por lo que la presidencia negó la oreja, que el propio matador desde
el tercio solicitó. En realidad la petición no fue muy intensa. El cuarto, un
toro fuerte y serio, sembró el pánico al atropellar de forma violenta al
banderillero Jenry Alexander Belandria, introduciéndose al callejón. Tras el
desaguisado, Rafael Orellana se dobló con “Tamarindo” y se la jugó con
sinceridad y valor en medio de la oscuridad. El torero demostró sobrado valor,
profesionalismo y honradez, y aunque su labor no pudo ser brillante, cobró una
superior estocada, que por sí sola valía el trofeo que conquistó.
Sánchez
Valencia estuvo decoroso y con mucha voluntad ante un lote dispar. Con su
primero, logró varios muletazos de mano baja, corriendo la mano con gusto,
aprovechando la nobleza del castaño, con el que demostró que con más
oportunidades puede funcionar. Varios derechazos fueron buenos de verdad, tras
pinchazo y una entera al encuentro escuchó palmas. Con el último, ya en penumbras, estuvo
voluntarioso, sin volver la cara, aunque el triunfo era desde luego, una
utopía.
El
rejoneador José Luis Rodríguez se mostró correcto y con oficio ante un novillo
muy terciado de Los Marañones, mansito y rajado que puso a prueba al
rejoneador, que salió bien librado, gracias a su experiencia. Destacó en
algunas banderillas dando el pecho y ejecutando las suertes con limpieza. Tras
marrar con el rejón de muerte, echó pie a tierra y tras dos pinchazos y
estocada fulminante, fue ovacionado.
Destacó en
un excelente quite a la verónica al segundo toro, el novillero José Antonio
Valencia hijo, sobresaliente del festejo, que toreó con mano baja, temple y
gusto. Un torero con condiciones más que estimables.
Ficha de la Corrida
Plaza de
toros portátil “La Esperanza”
El
Vigía-Estado Mérida.
Domingo 3 de
agosto.
Lleno en
tarde agradable.
Cuatro toros
de Juan Campolargo, desiguales de presentación y juego. Muy terciado el
primero. Nobles primero y segundo. Encastado el cuarto y noblote el quinto. Un
novillo para rejones de Los Marañones, chico y manso.
Rejoneador
José Luis Rodríguez: Ovación tras aviso.
Rafael
Orellana, de burdeos y azabache: Saludos tras leve petición y oreja.
Sánchez
Valencia, de rosa y oro: Palmas y silencio tras aviso.
Incidencias:
La corrida comenzó con un importante retraso por la tardanza en salir del
primer toro, situación que se presentó con los astados cuarto y quinto. Arrollado
violentamente el banderillero Jenry Belandria, que sufrió contusiones y golpes.
Se presentó la cuadra de caballos de Gerson Guerrero y Lenin Báez, con acierto.
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