JESÚS ENRIQUE COLOMBO
Libra por libra, el mejor de
Venezuela
El VITO
-Al fin el
gobierno de España me otorgó la visa de trabajo.
-Fueron dos los
años que viví en España. Lo hice en la Escuela Taurina de Madrid, gracias a la
influencia de don Juan Lamarca, del Círculo de Amigos de la Dinastía
Bienvenida. Dos años entre aspirantes, con las enseñanzas del maestro catalán
Joaquín Bernardó, al principio. Luego fueron los consejos de Joselito, El Fundi
y El Bote. No fueron días fáciles. Han sido los maestros muy exigentes, lo que
se le agradece.
-Fueron mas de
60 tentaderos, muchas vacas, todas supervisadas por los maestros de la Escuela
Taurina de Madrid.
-En casa del
matador José Miguel Arroyo “Joselito” viví momentos de gran intensidad. El
maestro nos regaló en una oportunidad 18 novillos a la Escuela. Su Escuela, fue
allí donde él se formó como torero, como hombre y donde Joselito se hizo
maestro.
- El maestro Joselito
tiene mucho carácter, y cuando un alumno no está a la altura de sus exigencias,
cuando veía que no solucionaba los problemas, le echaba de la plaza de tientas
y le decía: “Tú, allá; en la tapia”. Así fue sacando uno por uno a los alumnos
que no calzaban sus exigencias.
-Quedamos
cuatro en el tentadero de su ganadería en Trujillo, Cáceres. Cuatro que además de nuestros novillos
repasamos los de los otros. Fueron tres espartanos días. Era como si
estuviéramos en un cuartel, por lo
exigente.
Al final, Joselito
me regaló un toro. Aquel toro lo cuajé y él, Joselito “el verdadero”, como es
el título de su autobiografía, me felicitó.
-No es usual
que el Maestro se tome la molestia de hablar con los alumnos. Da indicaciones,
pero es sumamente reservado. Me sentí mu buen, muy a gusto, pero entendí que
había logrado lo que había ido a buscar a la Escuela Taurina de Madrid
Torero de escuela, carácter y mensaje |
-Quiero ser
torero para ser figura del toreo. ¿Qué que es ser figura del toreo? Es ser un
príncipe. La Escuela tiene un ciclo, y yo cumplí ese ciclo. No puedo dejar que
la Escuela me absorba, la Escuela tiende a apropiarse de la personalidad del
torero y no estoy dispuesto a ello.
- No, no estoy
listo para tomar la alternativa. El toro te exige, y entre sus exigencias está
el de la entrega total. Hablo de entrega física y mental, repito que aunque he toreado
mucho no estoy preparado para la alternativa.
-Todo ha
cambiado mucho desde que estaba en la Escuela Taurina de San Cristóbal con el
maestro César Faraco. Aquello era un juego, todo me lo preparaban y yo estaba
feliz jugando con los becerros. En los caminos de la profesión, esos viajes
largos y cansados por la Sierra del Perú, los páramos de Colombia, aquí en
Venezuela y por los pueblos de España me han quitado de la cabeza lo del juego,
y entiendo que debo estar preparado porque esto dejó de ser un juego. Aquel
ambiente del principio era distinto, otra cosa.
-Viendo lo
difícil que ha sido esto para mis compañeros en Venezuela, he comprendido que
para ser torero en Venezuela hay que triunfar en el extranjero. Lo digo por la
respuesta que ha habido en Venezuela, luego de lo que hicieron en San Cristóbal
César Vanegas y Fabio Castañeda. Triunfaron, ellos triunfaron como pocos lo han hecho. Lo hicieron en una gran
plaza, en la Feria de San Sebastián, ante toros españoles y junto a las grandes
figuras de España y no los toman en cuenta para las ferias importantes.
-Y no se les
reconoce porque el venezolano no le da mérito al torero nacional, prefiere a
los toreros extranjeros y sólo reconoce, como ocurrió con los hermanos Girón,
Morenito de Maracay, Diamante Negro a quien triunfa en el extranjero en
competencia con los toreros de allá.
-En este
momento no tengo un apoderado en Europa, ni en Francia, España o en Portugal. El
Colombia mi representante es don Fernando Rozo, un hombre al que le debo mucho.
Ha sido mi maestro, ha sido mi amigo y es mi apoderado.
-En España me
han hecho varias ofertas, pero, sinceramente, no he visto en el horizonte el
futuro que y aspiro alcanzar en la profesión. Insisto en que quiero ser figura
del toreo.
-El ambiente de
los toros en Europa es muy diferente al de América. Lo he vivido y sé como es.
Allá los toreros se hacen en la plaza, y en la calle. La figura del toreo debe
tener personalidad como artista, saberse orgulloso y sentirse digno. Quiero ser
un torero diferente. Admiro a los maestros Morante y El Juli y he hecho amistad
con El Fandi, pero no sería a través de mi amistad o admiración los maestros
que he de llegar a ser figura del toreo. Ha de ser por mi mismo, con
sacrificio, entrega y responsabilidad y eso se logra en Europa, enfrentando las
dificultades.
Hoy Jesús
Enrique Colombo ha recibido de las autoridades consulares españolas en
Venezuela su visa de trabajo. Ahora el
torero de Táriba lleva en sus alforjas nueve contratos para actuar en Francia
y en España, en este agosto.
Para septiembre tiene muchas novilladas, con
categoría y mucha competencia. El lo sabe, pues sin tener visa de trabajo y
como alumno de la Escuela Taurina de Madrid toreó mucho en España. No todo fue
“coser y cantar”, pero no guarda los malos momentos y con su ilusión y
esperanza riega sus sueños de torero.
Es, insisto, el mejor “libra por libra” de la
torería nacional.
@vejotaele
vjlopez7@yahoo.es
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