COLOMBO, EMBELEZA CON SU CADENCIA AL PÚBLICO GUIPUZCOANO… FÍJENSE LAS CARAS. TODO ATENTOS A LA CÁTEDRA DEL NIÑO DE TÁRIBA |
EL VITO
Baeza está en el centro de la mitad del corazón de
Iberia.
En todo el medio de los olivares de Jaén, en una esquina al noreste de Andalucía donde el domingo hubo un sismo taurino. Estremecimiento telúrico con nombre venezolano, allá en Andalucía un andino de Táriba hizo temblar de emoción a los que vibran con el buen toreo.
Su nombre, téngalo en cuenta, Jesús Enrique Colombo.
En todo el medio de los olivares de Jaén, en una esquina al noreste de Andalucía donde el domingo hubo un sismo taurino. Estremecimiento telúrico con nombre venezolano, allá en Andalucía un andino de Táriba hizo temblar de emoción a los que vibran con el buen toreo.
Su nombre, téngalo en cuenta, Jesús Enrique Colombo.
Este torero, Colombo, es de Táriba. Pueblo, heroico y serrano, taurino y defensor desde la frontera de las raíces de la nación. Táriba es allí, donde este año al Alcalde se le olvidó festejar con toros la Fiesta de
La Consolación. Olvidó lo que el pueblo andino celebra desde hace más de
200 años, donde este año los taribenses no tuvieron los huevos que le sobran, ni temperamento que les caracteriza para reclamarle al burgomaestre
respeto por sus tradiciones.
Táriba, desde hace siglos, viene sembrando la fiesta de los toros en Venezuela. Lo han hecho los hijos preclaros del Municipio Cárdenas, como Eduardo Santos, Hugo Domingo Molina y Enrique Colmenares Finol, como ahora lo hace Jesús Enrique Colombo, a quien ese gran aficionado y amigo de Venezuela, Juan Lamarca, le endilga aquella observación de Corrochano, cuando descubrió a Luis Miguel Dominguín – cuando el menor de los Dominguín apenas llegaba a los 14 años de edad, la tarde que Ortega le diera la alternativa en A Coruña -, “El peque viene con la escoba”.
Dos tardes, dos triunfos que provocan se exiten las
agujas de los sismógrafos en Venezuela donde la inactiva placidez que vive la
fiesta a causa del aburguesamiento de sus toreros, se estremece con los dos
triunfos de Colombo en España.
Dos faenas “de campanillas”, en la villa guipuzcoana de Deba para cortar dos orejas a un toro del Puerto de San Lorenzo, el sábado, y un rabo el domingo en Baeza para volver a abrir una Puerta Grande en España… Cierto, como decía Corrochano de Luis Miguel: "el chaval viene con la escoba".
Dos faenas “de campanillas”, en la villa guipuzcoana de Deba para cortar dos orejas a un toro del Puerto de San Lorenzo, el sábado, y un rabo el domingo en Baeza para volver a abrir una Puerta Grande en España… Cierto, como decía Corrochano de Luis Miguel: "el chaval viene con la escoba".
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