¿HA
SIDO DEFENDIDA
LA VIEJA Y NOBLE
PLAZA DE TOROS
SANTAMARÍA DE BOGOTÁ?
Doctor
FELIPE
NEGRET MOSQUERA
He
leído su airado comentario al último párrafo de mi artículo”37 mil millones
para desnaturalizar la Santa María” publicado el 26 de julio de 2014 en la
página web www.crónicatoro.com
y otros medios. Creo que su lectura no ha sido serena ni comprensiva. Pero
gracias por dedicarme atención.
No
ataco a nadie, muchísimo menos a usted en particular, quien goza, porque la
merece, de toda mi consideración y admiración. Expreso una opinión personal en
términos respetuosos pero directos: “La vieja y querida Santa María no ha sido
exitosamente defendida en todo este lamentable proceso”. Si usted discrepa, y
considera que la defensa sí ha sido exitosa, eso simplemente nos coloca dentro
de nuestros respectivos derechos a opinar. Yo respeto el suyo con ilusión de
reciprocidad.
Derivado
de lo anterior manifiesto un deseo final: “ya sería hora de que su derrotada y
desahuciada guarnición muestre algo más que palabras.” No hago una lista de
nombres porque según el sentido de mi frase no es posible. Uso el término “guarnición”,
como una metáfora para referirme a todos los defensores ocupantes de una plaza,
todos, comenzando por los aficionados, que son incontables y para mí no
identificables uno a uno, quienes junto con los arrendatarios, han sido
desahuciados de su sede natural y derrotados (hasta la fecha) en su intención
de recuperarla. ¿O no? Ni soy “cobarde”, ni “tiro la piedra y escondo la mano”.
Asumo, firmo y sustento públicamente lo que digo.
Lamento
que usted se haya sentido aludido y atacado personalmente. Ni lo pensé. Si le
di tal impresión le ofrezco mis disculpas, aunque mantengo mis conceptos.
Respecto
a que mis crónicas le parezcan hoy (he recibido sus felicitaciones antes),
confusas quizás tenga razón, nunca quedo contento con ellas y le agradezco la
observación. Pero pese a tener, como todo aficionado, un gusto personal en lo
referente a feno y genotipo del toro, trato de ser siempre justo y objetivo en
la valoración (difícil tarea), jamás “malintencionado” como usted me
descalifica.
Su
acusación de que he sido defensor del alcalde Gustavo Petro en el proceso con
la Procuraduría es absolutamente infundada. No soy quien para ello, no soy su
partidario, no hago política, no soy abogado, no vivo en Bogotá, no es mi
alcalde, él es antitaurino y yo aficionado, jamás he terciado en tal
asunto, como no sea para tratar en mis artículos y programas de radio y
televisión, los aspectos exclusivamente, netamente, taurinos de su
administración y siempre con ánimo crítico pero respetuoso.
Me
hace gracia a su curiosa insinuación de que “pase por taquilla. No es
necesaria. En razón de mi edad (soy bastante mayor que usted) y temprano amor a
la fiesta, lo he hecho toda la vida, con placer, en muchas plazas del mundo. Mi
primer recuerdo consciente de corrida en la Santa María, pagada la entrada por
mi padre, es del 1952. Me formé en los tendidos. Desde que los medios me
invitaron a participar en ellos, asisto a los palcos de prensa, pero no soy yo
el invitado, son los medios que represento. Aun así continuo pagando entradas y
abonos. Tengo las constancias, y doy por hecho que usted hace igual.
Para
finalizar, querido doctor Felipe. No sabe cuanto me aflige que trate de
pelearse con este modesto cronista “en el escenario que sea”. Lo sigo
considerando mi amigo, un defensor de la fiesta, un líder nacional de ella, un
hombre talentoso y arrojado, me agrada. La pelea no es conmigo, estamos
del mismo lado, yo no soy su adversario, usted sabe muy bien quienes son. Le
acompaño en esa lucha y nos deseo mejor suerte de la que hemos tenido hasta la
fecha, y al parecer, por lo menos hasta el 2018.
Un
afectuoso, saludo
JORGE
ARTURO DÍAZ REYES, MD.
El
27 de julio de 2014, 23:15, <ctaurina@supercabletv.net.co>
escribió:
Señor
JORGE
ARTURO DÍAZ REYES
He
leido su nota sobre la situación actual de la Plaza de
Toros
de Santamaría, publicada - el 26 de julio de 2014 -
en
el blog "CronicaToro". Lamentablemente, en su útimo
párrafo
ataca de manera injusta y con términos
desprolijos
y destemplados a quienes hemos venido
defendiendo,
no un contrato, sino la Fiesta Brava en la
Capital
de la República. Defensa que se ha adelantado por
los
caminos y con los métodos que la Ley colombiana
establece.
Con
la cobarde táctica de tirar la piedra y esconder la
mano,
usted se abstiene de citar nombres propios,
esparciendo
sobre todo el mundo la sombra de la duda. Si lo
que
usted quiere es un debate conmigo, estoy listo para
adelantarlo
en el escenario que sea y en el momento
adecuado.
No necesito salir del clóset para defender la
Fiesta.
Pero no puedo aceptar señalamientos de quienes.
como
usted, defendieron al actual Alcalde de la Capital
cuando
- de manera legal y apegándose a la Constitución
-
el Procurador General de la Nación lo destituyó de su
cargo
por inepto y arbitrario. Mientras algunos nos
dedicamos
a defender las libertades, el aporte de otros ha
sido
defender al tirano.
Pero
hay muchas formas de defender la Fiesta. Esa defensa no
se
circunscribe al ámbito jurisdiccional. Por ejemplo,
usted
deberÍa hacer el esfuerzo para que sus crónicas
periodísticas
no se sumergan en el océano de la
confusión
y no hacer pasar por buenos a toros que no lo
son
y ocultar - malintencionadamente - virtudes de
excelentes
ejemplares por el simple hecho de pertenecer a
encastes
que no son de su agrado. Algo va de la
información
y el análisis a la desorientación
rampante.
Pero
hay otras maneras. Por ejemplo, pasar - de vez en
cuando
- por las taquillas de las plazas de toros. No se
imagina
usted lo interesante que puede resultar, para un
buen
periodista, compartir con la afición una corrida de
toros
desde los tendidos. No se puede depender siempre de la
cuota
de callejones que se le exige a las empresas un dia si
y
otro también.
Y
ya para terminar, quiero recordarle una frase del
político
francés Georges Clemenceau: "La guerra es un
asunto
demasiado serio como para dejárselo a los
militares".
Cordial
y taurino saludo,
FELIPE
NEGRET MOSQUERA
--
JADR
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