ADIEL ARMANDO BOLIO
MÉXICO, Distrito Federal. 9 de diciembre (Especial).- La magistral y poderosa
actuación del diestro defeño Eulalio López “Zotoluco” y la templada pero no
rematada faena del espada aguascalentense Mario Aguilar salvaron la octava
corrida de la Temporada Grande Internacional 2012-2013, en la Monumental Plaza
México, resultando triunfador el primero de ello al haber cortado dos orejas y
por ello ser sacado en hombros por la Puerta de El Encierro.
En tanto, el
también alternante y segundo en el cartel de este festejo en el gran coso de
Insurgentes, el hispano José María Manzanares, se vio imposibilitado de poder
hacer algo con el lote menos propicio que el destino le deparó en el sorteo.
De esta manera,
ante una buena entrada en los tendidos del enorme embudo taurómaco del país, bajo
un agradable clima, con algo de viento que no afectó a los toreros, se lidiaron
seis ejemplares de la dehesa guanajuatense de Marrón, diferentes en tipo,
presencia y juego, acusando debilidad en términos generales, siendo el que más
se dejó torear el corrido en último sitio. Regulares fueron el primero y el
cuarto, además de que los “jugados” en tercero y cuarto lugares, más el primero
de ellos, fueron protestados por falta de presencia.
EULALIO LÓPEZ “ZOTOLUCO”
En el toro que
abrió plaza, que mostró no estar muy sobrado de fuerza, el diestro anfitrión bregó
para sujetar su embestida y una vez que se hizo de ella veroniqueó con calidad.
Con la muleta prologó su faena con pases vaciando por alto, sobre todo con la
intención de ayudar y darle aire para un mejor empleo del astado. Una vez hecho
lo anterior, le ejecutó el experimentado espada un par de sentidas y cerebrales
series derechistas, en tanto que por el izquierdo tiró del “socio” en varios
lances tejidos a base de oficio y evidente técnica. De nuevo con el engaño en
la mano diestra y en la zona de tablas le endilgó de manera porfiona muletazos
de gran valor y, sobre todo, haciendo ver bien inclusive al débil astado pero
noble. Un derechazo para cambiarse la tela roja por la espalda y ligar
naturales largos y despaciosos para después en palmo de terreno y metido entre
los pitones, sin enmendar, ligar momentos de gran calidad y temple. Mató de
pinchazo hondo y cuatro golpes de descabello para escuchar palmas.
A su segundo, de
nombre “Camilo”, lo recibió cerrado en tablas con dos largas cambiadas, de pie
veroniquear con soltura y luego llevarlo al caballo por chicuelinas caminándole
a pesar de algunas insípidas protestas por la supuesta falta de presencia del
toro. Su quehacer con la franela la inició doblándose con autoridad para seguir
por derechazos majos en dos series, previos adornos toreros como un molinete y el trincherazo. Por el lado
izquierdo se recreó con poder pero continuó su labor magistral derechista,
intercalando el toreo en redondo y el remate cambiado de mano por delante. Vino
entonces el derechazo para pasarse en el engaño por la espalda y ligar el
natural, reponer el terreno y, ahora sí, engarzar mueletazos desmayando la mano
y con pleno asentamiento. Retornó a su intención derechista para meterse entre
los pitones y lograr pasajes de gran valor, además de cristalizar la dosantina,
ligando el cambio de mano por delante y el forzado de pecho. Un pase del
desprecio y terminó de estocada entera para serle concedidas por el juez de
plaza Jesús Morales, merecidamente, dos apéndices, mismos que paseó felizmente
en una aclamada vuelta al ruedo y al concluir la corrida se paseado y sacado en
hombros por la Puerta de El Encierro.
JOSÉ MARÍA MANZANARES
El alicantino en
el primero de su lote lanceó bien a pies juntos. En el tercio de varas, buen
puyazo del picador español José Antonio Barroso. La labor muleteril del espada la
llevó a cabo a otro ejemplar sin fuerza y con tendencia a rajarse, a base de consentirlo,
por naturales de buen trazo y cadencia, mientras que por el derecho no tuvo
tanta fortuna, decidiendo entonces continuar su quehacer natural de manera
esforzada. El toro se complicó más y aun así el ibérico insistió con la mano
diestra pero sin obtener respuesta del ya muy parado ejemplar marroneño.
Terminó aliñando y con la espada ofició dejando tres pinchazos y una estocada
ligeramente trasera para ser silenciada su labor.
En su segundo,
otro burel débil, lo lanceó de manera combinada con verónicas y chicuelinas,
siendo mejor las segundas, aunque terminó muy apurado por el astado hasta ser
desarmado. Estupendo puyazo de David Leos en el tercio de varas. Con el trapo
escarlata, en el centro del ruedo, Manzanares tuvo poca opción pues el de
Marrón soseaba y era corto en su recorrido. Aun así lo intentó el torero por
ambos lados pero lo cierto es que el toro, que terminó defendiéndose, no le dio
margen para nada. Decidió entonces cortar por lo sano, dejando una estocada algo
tendida, en buen sitio, por lo que tuvo silencio.
MARIO AGUILAR
Al primero que
le tocó lidiar, que fue protestado por falta de trapío, el torero de
Aguascalientes únicamente lo bregó. Con la sarga comenzó con lances vaciando
por alto y después tirar del burel para sacarlo a los medios y ahí cuajarle
tres tandas por el pitón derecho ante el descontento del público. Historia que
se repitió igualmente por el izquierdo y así, contrariado el torero por las
condiciones en que se dio la lidia de este ejemplar, se tiró a matar para dejar
una estocada entera, algo trasera y desprendida, siendo aplaudido a manera de
aliento.
Y en el que
cerró el festejo bregó con oficio y buen tino, midiendo muy bien la embestida
de su antagonista, para más tarde quitar en los medios por tafalleras. Con la
muleta, en la zona de los tableros, arrancó su trasteo con pases por alto para
luego llevarse al astado a los medios, donde le recetó tres soberbias tandas de
derechazos, con temple indiscutible y pasmosa parsimonia. Se pasó después el
engaño a la mano zurda y cuando empezaba a ligar los lances sufrió un desarme.
Prefirió entonces seguir por el perfil diestro en el mismo nivel de templanza y
calidad. Sin embargo, Mario no se quiso quedar con las ganas y lo volvió a
intentar por naturales sin un resultado similar, por lo que regresó a la idea
original, la del pitón derecho y, por ahí, recuperar la atención del público.
Largó más tela derechista al soso pero noble toro, terminando su quehacer con
toreo circular y ligar pases en un palmo de terreno cerrado en tablas.
Finiquitó de tres viajes con la espada y descabello para ser ovacionado.
FICHA: Monumental Plaza México. Octava corrida de la Temporada Grande
2012-2013. Buena entrada, con buen clima y algo de viento. Toros de Marrón: Diferentes
en tipo, débiles en términos generales, siendo mejor el que cerró plaza.
Regulares resultaron el primero y el cuarto. Tercero y cuarto fueron
protestados por su falta de trapío. Eulalio López “Zotoluco”: Palmas y dos
orejas. José María Manzanares: Silencio y silencio. Mario Aguilar: Palmas y
ovación. Al finalizar el festejo, “Zotoluco” fue paseado en hombros.
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