Anoche nos reunimos con Julián López "El Juli" y
su apoderado el maestro Roberto Domínguez, llegaron a Lima exultantes luego del
triunfo y el gesto de Latacunga, nombre que Julián López ha colocado en el
historial del toreo, lo mismo que Bonaparte inscribió la gloria al dirigir un
improvisado ejército en la defensa de la Convención en el Palacio de las
Tullerías. El madrileño, en el rincón del Ecuador, nos defendió a todos, a los
taurinos, contra la ignominia de los políticos y de quienes intentan borrarnos
de la faz de la tierra. En Latacunga el joven maestro se "rompió" más
allá del deber profesional para convertirse en un líder de la fiesta integral.
Como nos contó Belén Naboa, de Mundotoro.com el triunfo de
Julián López estuvo "por encima de los trofeos obtenidos, incluso dejando
a un lado la parte artística -estuvo cumbre el torero madrileño, versátil,
poderoso y profundo al tiempo- el de Velilla reivindicó la Fiesta en Ecuador,
la fiesta íntegra, el espectáculo total, y con él los miles de espectadores que
abarrotaron el coso. Como nota curiosa, fue el matador español David Galván
quien lo sacó en hombros una vez finalizado el espectáculo". Nuestra
colega ecuatoriana, remata su bien logrado documento testimonial con la
pregunta "¿Se hará el sordo Correa?"
Anoche el homenaje a El Juli tuvo en pretexto de la
entrega del Escapulario de Oro del
2010, como triunfador de la Feria del Señor de los Milagros de aquella
temporada. Roberto Puga Castro y su hija Cecilia Puga Bussele hicieron entrega de la joya que le acredita
como tal, siendo ellos, como ganaderos, corresponsables de este triunfo. Sin
embargo, la verdad en ese momento en este mundo de relatividades, consideramos
se trata de un reconocimiento adelantado a su torería vivida en cada terreno de
su vida profesional
En ese mismo instante, pero en otro lugar de Lima, Enrique
Ponce recogió su quinto Escapulario de Oro, premio que le acredita como el
triunfador de la Feria del Señor de los Milagros de 2011. El maestro de Chivas
es quien más veces ha conseguido tal galardón en toda la historia de la plaza
de Acho, antes fue el triunfador en1995, 2000, 2007 y 2008.
Hoy, aquí en Lima, estos dos "monstruos" del toreo
se unen en cartel perfecto con José María Manzanares, otro que llena de orgullo
la fiesta no sólo con sus triunfos, que son infinitos, sino con su manera de
vivir la herencia de la riqueza que en vida le entrega su abuelo Pepe
Manzanares y su padre, Josémari,
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