domingo, 25 de noviembre de 2012

Miguel Ángel Perera enorme en Acho, pero la apoteosis se diluyó por haber estado errático con la espada

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  por: AFICIONPERU.COM /Manuel González Delgado/Fotos:Lula Cebrecos



El Fandi no estuvo a gusto en toda la tarde y Talavante pecho con un lote imposible.

En la cuarta de la Feria del Señor de los Milagros 2012, como ya estaba anunciado en los carteles se lidió un encierro de la ganadería colombiana de “San Sebastián de las Palmas”, de los cuales tres toros sirvieron con calidad lidiados en primer, segundo y quinto lugar, los otros tres fueron reservones, mirones, y uno de ellos el tercero busco el refugio de las tablas y no hubo manera de sacarlo de allí por más voluntad que puso el diestro Talavante, superior el quinto de Miguel Angel Perera al cual el ganadero trato de solicitar el indulto pero el diestro no opinó lo mismo.

David Fandila “El Fandi”, nadie puede poner en tela de juicio que es una figura del toreo, sin embargo esta tarde en Acho, me dio la impresión de estar desmotivado, quejoso, fastidiado, incluso con su primero que tuvo muchas posibilidades, no se sintió cómodo en ningún momento, técnicamente estuvo bien, pero le falto ese algo que el público capto en el transcurrir de su faena que se fue apagando en entusiasmo. Dicho esto no tiene sentido comentar cuantos derechazos o naturales o de pecho dio, porque la verdad no es relevante ante la falta de entusiasmo del torero que como ya hemos dicho se le vio fastidiado, aburrido. 

Con las banderillas evidentemente es un portento de facultades antes de la ejecución, insuperable con los palitroques, pero, cuando llega al embroque y clava me acuerdo de los antiguos revisteros que decían: “todo es toro”, al acabar el tercio un par puede estar en el lado derecho, otro trasero, otro al izquierdo, añoro poder escribir eso de “clavo los tres pares en una peseta”. La tónica de su actitud a pesar de no ser un buen toro el cuarto y de estar técnicamente casi perfecto fue la misma, si un torero muestra gestos de disgusto, es lógico que el publico también lo este.

Miguel Angel Perera, ofreció una de sus mejores tarde en Lima, y aquí también diremos que lo importante no es cuantos muletazos dio, en derechazos, naturales, de pecho, redondos, parones, acá lo importante es decir, a mi manera de entender esto, su raza, su torería, su mando, el temple y poderío. Perera…¿que como estuvo? En Perera; en su máxima expresión, probablemente una de la mejores faenas que se le ha visto en Acho, es un torero que se arrima y los pintones le pasan raspándole las medias, si señores las medias, porque además baja la mano tanto, que allí es donde obliga al toro a meter la cara, un sentido innato del temple que somete las embestidas, esa fue la tónica en sus dos toros, no obstante de tanto arrimarse sufrió dos volteretas, la afición lo entendió y por eso a pesar de no estar fino con la espada, por ser esta la llamada “suerte” suprema y entiéndase las comillas, porque las ejecuciones fueron buenas, pero así pasa en algunas ocasiones, dio una vuelta al ruedo en cada uno de sus toros, con sabor a orejas.

Alejandro Talavante no tuvo en ninguno de sus toros colaboradores para su forma de interpretar el toreo, su primero un toro que rompió a mansurrón y busco el abrigo de las tablas de donde era prácticamente imposible sacarlo, por lo que abrevio con acierto. Su segundo sólo lo dejó lucirse al inicio de faena en unos muletazos por alto sin moverse hasta que rompió a malo, con sentido, mirón, “peligro sordo” como le que le llaman, si embargo el torero con firmeza le sacó todo lo que se le podía sacar en series con la mano derecha, donde Talavante puso todo de sí, sin escatimar esfuerzos.

La tarde fue interesante para los buenos aficionados, hubo un buen ambiente donde el sol brillo durante todo el espectáculo y un público que se fue de la plaza con división de opiniones.

Ficha del Festejo.
Acho 25 de noviembre 2012.
Toros de “San Sebastian de las Palmas”.
El Fandi: de Negro y azabache con remates y machos en oro, Silencio en ambos.
Miguel Angel Perera: verde botella y oro; vuelta al ruedo en cada uno de sus toros.
Alejandro Talavante: Morado y oro; silencio en ambos. 
Destacó con los garapullos César de Madrid y a caballo César Caro.

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