La justicia divina llega con Maravilla a San Sebastián

GREGORIO TORRES "MARAVILLA"

 

Por: Víctor Ramírez “Vitico”

Todos sabemos que muchas veces el toreo y su sistema son injustos, ejemplos de ello hay miles, los cuales servirían para hacer cientos de libros. Gregorio Torres “Maravilla” es fiel reflejo de ello pues lleva años en el desierto del olvido después de ser uno de los grandes triunfadores de la Feria Internacional de San Sebastián. Afortunadamente, se abrieron las aguas como en el famoso relato bíblico  de Moisés, para que el moreno espada regrese, como se merece a una plaza y a una feria donde compitiendo con las grandes figuras del toreo se alzó en 2006 con uno de los trofeos más cotizados de la temporada venezolana.

Maravilla demostró esa tarde del viernes 27 de enero su gran proyección, alternando con el rejoneador José Luis Rodríguez, Javier Conde y Julián López “El Juli”. El torero venezolano cuajó a sus  dos toros, cortándole las dos orejas a su primero, “Soñador”, número 91 con 470 kilos de El Prado  e indultando al sexto, “Gomesista”, número 37 con 435 kilos de Rancho Grande, en una actuación redonda y de clamor, que le permitió salir en hombros por la puerta grande, demostrando sus innatas cualidades, ya apuntadas en anteriores ferias.

Pero como los caminos del toreo son misteriosos, Maravilla fue cayendo en el olvido, en parte por sus propias dudas, en parte por culpa del sistema, pero bien dicen que no hay mal que por bien no venga, el dolor del destierro abrió los ojos al torero, que marchó a Perú ante las nulas oportunidades en su tierra, se cuajó en las plazas del país andino y entendió que sólo su capacidad de aguante y sacrificio servirían para esperar ese momento de volver a enfundarse el traje de luces en la plaza de su vida. Y la empresa taurina de Fabio Grisolia le ha escriturado para el abono de San Sebastián, lo cual ha sido recibido con alegría por aficionados y profesionales, pues es desde luego incongruente que diestros de la capacidad técnica de Maravilla se pierdan en la inactividad. Buen torero, capaz, con facultades y valor sereno, Gregorio Torres puede dar el campanazo definitivo para que las empresas venezolanas le tomen en cuenta para sus abonos, nuestra fiesta necesita de ídolos y en Maravilla, puede estar uno de ellos.