‘LOS PAÑUELOS’
En
estos
días en los que por la proximidad decembrina los presentes empiezan a
caerse del arbolito y con ello da lugar a que los aficionados se pierdan
en un
marasmo de incertidumbre sobre el real
valor de cada uno de los premios,
condecoraciones, reconocimientos, homenajes, regalitos y quien sabe
cuantos
halagos más se les otorga a los toreros que han brindado algo
destacable, pero
la pregunta ahí está ¿Cuánto valen taurinamente esos ‘premios’? que
además ninguno de ellos está certificado por ‘La Real
Academia de la Tauromaquia Mexicana’ aparte de que muchos de ellos son
otorgados
más que para reconocerles méritos a lo actuantes de los ruedos, para
que ‘x’ grupos tengan una marquesina y esto los primeros que lo saben,
son los toreros
quienes aprovechan la kermes para darse un baño de pueblo y bueno una
fotito por aquí y otra por allá y unas
líneas que se cambian por un tintorro barato
y un sopecito miniatura no le cae mal a un personaje público ¿Mas por
que se da esto? pues por falta de sustentabilidad, de jerarquía o hasta
de
solvencia, porque ésta es vulnerable cuando los otorgantes tienen
compromiso con las empresas, mas no por
ello nos debemos desmarcar del tema sin antes proponer una fórmula que
le permita al aficionado común y corriente, expresarse o hasta
desahogarse de todo aquello que no le parece correcto y también de lo
que sí, y
que no lo hace, porque no tiene con quien o en donde hacerlo y a esos
miles de
seres es a los que la fiesta tiene que oír, porque son ellos los
resonantes de los triunfos toreros y son esos
aficionados los que se preguntan ¿Por qué en una fiesta tan monumental,
carecemos de mucho de lo elemental?, como por ejemplo el no tener guías
o luces taurinas con alguna excepción
que orienten y no estoy hablando de comunicadores, pues
para eso que cada cual se las arregle con sus capacidades e intereses y
que su
conciencia sea la que los juzgue, sino
de líderes que generen una verdadera influencia, que si los hay,
aunque escatimosamente, es más a lo que me estoy refiriendo concretamente es a grupos que con la fuerza que da la unión puedan
influir, normar o hasta enderezar los renglones torcidos de la fiesta, ante
ello ha surgido la idea de utilizar la cibernética para elevar esas voces que
en lo individual son solistas, pero que ya en lo colectivo podrían ser
escuchadas ¡claro! esto con un alto
sentido de responsabilidad y taurinismo, pues no se puede negar que en el twitter o facebook, pescar una buena
primicia o un comentario de altura, es tanto como encontrar una ajuga en un
pajar, aunque ¡claro! que si se encuentran y ‘de la ajuga’, así que las ‘Voces
que hablan’ sin nexos oficialistas o zalameros que son las más del tendido, se convertirán
en rugidos a través de vocesquehablan@yahoo.com.mx
/ @vocesquehablan
Por
lo
pronto, debiendo ser la Fiesta Brava incluyente, ‘Voces que Hablan’
instituye como reconocimiento popular la entrega de ‘El
Pañuelo’ en sus variantes de blanco,
verde y negro, por el que pujaran personajes, los propios aficionados,
los jueces de plaza,
los médicos, los apoderados, los empresarios, los mozos de espadas,
los monosabios, los torileros, los taquilleros, los cubeteros, los
personajes pintureros, los puesteros, los
vendedores de arte, cultura y tradiciones, los grupos o porras, sin que
falten
los restaurantes y bares taurinos y por ahí va este intento de devolver
la
fiesta a quien con su presencia la hace posible ¡El Público! que a final
de
cuentas es el que debe de mandar y no los de dos o de cuatro
extremidades que engañan,
lucran, timan, denigran y por ello son considerados como ‘Non Gratos’
¡Ah!
la sede para la entrega de los ‘Pañuelos’ será la pomadosa pulquería ‘La oreja de oro’ donde no se reserva el
derecho de admisión, donde el piso de aserrín es parejo pa’ todos, donde los
periodistas incómodos también accederán, donde las cámaras toreras serán
alternantes y las de la socialité ¡fuera!, donde no habrá buñis de regalo y sobre todo dónde no habrá línea y donde la
‘Puerta Grande’ se abrirá de par en par, para el taurinismo y la libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario