El anuncio del nombre del Maestro en los carteles de Grisolía para San Sebastián, le dan a la región un sustento de confianza en momentos que las circunstancias lo reclaman
EL VITO
Fabio Grisolía acaba de estremecer los cimientos de la
fiesta de los toros en Venezuela, al anunciar desde San Cristóbal la
contratación para la Feria de San Sebastián de 2013 en la Monumental de Pueblo
Nuevo del gran rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza.
Será para dos tardes las que el maestro navarro actuará
en San Cristóbal, lo que marcará su debut en Venezuela.
Hermoso de Mendoza
ha elevado el arte del rejoneo a niveles en los que nunca creímos se podrían
alcanzar, al crear en su repertorio cotas de perfección donde se confunde el
bien domado, y valiente caballo con la muleta.
Los engaños de Hermoso de Mendoza, sus magníficos
caballos, tomaron forma y nombre, y en lugar de llamarse muletas o capotes se
llamaron "Cagancho", "Mazzantini", “Silveti”, “Chenel” y "Chicuelo",
por mencionar algunas de sus muy famosas jacas, e implementaron en su
tauromaquia a caballo, fundiéndose en una sola pieza, las técnicas del toreo
moderno.
Desde que Hermoso de Mendoza apareció en los redondeles
del mundo, hasta la fecha, los aficionados dejaron de referirse,
despectivamente, al rejoneo como “el caballito”. No es que no se le reconociera
el mérito de anteriores rejoneadores,
sus maestros y el trecho histórico por ellos cabalgado. Es que en las manos del
torero navarro el rejoneo cambió radicalmente en sentido de la lidia y en el
espectáculo.
La historia del toreo en España y Portugal, y
durante las primeras décadas del Siglo 20 tiene soberbios exponentes como lo fueron el cordobés don
Antonio Cañero, hombre muy ligado a la fiesta de los toros en Venezuela, y los
sevillanos don Álvaro Domecq y los
hermanos Peralta, en España. En
Portugal, tierra de grandes maestros como Joao Branco Nuncio, a quien Juan
Belomonte calificó como “el mejor torero que he visto”, y Simao da Veiga de
muchas visitas a Caracas, donde lidió un toro criollo. Los más recientes como
José Samuel Lupi, Joao Moura y Moura
Caetano – padre e hijo – Diego Ventura, el único que rivaliza “de tu a tu” con
Hermoso.
En Venezuela es
oportuno rendirle homenaje y reconocimiento a Javier Rodríguez Jáuregui,
fundador de la dinastía de los Rodríguez –José Luis, Luis Augusto, Francisco
Javier y Rafa- sobre la que descansa la
mejor historia del toreo a caballo venezolano. Sin olvidar, por supuesto, a la
muy meritoria Conchita Moreno, único rejoneador venezolano que ha toreado en
Las Ventas de Madrid. Junto a la caraqueña, cuando de damas se trata,
recordamos a la gran Conchita Cintrón y la hermosa María Sara, torera francesa
con actuaciones en Venezuela.
Cuando creímos que
el rejoneo quedaría rezagado a un espectáculo inferior dentro de la gama de la
tauromaquia, apareció este centauro moderno, Pablo Hermoso de Mendoza, demostrando
por primera vez, que se puede torear con
un caballo tal cual lo hace un matador de toros o un novillero con sus engaños.
Además, el sólo anuncio de Pablo Hermoso de Mendoza a la
Feria de San Cristóbal, le da un aval de confianza a la nación, a la región
tachirense, pedazo grandes de Venezuela sufrida por las circunstancias a las
que la ha arrinconado el régimen socialista y militarista de Hugo Chávez.
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