miércoles, 16 de mayo de 2012

AMANECER DE ILUSIONES EN MADRID, CON PLENO DE ESPERANZA EN SU ATARDECER




EL VITO

Fue un día intenso, pero lleno de ilusiones y esperanzas cuando llegó el ocaso. Al amanecer vivimos la prueba a la que fuera sometido el novillero tachirense Jesús Enrique Colombo en la Casa de Campo, sede de la Escuela Taurina "Marcial Lalanda" de Madrid.
Dos becerras, cada una  para media docena de aspirantes.
Desde un joven con apariencia de experimentado, hasta nuestro representante que luce ser el de menor edad entre  los doce concurrentes a la prueba dirigida por el catalán Joaquín Bernardó, aquel torero que dejó escritas bellas páginas de arte en la Plaza México y en la Monumental de Barcelona y que hoy dedica su tiempo a la enseñanza.
Fue la actuación del novillero de San Cristóbal la más destacada entre los doce torerillos que buscan en las aulas de la Casa de Campo el oficio necesario para el ejercicio de la lidia de reses bravas.
 Muy bien vestido Jesús Enrique, de negro paño su calzona, le salió a una encastada burraca que había superado al primero de los novilleros con el capote. Colombo toreó por chicuelinas en los medios de la plaza y con la muleta estuvo muy decidido y efectivo. Sin complejos y mucha determinación. Vendió todo lo que hizo, con el beneficio de la compenetración de los asistentes a esta prueba.
Muchos venezolanos, algunos residentes en Madrid, otros asistentes al II Encuentro Iberoamericano del Círculo BIenvenida asistieron desde muy temprano a la prueba del torero andino en Madris, prueba que aprueba y le abre las puertas de la Escuela "Marcial Lalanda", donde estará este año como antesala al inicio de su carrera profesional como novillero en España.
Junto a Manuel García y César Omaña viajamos a Valladolid donde en una de las dos novilladas que se celebran en la Feria San Pedro Regalado estaba anunciado el caraqueño César Valencia. César, sobrinno de Bernardo, José Antonio y de Juanito, es el más destacado entre los miembros de esta generación de los Valencia, entre quienes están Sánchez Valencia y Christian, hijos de Bernardo y primos hermanos de César, hijo de César Valencia radicado en Talavera de la Reina.
En la novillada sin picadores -dos se celebraron en esta feria- se anunciaron alumnos de las escuelas de Valladolid, Alicante,Granada, Huelva, Jerez y de Madrid. El venezolano ha sido uno de los alumnos más destacados, supremacía que destacó entre todos con su triunfo en la plaza de la calle Zorrila de Valladolid con un triunfo de dos orejas, superando al granadino José Ángel Fuentes que nos dejó una impresión sumamente grata por la finura de su expresión artística en el ejercicio del toreo.
César vistió de añil y azabache y antes de su novillo ya había dicho "presente" con un gran quite por chicuelinas al astado correspondiente al alumno de la Escuela de Trigueros de Huelva. Recibió el venezolano al eral cerrado en tablas con una larga afarolada de rodillas, suerte que le diera temprano acaloramiento a su faena. En banderillas el venezolano estuvo, y así le vimos, muy deficiente. No porque no acertara con los palos, sino por equivocar los terrenos para la ejecución de las suertes. Muchi mejnor con la muleta, faena derechista de pases largos y templados al novillo menos propicio de los seis que se lidiaron y que pertenecían la hierro salmantino de Olga Jiménez Fernández. Valencia cortó dos orejas, fue el triunfador de la tarde y nos anuncia que será en junio cuando comiencde el rodaje de su profesión ya como novillero con picadores.
Como les decía, fue un día largo, con un amanecer de ilusiones y un ocaso lleno de esperanzas para el toreo venezolano.

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