Le bastaron dos actuaciones para convencer a la afición de Aragua, que él, El Califa es el torero de Maracay. Su alternativa en la Feria del Sol de Mérida de manos de El Juli con una bonancible corrida de Miguel Gutiérrez, y una sonora tarde en su natal Maracay el día qu seráinolvidable en su vita pues fue cuando le cortó cuatro orejas a una buena corrida de Laguna Blanca, que le sirvió para abrir de par en par y sin objeciones la Puerta Grande de la Plaza de Toros "César Girón". Ahora viaja a Madrid, donde le espera su apoderado "El Gallo de Morón", más que un viaje es un compromiso, porque o ratifica que es el torero de Maracay o será el protagonista de otro triste capítulo del libro de las esperanzas perdidas de la torería vernácula. |
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