sábado, 14 de abril de 2012

DIEGO SILVETI OVACIONADO EN SEVILLA dejando un punto de atención importante en la exigente afición de la Maestranza



A Diego Silveti ya le conocían en Sevilla, porque en su ruedo sufrió de novillero una cornada y dio una vuelta al ruedo en otra tarde en la que caló en los aficionados de la Maestranza. Sin embargo, su debut como matador de toros se sitúaba un punto más arriba en cuanto a las exigencias, tanto por parte del público, como por parte del propio diestro, que llegó a este importantísimo compromiso con una actitud y una firmeza que pronto llamaron la atención de los aficionados. Por ese motivo, aunque perdió una oreja en su primero al pegar un pinchazo y luego fallar con el descabello, todo lo que hizo ante ese toro de Montealto tuvo la aprobación de los tendidos. Lo mismo ocurrió en el sexto, un toro de mayores dificultades con el que Diego se la jugó con firmeza e ideas.
Esta presentación de Diego Silveti tuvo lugar en la tarde de hoy, sábado 14 de abril, en la primera corrida de la Feria de Abril. Con media entrada en tarde fría y de molesto viento, se lidiaron toros de Montealto, ganadería que debutaba en esta plaza en corrida de toros. De juego desigual, los mejores fueron primero y tercero. Serios y muy astifinos los seis. El resultado de los toreros fue el siguiente: OLIVA SOTO (vuelta y y silencio tras aviso), ANTONIO NAZARÉ (silencio tras aviso y silencio) y DIEGO SILVETI (ovación tras aviso y palmas).
Molestó mucho el viento durante toda la tarde, y ese inconveniente lo sintió Diego Silveti a lo largo de su faena al tercer toro de la tarde. Un animal que tuvo nobleza y sacó buen fondo, aunque el mexicano ayudó a sacar lo mejor del toro. Sin poder lucirse con el capote, ya que al animal le faltó entrega, Silveti comenzó su labor muleteril doblandose por abajo y con poder, para fijar y asentar al toro. Tras ese comienzo, la disposición y lo bien que se asentó delante de la cara del ejemplar de Montealto, hicieron que los aficionados entrasen en la labor del diestro. En las dos primeras y buenas tandas por el pitón derecho, Silveti condujo la embestida por abajo, llevándola bien metida en los vuelos de la muleta, aunque en ocasiones tuvo que sortear las molestias del viento. Le ocurrió en una tercera tanda, en la que sopló con más fuerza. A pesar de ello, Diego estuvo muy centrado, planteando bien la faena. Por el lado izquierdo también tiró bien de la embestida, toreado más lento y con magnífico ritmo en tres naturales. Y ya hasta el final, el mexicano se mostró con torería. Para cerrar su actuación se la jugó con limpieza en un manojo de bernadinas en las que cambió la trayectoria del toro, que llegaron mucho a los tendidos. Ya quedó dicho que un pinchazo, previo a una buena estocada, y un par de descaballos le dejaron sin una posible oreja, pero la afición le hizo saludar después una fuerte ovación.
Con las malas ideas del sexto fue imposible el triunfo, pero no el demostrar la firmeza y la gran actitud con la que Silveti llegó a Sevilla. Lo intentó por ambos pitones, incluso tuvo que hacerse un autoquite una vez que el toro le derribó con los cuartos traseros, quedando a merced del toro. En ese momento Silveti le lanzó la muleta a la cara del animal y se pudo librar de un seguro percance. Respuesto del trance, Silveti le robó todo lo que tenía, para matarlo con la misma buena actitud que había demostrado con la muleta. Sin triunfar, el paso de Silveti por el ruedo de la Maestranza sí fue muy positivo.
Sin ninguna suerte en el sorte pasó por la tarde Antonio Nazaré, que tuvo que tirar de recursos y buena actitud para mostrarse también por encima de su lote. Fue silenciado. Por su parte, el también sevillano Alfonso Oliva Soto dio una vuelta al ruedo tras estoquear al primer toro de la tarde, con el que el torero de Camas dejó muestras de su buen concepto del toreo. Lo mismo que con el cuarto, con el que volvió a dejar constancia de su corte torero.

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