lunes, 12 de marzo de 2012

EN UN LODAZAL SEIS AVISOS, UN TORO VIVO Y UNA TARDE MUY DESLUCIDA


20ª DE LA TEMPORADA EN LA PLAZA “MEXICO”


JARDINERO DE SAN MATEO


Cuando han salido por la puerta de los sustos 140 reses en 20 corridas de toros de las que no más de 7 son dignas de recordar, sea por la indecisión y falta de voluntad de los toreros, sea mayoritariamente por los pésimos encierros que han desfilado por la llamada Catedral taurina de México, habrá que reflexionar al fin de la temporada que concluye en una semana, sobre las causas de este aparente desastre. Quienes quieren encontrar razones para un triunfo redondo en esta temporada, seguramente argumentarán que se han cortado 42 apéndices y tres rabos, pero en verdad más de la mitad de las orejas han sido producto de un biombo despistado, cegatón y generoso. La temporada, a mi juicio, dibujó una gigantesca “W”, comenzó muy arriba en la primera de inauguración –Saldívar-, descendió en la segunda –Talavante-, volvió arriba en la tercera –El Payo_ y se fue en picada hasta el gran triunfo de Silveti en la sexta, después lo peor, para el olvido, séptima, octava, novena, décima, undécima, renació en la doceava con Sebastián, mejoró en la décima tercera y llegó a la cumbre en la quinceava de Aniversario con Julián y lo bien hecho por Manzanares, José Mauricio y Silveti, todavía se sostuvo en la dieciseis con el gran triunfo de Spínola y el éxito de Pablo Hermoso, repuntó en la diez y siete con el triunfo de Joselito Adame y en la décimo octava con el triunfo de “El Zapata”, decayendo en barrena en las dos últimas corridas. ¿Qué nos deparará la inclusión de Fabián Barba de muy buen recuerdo, Victor Mora y Christian Ortega que estaban en el apartado y reses de la ganadería tlaxcalteca de Cuatro Caminos? Ya lo veremos e iniciaremos el análisis formal de la temporada.
Lo que sí es incuestionable, sin duda, es el saldo positivo de la temporada es el hecho de que ahora en cuanto a los triunfos sólidos y convincentes, las figuras mexicanas se han llevado el gato al agua. Arturo Saldívar es a nuestro juicio “el Triunfador de la Temporada”, sólo con tres toros se hizo de 4 orejas, merecidas y un rabo y si no volvió para la del aniversario es asunto que la empresa y él debieron explicar públicamente. Otro joven mexicano que triunfó arrolladoramente fue David Silveti en la 6ª. Del otro lado del océano Castella triunfó en grande en su segundo intento, Julián tuvo una tarde majestuosa en la del aniversario, Pablo Hermoso no dejó su lugar de primate del rejoneo. Spínola fue la revelación con todos los trofeos, Adame plantó cara con su singular estilo y se llevó dos apéndices y finalmente “El Zapata”, que se desploma después del tercio de banderillas, tuvo una muy buena tarde, la última. Lo demás, se ventila a criterios, quizá algunos no pudieron rematar por un accidente como Juan Pablo Sánchez, por malos toros como Talavante, por indolencia como El Payo, por edad El Zotoluco que con 7 toros sólo agarró una peluda y por mala suerte Manzanares. Lo demás es del montón y en el que se salvan Mario Aguilar, Diego Ventura y Fermín Rivera. Con la memoria reciente no encontramos argumento alguno para la repetición en la temporada próxima de Guillermo Capetillo, Emiliano Gamero, Alejando Martínez Vértiz, Ruiz Manuel, Fernando Ochoa, Ana Batista, Guadalupe López y Marcial Herce entre otros.
Pareciera que la empresa ha hecho un mal pacto con Tlaloc porque la naturaleza se ha ensañado con las corridas de toros en esta temporada. Bien pasa una semana sin lluvia y cae una tormenta el domingo a las 4, cayeron varios diluvios como el de hoy y también en los primeros meses se sufrió un frío desusado. Pues bien, en esta corrida vimos un ruedo totalmente cubierto por la lluvia y lo aconsejable era haberla suspendido, por mucho que los monosabios trabajaron, había partes del ruedo que era un lodazal, lo que provocó temor a los toreros y numerosas caidas de las reses que no sentían ninguna seguridad, pero se cometió el error y se pagó, tuvimos una tarde infumable.
En su 1º , Humberto Flores con “Mi Richard”, negro, bragado, paliabierto, de escasa cara y sin fuerza, el torero no logró acomodarse con la capa hasta después de la vara cuando instrumentó chicuelinas con voluntad. El monosabio fue al suelo al salir de banderillas y el jalisciense intentó por el lado derecho dejar la mano abajo con enorme riesgo del debilucho novillo al que ejecutó con una estocada en lo alto, oyendo algunos aplausos. Con el 4º, “Es Posible”, negro, bragado, girón, nevado, de bonita lámina, le vimos asustar a los picadores al saltar la barrera limpiamente. Otra vara “a la mexicana” y eso se volvió el desorden, el toro se quedaba y no tenía clase y el ya añejo matador sufrió el error de no darle suficiente castigo. Por allí un abaniqueo y un desastre al matar para que se volvieran a combinar ahora más pitos y menos aplausos.
Por su parte, Marcial Herce, con “Puedo Esperar”, berrendo, caribello, coletero, capuchino, nada pudo hacer con la capa, rebrincaba el toro a la salida y el puso voluntad y algunos pases ajustados, quedando en detalles como una dosantina en tres tiempos. Intentó una suerte de matar extraña, citando para recibir y dejó en el embroque una tendida abajo. Recibió un aviso y silencio. Con el 5º, “Cariñoso”, negro, zaino, paliabierto que recargó duramente al caballo, Herce le dio unas llamadas chicuelinas que más bien fueron capotazos mas capotazos. Apuntaba bien con la izquierda con unos naturales y uno de pecho y despertó más optimismo al tomar la muleta con la derecha, donde cargó dos o tres veces bien la suerte. La res enrazada se fue a menos al no encontrar Herce la lidia apropiada, del tendido el grito clásico de “toro” y él sin entrenamiento y acusando cansancio terminó su deshilachada labor en medio de un escándalo, dado que recibió los tres avisos reglamentarios y omitiendo el último lo descabelló y mató en el ruedo. ¿Dónde estaba la autoridad?
Finalmente, Alberto “El Cuate” Espinoza, 1º con “Silencioso”, cárdeno, obscuro, bragado, caribello, bajito, lanceó a la verónica pero el toro huía y por su propio error el toro lo empaló sin consecuencias, un puyazo recargando y un quite por navarras, el toro se agarraba al piso y todo quedó en deseos, concluyó con una vitolina, abaniqueo y un molinete y mostró sus graves limitaciones para matar. Un aviso y pitos. Con el 6º, “Ukito”, negro, zaino, incierto y en el lodazal final, el neoleonés poco pudo hacer. Por ambos lados la res se frenaba y en momentos se colaba. Volvió al abaniqueo por la cara y mostró que debe aprender, mucho, en la suerte de matar. Quizá le pesaron sus muy escasas corridas.
Hemos visto un deplorable espectáculo que tuvo su prólogo hace una semana y que esperamos no tenga un epílogo semejante al cerrarse la temporada.
¡Bravo por la gesta de Juan José Padilla!

FICHA DE LA CORRIDA


Vigésima corrida de la Temporada Grande. Aproximadamente 2,000 aficionados. Después de un diluvio se inició la corrida 40 minutos tarde. Siguió lloviendo.
6 TOROS DE JOSE MARÍA ARTURO HUERTA. 3 descastados y sin suficiente trapío, bello de lámina el 3º y muy bravo el 5º. Pesos 466, 470, 475, 536, 485 y 508 kilos.
HUMBERTO FLORES (Azul marino y oro). Aplausos/Silencio.
MARCIAL HERCE. (Caña y azabache). Aviso y aplausos/Tres avisos, lo mató sin acatar a la autoridad.
ALBERTO “EL CUATE” ESPINOZA. (Salmón y oro). Aviso y pitos/Aviso y pitos.

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