martes, 21 de febrero de 2012

!QUÉ TARDE LA TARDE DE LOS TOROS DE EL CAPIRO!

DAYRO CHICA legitimamente a hombros con la fuerza que da una gran corrida de toros

VITICO RAMÍREZ
Especial desde Mérida


FOTOS MARLY SALAZAR

Redonda, intensa y triunfal fue la quinta corrida de la feria del Sol en Mérida con los tres toreros y el ganadero a hombros por la puerta grande, en un festejo triunfal en el que los toros de El Capiro fueron punta de lanza para el buen espectáculo, en tarde en la que se retiró de los ruedos de forma emotiva el banderillero Mauro Pereira.

El Cird, tarde redonda

La presentación en esta plaza de Manuel Jesús “El Cid” no pudo ser más redonda, ya que el sevillano cortó cuatro orejas, demostrando su clase y temple. Tras estar lidiador con el capote ante el primero, el diestro se gustó en varias series de derechazos largos y hondos. Sin embargo, su mano fuerte, la izquierda, la empleó sin mucho ritmo, aunque logró algunos naturales de nota. El noble toro colombiano siguió el engaño del español con bondad y clase. Tras una superior estocada llegó el doble premio. Al cuarto le lanceó con elegancia a la verónica, para estirarse en el tercio final en bellos, hondos y acompasados derechazos, ante un toro serio y hondo, al que, por ponerle un pero a El Cid, no le llevó a los medios. Los bravos como este “Forastero” en los medios se vienen arriba y sacan la raza, y quizá el español, conservador, académico y prudente prefirió torearlo entre las rayas, aunque eso no demerita sus excelentes pases, ligados y largos. Tras pinchazo y gran estocada las dos orejas no tardaron en llegar.
David Fandila “El Fandi” armó el consabido alboroto en banderillas ante su primero, con el que no pasó de discreto. Muleteó el granadino con facilidad más no con sentimiento. Hubo leve petición de oreja acertadamente no concedida. Larga cambiada de rodillas de El Fandi para recibir al quinto, un buen toro al que colocó cuatro vibrantes y espectaculares pares de banderillas, volviendo la plaza en un autentico clamor. Bravo y noble el toro, fue cabalmente aprovechado por el granadino que le toreó largo, con temple y ritmo, destacando varios derechazos y naturales buenos de verdad, así como los remates de pecho, mecidos y a la hombrera contraria, llevando muy toreado al toro. Tras una petición de indulto improcedente, El Fandi cobró una buena estocada que le posibilitó el par de apéndices, no sin antes reclamar el enfandilado público el rabo que negó la presidencia. Al toro se le premió con la vuelta al ruedo.
Entrega, raza, corazón y pundonor exhibió Rafael Orellana con el tercero, al que lanceó vibrante a la verónica y toreó con temple y enjundia en las primeras series de muletazos, destacando una gran tanda de naturales, enganchando muy por delante la embestida, llevándola larga, sin dejarse tropezar el engaño, jugando la muñeca con suavidad y rematando detrás de la cadera, en una soberbia demostración de lo que es torear al natural. El buen astado siguió embistiendo con ritmo y Orellana le aprovechó cabalmente a pesar de dejarse llevar por la presión del momento y dejar el toreo bueno por los guiños a la galería. Muy en corto, perfectamente enhilado al pitón, marcando los tres tiempos y tocando fuerte y abajo con la muleta, Orellana ejecutó una soberbia estocada, haciendo perfectamente la suerte. Volapié monumental que por sí solo mereció las dos orejas. Ante el muy serio sexto, hondo y fuerte, Rafael Orellana estuvo valiente de verdad, literalmente se “montó” encima de “Arbolario” pero éste pedía sitio y reposo. Orellana con un valor sobrado se guio por la pasión mas no por la razón, por lo cual no cuajó al toro, que se quedaba algo corto pero que tomaba los toques. Evidentemente las ganas de redondear la tarde presionaron al joven tovareño que falló con los aceros.
En esta corrida se despidió del toreo activo el banderillero Mauro Pereira en emotivo y merecido homenaje de sus compañeros que le acompañaron en el corte de coleta hecho por su hijo, siendo paseado a hombros por el ruedo, y esta seria precisamente la forma en la que los tres matadores abandonaron el ruedo de la “Román Eduardo Sandia”.
RAFAEL ORELLANA, profeta en su tierra

FICHA DE LA CORRIDA
Plaza de toros de Mérida.
Lunes 20 de febrero.
Quinta corrida de feria. Lleno de “no hay billetes”.
Toros de El Capiro, desiguales de presencia, destacando por su trapío el cuarto y sobre todo el sexto. Nobles, enrazados y con clase, primero, tercero, cuarto y quinto. Noble el segundo y complicado pero con movilidad el sexto. El quinto “Detonador”, número 225 fue premiado con la vuelta al ruedo.
Pesos: 461, 430, 444, 450, 443 y 497 kilos.
El Cid (corinto y oro)
Dos orejas y dos orejas.
El Fandi (negro y oro)
Silencio tras leve petición y dos orejas.
Rafael Orellana (blanco y azabache)
Dos orejas y palmas.
Los tres toreros y el ganadero salieron a hombros. Destacaron en banderillas Eduardo Graterol, Ali Trejo, José Antequera y en varas Luis Quintana “Guacharaco”.

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