martes, 14 de febrero de 2012

MURIÓ EN VALENCIA "PEDRUCHO DE CARACAS"

Dos avisos llegaron temprano desde Valencia, pero en el tercero como sucede en la Fiesta de los Toros, a Pedro Delgado le echaron el toro al corral. Se anunció al tercer cornetazo la muerte de "Pedrucho de Caracas", un torero del lazo de las zapatillas a la castañeta, porque Pedrucho toda la vida se ufanó de su profesión, y la llevó con orgulloso estandarte a lo largo de sus 86 años, con garbo, dignidad y rectitud ejemplares.
Fue un banderillero en una época de grandes toreros de plata venezolanos, cuando Pedrucho competía con aquellos grandes profesionales que venían a Venezuela en las cuadrillas de las grandas figuras de la fiesta, e incluso en la de las figuras nacionales que nutrieron sus cuadrillas con los mejores de España, como lo fueron Antonio Pereira "Badajoz", Almensilla, Chavito, Chávez Flores.
Cuando Pedro Delgado "Pedrucho de Caracas" saltó a las arenas de la Maestranza, Próspero Herrera "Capita", Musiquita, Manene, Bolivita y Panadero y la gran figura de los banderilleros, Felipe Reina "Niño de Rubio", habían hecho mutis de los ruedos. Surgieron feroces y valientes los que serían la competencia del caraqueño Pedrucho que había desistido en su intento de ser matador de toros. Recordamos, a la ligera, el capote y las banderillas de Antonio Klie, el preciso capote de Manuel Vílchez "Parrita", la oportunidad de Avelino Rivero "Pedrucho de Canarias", y la inmensa sabiduría del maestro Carlos Saldaña, el arte de Rafael Cavalieri, y la maestría de Rafael Girón, cuarteta incomparable que en la arena se convertía en sólida columna, sobre la que descansó aquella dorada época, muy tranquila, la dignidad de la lidia de los toros bravos.
Sobre los hombros de Pedrucho de Caracas se fundió por muchas tardes la confianza de una gran figura de la fiesta como lo fue César Girón. Y fue con Girón que Pedrucho, tal vez, escribió su página de glotia en el toreo nacional. Torearon aquella tarde Juanito Silveti, el lusitano Paco Mendez y el gran Girón una corrida de Carlos Arruza, propietario del hierro de Pastejé. El segundo toro de Girón, manso y reservón hía de los caballos saltó al callejón hasta en cinco oportunidades. Pedrucho de Caracas, ante el desespero del público y de los compañeros en la arena, se fue hasta el manso aguántándole peligrosos arreones. Todo en medio de una ensordesedora y descomunal protesta de los asistentes, que exigía fogueara al astado para castigar la desonrada divisa de Pastejé. En su intento, Pedrucho descubrió al manso, que comenzó a embestir con mucha calidad. César Girón con la muleta cuajó gran faena, acalamada desde el inicio para terminar de soberbia estocada y cortarle las orejas y el rabo al manso de Carlos Arruza en el Nuevo Circo de Caracas.
Pedrucho de caracas fue conserje del Nuevo Circo de Caracas, y cuando Rafael Branger propuso su abandono con evidentes propósitos terrofagos , se trasladó a Valencia. Vicvía en la Monumental, donde cuidadba de la plaza, fabricaba banderillas y puyas para picar los toros. Su memoria fotográfica era su mejor compañera, convirtiéndole en gran contertulio en las tenidas taurinas.
Murió en el Hospital de la Isabelica, atendido por el doctor Manuel Rodríguez Sánchez. Pedro Delgado fue en la juventud de Manolito su banderillero y compañero en la plaza.
Sus últimos momentos los vivió en la habitación 308 de la Isabelica, donde murió.
Sus restos fueron cremado ayer en Caracas, donde fueron trasladados a solicitud de sus familiares.

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