A LOS TOROS
ESPECIAL
Cerca de once mil espectadores llenaron practicamente esta tarde la plaza de toros de Ambato (Ecuador), en la primera corrida de su feria en honor a la Virgen de la Merced, un espectáculo interesante, en el que resultó triunfador Sebastián Castella, y tomó la alternativa el diestro ecuatoriano Pablo Santamaría. Por su parte, Diego Silveti pudo cortar las orejas después de su primera e importante faena, en la que resultó volteado fuertemente, pero en la que falló con la espada.
Se lidiaron seis toros de Vistahermosa, de variado juego. El resultado de los toreros fue el siguiente: Sebastián Castella, dos orejas y oreja; Diego Silveti, fuerte ovación y ovación; Pablo Santamaría, ovación y oreja. Tomó la alternativa. Debido a la cogida de Silveti en el tercer toro de la tarde, pasó a la enfermería, donde le tuvieron que poner oxigeno para recuperar con normalidad la respiración debido al fortísimo golpe que sufrió en el bajo vientre, además de suturarle un corte en el dedo indice de la mano izquierda. Se corrió turno y salió para estoquear el toro que cerró la corrida.
Este percance de Diego Silveti llegó en las postrimerías de la faena, casi en el remate, cuando en un golpe de viento le dejó al descubierto y el toro le empitonó, golpeándole fortísimo. Mermado de condiciones pinchó, para agarrar después media tendida y un descabello, lo que dejó sin premio una interesantísima e intensa faena que le hubiese valido un premio mayor. Antes del inicio de faena, Silveti cuajó un gran quite por gaoneras, para iniciar después el trasteo en los medios con cinco estatuarios sin enmienda. El toro tomó bien la muleta en la primera parte de la faena, lo que le valió al mexicano para torear largo por el pitón derecho, en series de corte clásico y despacioso. Con mucha suavidad y temple, la labor de Silveti fue ganando enteros. Al cambiarse de pitón, y comenzar a torear al natural, el toro de Vistahermosa comenzó a ir a menos, apagándose por momentos. Diego estuvo muy por encima, consiguiendo que la faena no de cayera en ningún momento, hasta que sobrevino la cogida.
Una vez que salió de la enfermería, Silveti se enfrentó para cerrar tarde a un toro noble pero de muy poca fortaleza, por lo que se derrumbó en varias ocasiones a lo largo de la faena. Por desgracia, la pulcritud y el buen hacer el mexicano no pudo redondearse debido a la débil condición del toro.
El gran triunfador de la tarde fue el francés Sebastián Castella, que se mostró a un alto nivel con sus dos toros, cuajando sendas buenas faenas, bien rematadas con la espada, que le pusieron en su manos tres trofeos, dos del primero y uno del cuarto. Gran tarde la de Castella. Por su parte, Pablo Santamaría derrochó mucha voluntad con sus dos toros, recibiendo el cariño del público. A su segundo toro le cortó una oreja.
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