TERCERA DE CALI: Luis Boívar profesta en su tierra, una gran corrida de Ernesto Gutiérrez

ALBERTO LOPERA

CALI (Colombia). Tarde calurosa y llena de emociones la vivida ayer en la segunda corrida ferial donde cerca de once mil aficionados apreciaron la bravura calidosa del toro “Colillero” marcado con el #177 con el hierro de Ernesto Gutiérrez al que pidieron merecidamente el Indulto. Interesantísimo encierro del ganadero de Manizales, con impecable presencia, y variado comportamiento. Solo uno, el sexto, se comportó como “el malo” de la casa, a pesar de tener una de las mejores reatas de la dehesa. Igual ocurre en las encopetadas familias.

Grandioso, es el mínimo adjetivo para realzar el triunfo de Luis Bolívar quien llegó a la feria por la puerta de las sustituciones y salió por la Puerta Grande de Cañaveralejo. Su disposición se vio a las claras desde el mismo instante que abrió la capa en el primero, a pesar del alboroto formado en los tendidos del sol por un pequeñísimo grupo de desadaptados que muy pronto abandonaron la plaza. Buen son del toro en tres series de naturales primorosos rematados siempre por arriba, a la hombrera, que significaron la primera oreja de la corrida.

Lo grandioso vino en el cuarto, el famoso “Colillero” con casi media tonelada de bravura y calidad en su estructura, 496 kilos para ser exactos. Luis Bolívar la vio clara desde los inicios capoteros, y por ello supo desarrollar la técnica que lo ha madurado en gran torero. Toda la faena fue un tratado de la mejor tauromaquia, revitalizando plenamente la calidad del colombiano, que al final fue sacado a hombros con las dos orejas simbólicas de su noble oponente, el que por cierto descansa ya en las verdes montañas de Manizales.

Mucha expectativa por David Mora quien entró también por la puerta de sustitutos y salió en su primero para la puerta de la enfermería a causa del revolcón sufrido, por tanto alargue de faena a un santacoloma que no perdona errores. Menos mal que el asunto no pasó a mayores y salió para matar su segundo, pues el causante del desaguisado lo remató Bolívar de efectivo espadazo. Mucha nobleza con alguna sosería le mostró el quinto de la interesante corrida, donde el madrileño nos mostró su calidad artística y el porqué de su bien ganado prestigio.

Sin suerte –se llevó el garbanzo- anduvo Juan Solanilla el más joven de la terna. Tiene buenas maneras y gusto al torear, lo dejó ver en su primero en dos series ligadas por abajo, pero sigue con el “sambenito” de la espada.

RESUMEN- Feria de Cali, segunda corrida. Más de tres cuartos del aforo en tarde con mucho calor. Toros de Ernesto Gutiérrez, de gran juego, el cuarto fue indultado. Luis Bolívar, oreja y dos orejas simbólicas, salió a hombros. David Mora, cogido en su primero, y palmas con saludo en el tercio. Juan Solanilla, silencio y tres avisos.