lunes, 21 de noviembre de 2011

LEONARDO BENÍTEZ es el Barbarazo del Toreo nacional, en Valencia ¡Arrasó con´tó"!

Leonardo recibió todos los trofeos que se disputaron en la Feria de Valencia, entre ellos el que le entrega el doctor Rafael Enrique Casals, Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida, Capítulo Valencia.

EL VITO
desde Valencia

FOTOS ANIBAL GARCÍA SOTELDO

Leonardo Benítez fue el triunfador absoluto de la Feria de Valencia. Hubo reticencia de la empresa de Miguel Dao en colocar al caraqueño en los carteles del Cabriales, pero ante la sequía de coletas nacionales tanto Dao como otras empresas se han visto en la imperiosa necesidad de contratar al torero de La Vega, quien cada actuación agrega un triunfo a su palmarés.

Benítez cortó tres orejas en la última corrida de una temporada valenciana rebosante en conflictos, cuando debe ser en arte, bravura y competencia. El mayor de todos generado por la negativa de la empresa de Miguel Eduardo Dao en sustituir a Juan José Padilla -herido en Zaragoza-, con un torero nacional. Exigencia, lógica, comprensiva y nacionalista de la Asociación Venezolana de Matadores de Toros y de Novillos que choca con el antivenezolanismo manifiesto de esta empresa que vive del erario público del que ha chupado en su vida mimética a través de diferentes gobiernos municipales.

Esa negativa provocó uno de los sainetes más ridículos en la historia de esta plaza que un día fuera muy importante y que intentaba el viernes rescatar la jerarquía de la Corrida de la Prensa, hundida en la calamidad provocada, repito, por la empresa de Dao con la actuación de un desubicado Finito de Córdoba y el reaparecido José Antonio Valencia. Fue el de aquella noche un espectáculo deprimente que debería hacer pensar a los buenos aficionados de Valencia, meditar cómo enderezar el torcido camino por el que le conduce esta empresa desde hace ya muchos años, años de silencio y complicidad de estos aficionados a los que les reclamamos acciones reivindicativas.



18 NOVIEMBRE: FINITO Y VALENCIA, MANO A MANO

Situaciones gremiales, españolas y venezolanas, enturbiaron el inicio de temporada en Valencia. Los españoles de la Unión de Toreros por medio de sus representantes legales, reclaman medio millón de euros a la sociedad de Paco Dorado y Eduardo Dao, mientras que los venezolanos intentaron hacer cumplir el acuerdo del que cuando en un cartel se cae un torero extranjero debe ser sustituido sólo por un espada venezolano. Así el primer festejo que se realizó en la noche del jueves 17, para el que en principio se anunciaba a Juan José Padilla con Finito de Córdoba y José Antonio Valencia, quedó en un mano a mano entre Finito y Valencia, habiendo la empresa hecho el intento de colocar a los españoles Curro Díaz y César Girón, al mexicano Joselito Adame yal colombiano Sebastián Vargas en el lugar de Padilla, sin fortuna. Más bien hubo conatos de violencia y agresiones, pues al colombiano le amenazaron si se presentaba a la plaza y al dirigente de los subalternos, el banderillero Rafael Ortas, le bañaron cuando llegaba a la plaza con otros compañeros en un taxi con pintura amarilla.
La pareja de Finito y Valencia lidió mano a mano seis toros de San José de Bolívar, propiedad de Jerónimo Pimentel. Tres toros dieron buen juego, sin que se destacaran los espadas aunque Valencia cortó una oreja, y le fuera otorgado el trofeo de La Pluma de Oro de la Corrida de la Prensa, festejo que otrora fuera el más importante de la temporada, fue un festejo anodino con un Finito desdibujado y Valencia vulgarizado.
El escaso público que cubrió menos de un tercio de plaza se aburrió de lo lindo.

19 NOVIEMBRE: ESCRIBANO Y SILVETI, CARA Y CRUZ

La segunda tarde convocó un poco más de público. Se lidiaron toros de La Cruz de Hierro variados en su presentación, descastados aunque sin peligro aparente. Los venezolanos José Luis Rodríguez y su primo Otto, uno rejoneador y el otro espada, pasaron de puntillas en los cuatro astados que lidiaron. Se concretó la tarde en la rivalidad entre Manolo Escribano, sevillano volcánico con fumarolas ardientes en banderillas, y el mexicano Diego Silveti, torero de dinastía y maestría que hizo su presentación como matador de toros en Venezuela. Cada uno le cortó una oreja al segundo toro de su lote. Escribano fosforescente, del agrado del graderío, Silveti como el buril que graba el tatuaje para toda la vida con su arte señero.

20 NOVIEMBRE: BENITEZ ARRASÓ CON TODO

Y Leonardo Benítez llegó para ponerle orden a Valencia, con una buena corrida de Jerónimo Pimentel en la que destacaron por su bondad y calidad los toros lidiados en primero, segundo y cuarto lugares que fueron ovacionados en el arrastre. El torero de Caracas le cortó las dos orejas al segundo de la tarde, primero de su lote y al cuarto una oreja. Alcanzó el grado de matador de toros, sin mucho mérito para ello el novillero Manolo Muñoz, en un gesto populista de una empresa disminuida en ética y credibilidad. Muñoz dio una vuelta al ruedo en la alternativa y palmas en el que cerró plaza. José Luis Rodríguez una oreja en el de rejones y César Girón al tercio en el tercero de la tarde y silencio en el quinto

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