Las entradas y la hostelería copan el grueso del gasto inducido por la corrida de la reaparición
JUAN SAPENA
José Tomás, un torero diferente que necesariamente genera comportamientos diferentes. Dentro de la singularidad de esta figura destaca su capacidad de rodearse de un halo de misterio al alcance de muy pocos. Entre los grandes eventos que se desarrollan anualmente en la Comunidad Valenciana sin duda la reaparición de José Tomás ocupa un puesto de preferencia. Al igual que el Gran premio de Europa de F-1, la vuelta de Tomás genera un impacto económico en la economía local digno de ser tenido en cuenta. En este caso, superior a los dos millones de euros en un solo día. Mañana, quien escapó de la muerte en Aguascalientes hará el paseíllo en Valencia acompañado por Víctor Puerto y Arturo Saldívar, para lidiar un encierro de El Pilar.
Para medir el impacto económico de un festejo de estas características se han analizado la venta de entradas, el gasto en hostelería y turismo del respetable, y los efectos inducidos de las inyecciones económicas generadas sobre la economía valenciana, que como el resto del entorno no pasa por su mejor momento.
El efecto directo
El primer factor de su impacto económico tenemos que acotarlo en la recaudación en taquilla, que superará los 1,34 millones.Tras su reciente reforma, el aforo de la plaza se ha reducido a 10.700 localidades. Los precios en taquilla oscilan entre los 140 y los 15 euros. Teniendo en cuenta la existencia de abonos anuales y de feria, así como la tipología de las localidades disponibles, la recaudación con el «no hay billetes» ronda los 500.000 euros.
También las arcas de la Hacienda pública harán negocio, pues esta actividad está sujeta al tipo general de IVA del 18%, que alcanzará los 90.000 euros. Hace tiempo que las entradas están agotadas y su precio en internet (y en corrillos presenciales) cotiza con alzas más que notables. Por ejemplo, una entrada de sombra en la primera barrera se oferta a 2.400 euros (16 veces más cara que en taquilla) y ni siquiera la modesta fila 9 del graderío se libra de la inflación de reventa, con precios que rondan los 300 euros (frente a los 28 de taquilla). En general, existen en diferentes portales entradas para casi todas las tarifas con un múltiplo promedio de 10 veces su precio en taquilla. El impacto de la reventa es tal que, si solo un 15% de las entradas se vendieran con una tarifa 10 veces superior a la oficial, la «recaudación» generada en la reventa para la corrida (ésta última sí ajena al IVA) podría cifrarse en 750.000 euros.
Se trata de una estimación regida por el principio de prudencia. En plazas como Barcelona, Madrid o Sevilla se han calculado tasas superiores al 25% de reventa para corridas de este tipo. Además, junto a una recaudación importante, los costes asociados a la corrida no son de segundo orden. Respecto a los emolumentos de José Tomás se especula con una cifra superior a los 500.000 euros, a los que hay que añadir los más modestos honorarios de Saldívar (18.000 euros) o Puerto (22.000).
La ganadería de El Pilar cobrará entre 90.000 y 120.000 euros, cifra que se halla por encima del promedio más habitual, de unos 10.000 euros por toro, transporte y veterinarios aparte. Los gastos generales, como personal de la plaza y cartelería, entre otros, podrían alcanzar 10.000 euros.
Para obtener una primera aproximación de los efectos indirectos se ha extrapolado la estructura de la lidia: un tercio del aforo (3.566 aficionados) puede considerarse integrado por los habituales, sobre los que no se produce más desembolso que el del transporte. El segundo lo integrarían aficionados que se desplazarán en un viaje turístico de un día sin pernoctar. Y el último tercio estaría formado por turistas que pernoctarán al menos una noche. Partiendo de la Encuesta de Movimientos Turísticos de los Españoles y la Cuenta Satélite del Turismo de España, los gastos indirectos en transporte, hostelería y alojamiento suman 406.600 euros, de los cuales 260.367 corresponderían al gasto satisfecho por los turistas y 128.400 al de los visitantes de un solo día. Las rentas generadas de las actividades lúdico-taurinas generan un efecto locomotora asociado tanto a la capacidad de gasto de los perceptores de dichas rentas como a las demandas entre sectores. Al igual que en trabajos anteriores, como los realizados por el profesor Juan Medina, según el multiplicador de oferta del sector de la Contabilidad Nacional de España, en el que se hallan comprendidas las corridas de toros, estimado en 1,87, el efecto inducido directo ascendería a 430.000 euros adicionales. Similares cálculos podrían realizarse en relación con los efectos inducidos asociados a la capacidad de arrastre de la actividad de alojamiento-transporte-restauración sobre la economía local, estimados en un importe no menor de 250.000 euros.
*Juan Sapena es profesores de la Universidad Católica de Valencia
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