lunes, 29 de noviembre de 2010

CORROCHANO Y LA CRISIS DEL TOREO Hay que regenerar a los degenerados


La Mesa del Toreo está chueca, tambaleante y servida la última cena de la fiesta



EL VITO



Hace poco, refiriéndose a la síntesis en la esencia de la temporada del 2010, don Andrés Amorós recordaba aquella sabia frase de don Gregorio Corrochano que resumía lo que puede estar sucediendo en Venezuela en materia de toros.

Dijo el gran cronista madrileño: «Que nadie piense que un reglamento ampare, defienda y regenere la Fiesta, cuando no están dispuestos a regenerarse los que han sido causa y culpa de su degeneración».

¿Y quienes son, preguntarán ustedes, aquellos no dispuestos a regerenarse?Pues los que han sido causa y culpa de la degeneración de la fiesta de toros en Venezuela y el mundo.

En primer lugar las autoridades, aquellos que a pesar de su buena fe son ignorantes de principios y preceptos y en un supuesto “por el bien de la fiesta” arman un tinglado sobre el que descansan todas las corruptelas.

Luego las empresas, carentes de sentido de mercado en su mayoría y sembradoras de oportunidades inmediatas. La historia de las organizaciones empresariales nacionales es repetitiva. Con raras excepciones ninguna ha sembrado el toreo con sentido de perpetuidad, como lo hizo aquella Taurivenca de Gregorio Quijano y la Gaprofica que administró la Junta Directiva de la AVCTL que integraron Alberto Ramírez Avendaño, Orlando Echenagucia, Sebastián González y Hugo Domingo Molina.

No dejamos de ser muy culpables los periodistas. La prensa en Venezuela oculta los pecados y promueve las triquiñuelas,. Está tan viciada la prensa taurina que ya es funcionaria en páginas y portales en Internet al servicio de los intereses de los empresarios.

Claro que son culpables los ganaderos. Bastaría mirar los índices estadísticos para descubrir lo evidente. Poca productividad, deficiente producción de toros, bajos índices de fertilidad de las vacas, novillejos despuntados en vez de toros… En pocas palabras productores de charlotadas para las mojigangas con pretenciones de protección por parte del gobierno de sus productos, cuando en realidad a quien hay que proteger es al público aficionado presentándole toros dignos, con trapío, edad, integridad de pitones y pesos reglamentarios.

Los matadores de toros llevan gran parte de culpa en toda esta crisis. Exigen respeto quienes irrespetan la profesión y soportan la mojiganga indecorosamente.

Está claro don Gregorio cuando dice que «Que nadie piense que un reglamento ampare, defienda y regenere la Fiesta …” Como creen algunos que si se sanciona una Ley Taurina se protegerá el toreo en Venezuela. No, de ninguna manera. El toreo con los taurinos actuales está desguarnecido, desprotegido en nuestro territorio porque las autoridades, toreros, ganaderos, empresarios y toreros, las patas de la Mesa Taurina no están “ dispuestos a regenerarse” y así los sentencia Corrochano, ellos han “sido causa y culpa de su degeneración».

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